Dijo que está “contento” y “con optimismo” porque se levantó temprano y porque el fin de semana se pasó “leyendo hojas y hojas de programas elaborados por más de cien docentes”. En diálogo con Desayunos Informales, Robert Silva, presidente del Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), afirmó que esto último le “da mucha alegría”: “Lo que los une [a los docentes convocados] y nos une, es el compromiso por cambiar la educación”, concluyó.
Según Silva, los más de cien docentes que elaboraron los programas preliminares para la reforma educativa que comenzará a implementarse en 2023, son “representantes” de los distintos subsistemas y de las Asambleas Técnico Docentes (ATD), a pesar de que estas retiraron a sus representantes de dichos espacios. Justamente, este es uno de los puntos que distintos colectivos han reclamado, ya que consideran que los docentes que permanecieron en las comisiones lo hicieron a título personal y no son representativos del colectivo docente.
El día antes de que Silva amaneciera “contento”, integrantes de la coalición de gobierno en su conjunto -diputados, senadores y ministros- y las autoridades de la educación, se reunieron en Suárez y Reyes con el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, para “alinearse” detrás de la transformación educativa y dar inicio a una campaña nacional para su promoción. Se trata de “llevar adelante la información veraz, evitando falsos relatos, en el entendido de que es indispensable salir a comunicar lo que implica la situación actual en materia de educación y fundamentalmente hacia lo que apostamos”, manifestó la vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón, a la salida del encuentro.
Según contó Silva, en la reunión se desarrollaron “algunas cuestiones específicas de las acciones” y se puso sobre la mesa “la necesidad de optimizar los tiempos y los procesos. En particular, atender al inicio del año que viene, donde vamos a tener la transformación en marcha y sobre todas las cosas ver cómo la vamos a ir instrumentando”.
Acerca del alineamiento del gobierno, el jerarca aseguró a Desayunos informales que “manda un mensaje” de respaldo hacia el proceso de la reforma educativa de todos los partidos políticos que integran la coalición, pero “en la interna ya se sentía este apoyo”: “Nosotros nos sentíamos respaldados, nos sentimos respaldados”, insistió.
Al filo de la navaja
Sin embargo, en las filas sindicalistas y de la oposición la campaña fue recibida como un símbolo de debilidad y estarán atentos a la forma en que se lleva a cabo, ante el riesgo de cruzar la línea fina de la autonomía de la ANEP y la laicidad. “Pienso que se les está cayendo la transformación educativa”, fue la primera lectura sobre la campaña anunciada que hizo a la diaria Nicolás Lorenzo, diputado del Frente Amplio (FA) y presidente de la Comisión de Educación y Cultura de la Cámara de Representantes.
En una segunda lectura, el diputado afianzó que “lo que está ocurriendo es que se dieron cuenta de que están haciendo una transformación educativa de espaldas a los docentes” y con la contra también de “grupos de estudiantes y mucha gente”. En consecuencia a ello es que, para Lorenzo, “el gobierno une fuerzas” y “sale a hacer campaña electoral”, aunque “lo que está faltando es decir realmente cuál es la transformación”.
En ese entendido, Lorenzo enumeró algunos de los puntos que hasta el momento son de público conocimiento sobre la reforma educativa y dijo que no solo muchos ya se vienen haciendo desde 2006, sino que no son “trascendentes”. Según agregó, muchos de los cambios se resumen a cambios de nombre: algunas asignaturas que no van a estar en 2023, la modificación de séptimo, octavo y noveno grado para los primeros años de educación media y la educación por competencias.
Para Agustín Mazzini, diputado frenteamplista y también integrante de la Comisión de Educación, la transformación es “puesta a rigor” y hasta el momento “tiene poco para mostrar”. En relación, Lorenzo agregó que la alteración notoria de la reforma es la afectación del “puesto laboral de unos cuantos docentes”.
Por otro lado, Mazzini resaltó que “toda la sociedad y el plantel docente comparte la necesidad de buscarle la vuelta al sistema educativo, pero el mecanismo que lleva adelante el gobierno es ponerse en contra de todos los actores de la educación con la excusa de que los sindicatos quieren bloquear todo”.
La tercera lectura de Lorenzo es que “el gobierno viene golpeado por muchas cosas” y, por tanto, “tiene que tener algún caballito de batalla para salir públicamente y es la transformación educativa”. En ese marco, evaluó que con la campaña y la alineación política están “al filo de la autonomía [de ANEP] y de la laicidad”: “Se está politizando demasiado”, afirmó.
El legislador planteó que ahora “hay que ver cómo actúan”, ya que la ANEP “tiene sus mecanismos propios y es un ente autónomo, con lo que hay que tener mucho cuidado, porque tiene la cuestión de la laicidad”. Según agregó, de politizarse “demasiado, genera un peligro”. En caso de que en el desarrollo de la campaña la autonomía y la laicidad del ente se vieran “violentadas”, Lorenzo señaló que desde el FA tendrían que convocar a la Comisión de Educación y Cultura “a todas las autoridades de la educación para que den explicaciones”. Según Mazzini, mientras el gobierno se limite a “un apoyo comunicacional y político” sin que interfiera en la autonomía, el gobierno tiene “derecho” a apoyar la reforma.
Entre la espada y la pared
“Es lamentable el tono que está tomando el debate. En vez de propiciar ámbitos de discusión reales sobre los marcos más profundos de la transformación educativa y cómo estos implican un retroceso muy importante en el acceso democrático al conocimiento, se trata de hacer una campaña de marketing donde el gobierno toma como botín electoral a la educación”, evaluó a la diaria Emiliano Mandacen, secretario general de la Federación Nacional de Profesores de Educación Secundaria (Fenapes).
Aún así, para el sindicalista “lo más lamentable” es que jerarcas de la educación “propician hacer añicos la autonomía del ente”. Según Mandacen, la campaña nacional para promover la reforma educativa “viola totalmente” la autonomía de la ANEP, al mismo tiempo que “violenta el carácter laico de la educación”, porque “se cae el velo de que esta transformación educativa tiene un profundo carácter ideológico, político y pedagógico”.
Desde otro ángulo, Mandacen también visualiza que el movimiento ejercido por el gobierno “es una muestra de debilidad muy importante de Robert Silva, porque está totalmente aislado del gremio docente en general, de Magisterio y de los estudiantes, y busca un apoyo político electoral”.
El otro elemento que para Mandacen es “preocupante” es que la campaña “desvirtúa un debate que debería de ser profundo”, porque considera que esta será “ propagandística”. En esta línea, aseguró que desde Fenapes “tendremos que movernos y redoblar nuestro esfuerzo para que la población comprenda” que la transformación educativa “es un gran retroceso”.
Por otro lado, para el presidente del Sindicato de Docentes de Formación en Educación, Liber Romero, lo afirmado por la vicepresidenta de la República una vez finalizada la reunión es “un conjunto de falacias”, porque hasta el día de hoy lo que se tiene de la reforma educativa es la malla curricular en enseñanza media y primaria, a lo que se suman los recientes programas, “pero no tenemos los reglamentos de pasaje de grado y en Formación en Educación el proceso es aún más lento”, esgrimió a la diaria.
En concreto, dijo que este martes el Consejo de Formación en Educación iba a tener un encuentro para discutir la malla curricular, pero no sucedió, considerando aún que el 8 de noviembre se reúnen las ATD en los centros de formación docente y desde el 14 al 16 lo harán las asambleas nacionales. Asimismo, subrayó que en ese subsistema la transformación educativa implica “un cambio en las condiciones laborales que no está resuelto”.
Sobre la posibilidad de que la autonomía y la laicidad de la ANEP se vean vulneradas por la campaña, Romero dijo que no se puede “decir de antemano”, porque, “en definitiva, el gobierno está tratando de defender su propio proyecto y el problema son los mecanismos o los discursos por los cuales hagan su propaganda”. En torno a eso, para Romero “el gobierno y los partidos políticos tienen que ser cuidadosos”, aunque afirmó que el Ministerio de Educación y Cultura ha violado la autonomía del ente “continuamente” al “entrometerse en competencias que son de la ANEP”. Como ejemplo, mencionó “el caso de la acreditación de los títulos universitarios, porque le exige a la ANEP adecuar su estructura para recibir un título universitario”.