Este viernes comienza el acto eleccionario de las horas docentes en Formación en Educación, en un contexto de retraso de la usual fecha de inicio y de rechazos del colectivo docente. “Es la primera vez que en la educación terciaria se puede elegir el nombre de una unidad curricular sin conocer los programas, la fundamentación, la bibliografía”, y ello no sólo ocurre para los docentes, sino también para los estudiantes, a quienes se presenta “una oferta educativa, pero tampoco tendrían disponibles estos programas”, manifestó a la diaria Nirian Carbajal, presidenta de la Mesa Permanente de la Asamblea Técnico Docente (ATD) Nacional de formación docente. En tanto, para Carbajal, el acto eleccionario será “de alta complejidad” y habrá que ver “si está realmente cargado de manera codificada a través de un sistema informático que dé las máximas garantías”.

El lunes, el Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) aprobó -sólo con los votos de los consejeros designados políticamente- el Marco Curricular de la Formación de Grado de los Educadores y los planes de estudio de cinco de las carreras que ofrece el Consejo de Formación en Educación: Maestro de Educación Primaria, Maestro de Primera Infancia, Educador Social, Profesor y Maestro Técnico. Y este miércoles en sesión ordinaria, luego de correcciones y ajustes a los textos, está previsto que se termine de aprobar el plan de profesorado de secundaria.

Según Carbajal, la Asamblea ya alertó “que estábamos yendo por un camino de la prisa que no estaba logrando una transformación en profundidad para realmente alcanzar el carácter universitario; ojalá que no se cumpla esa profecía”, dijo sobre la reforma curricular que la ANEP implementará en 2023.

Asimismo, aseguró que “hay una decisión política” de llevar adelante la reforma y esta misma implica “haber omitido la voz de los espacios colectivos organizados, institucionalizados y, por tanto, la ATD no ha sido un interlocutor válido en este proceso”. Según fundamentó, ello se vio principalmente al denegar la propuesta de la ATD para que la transformación se postergue a 2024 y el año entrante se pueda trabajar para que “tenga un andamiaje fuerte desde el punto de vista académico, curricular, y un anclaje realmente organizado de estructura académica, que es lo que ahora no existe”.

Diferencias principales con las políticas quinquenales

En primera instancia, los integrantes de la ATD puntualizaron en el proceso de construcción de la reforma en formación en educación, que, según Carbajal, “responde a la política de este quinquenio”.

Por un lado, la docente se refirió al mecanismo de reconocimiento de los títulos universitarios por parte del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), punto al que la ATD “se opuso de manera contundente en tres instancias nacionales”. Según consideró, este procedimiento “echa por tierra el proyecto que venimos construyendo desde 2006, que es el de la Universidad de la Educación autónoma, pública, cogobernada y participativa, con un sistema de cogobierno”.

Un segundo punto denunciado por la ATD fue el “cese de las coordinaciones académicas y también el cierre de los institutos académicos” en el Consejo de Formación en Educación (CFE). Según Carbajal, este cambio “modificó el cauce de las propuestas y de las transformaciones institucionales, académicas y curriculares”.

El tercer “quiebre con la política de este quinquenio” refiere a la suspensión del capítulo 14 del Estatuto del Funcionario Docente de ANEP, concretamente de una propuesta de cambio que partió de un proceso iniciado en 2012 y “preveía una estructura de cargos y grados para la Formación en Educación”. “Estaba aprobado, vigente, por tanto, este episodio también cambió el rumbo de la formación”, señaló Carbajal.

Por otro lado, hizo referencia a la nueva propuesta de diseño curricular que el CFE presentó a principios de julio: primero como documentos “borrador” y luego en “construcción”. Sin embargo, la presidenta de la mesa enfatizó en que fueron construidos “desde mecanismos que significaron designaciones personales, como dinamizadores que estuvieron trabajando con las comisiones de carrera”. Además, dijo que en la fase última de la elaboración de documentos las autoridades “generaron designaciones también personales a docentes que estuvieran construyendo las mallas curriculares y las unidades que comprenderían el nuevo plan”.

“Eso fue otro giro fuerte, porque significó la negación de los espacios colectivos institucionalizados”, sentenció. Si bien las actuales autoridades plantean al actual proceso de cambio como una continuidad del gobierno pasado, para Carbajal “se congeló” un camino de transformación curricular que venía desde 2015 y 2017, con planes como el de Educación Primaria, de Educación Social y Profesor de Educación Media, que “quedaron sin aprobación del Codicen, pese a que ya estaban construidos con un diseño que significaba un avance, una gran transformación”.

Por último, Carbajal subrayó que “es la primera vez que se hace un proceso de transformación tan importante sin el orden estudiantil y sin el orden docente, ya que estos procesos han tenido el voto negativo de la consejera por el orden docente y también de la consejería estudiantil”.

En la misma línea, dijo que si bien la Ley General de Educación establece la consulta a la ATD “por derecho a iniciativa acerca de los cambios en los planes de estudio”, la asamblea fue consultada “con documentos en construcción y no finalizados, un reglamento de evaluación y pasaje de grado también incompleto, y no se presentaron programas, ordenanzas o reglamentaciones que correspondan al sistema de reválidas y equivalentes”.

Los documentos y lo que viene con ellos

La ATD de formación docente se reunió, entre el 14 y el 16 de noviembre, y expresó una posición de “rechazo a estos procedimientos, mecanismos y contenidos”, resumió Carbajal. En lo que resta del año, no tendrán más instancias nacionales de decodificación de la reforma y, por tanto, tampoco de participación en el proceso de construcción restante.

Según la presidenta de la mesa, todas las especialidades identificaron “incongruencias y problemas epistemológicos”: “No existe la real articulación de la práctica, no están las estructuras para canalizar la enseñanza, la investigación y la extensión, hay falencias importantes en los nombres de las unidades curriculares que quedaron, por la desaparición de contenidos que serían fundamentales para la formación humana, cultural, histórica, artística, en formación de género, ambiental”, dijo Carbajal. Manifestó que tales contenidos “parecen haber sido seleccionados para circunstancias históricas que pertenecen a cinco décadas atrás, no a los tiempos que corren hoy”.

Según Gustavo Bentancur, integrante de la ATD, un cambio en la formación docente como el que se pretende implementar, que “tiene una estructura más universitaria”, “sólo se puede sostener si hay una estructura académica detrás en la cual se puedan planificar las prácticas”. Sin embargo, Bentancur aseguró a la diaria que, sumado al plan de estudios con base en competencias, la reforma está planteada “con una estructura académica desmantelada” y “un cambio curricular que está condenado al fracaso”. Según pronosticó, ello llevará “a grandes problemas de implementación en el corto plazo”, tanto en la elección de horas como en el inicio de los cursos.

Para Carbajal, “hay todo un tema de implementación e instrumentación que realmente no ha sido previsto”. Respecto del modelo competencial como motor de la reforma, señaló que “responde a criterios de organismos económicos internacionales” y que el sujeto es visto sólo como “mano de obra” o como “operario”, lo que dista de “la tradición uruguaya, que ha defendido la formación humana y la integralidad de los sujetos”.

En otro orden, Verónica Gutiérrez comentó que el 1º de diciembre integrantes de la mesa de la ATD se reunieron con parte de las consejeras del CFE y se les manifestó que “cuando nos reciben hay una apertura, un ambiente de cordialidad, una apariencia de escucha y, sin embargo, después, en los hechos, eso no coincide”. Para Gutiérrez, también integrante de la ATD, esta situación “da para pensar que todo esto viene desde mucho más arriba, desde el Codicen, el MEC, incluso desde organismos internacionales, de acuerdos que no han sido transparentados”.

En suma, a la reciente propuesta del CFE de anualización a los cursos semestrales,, Bentancur manifestó que “se van a generar grandes dificultades”. Más allá de que la situación puede generar pérdida de puestos laborales, “al no tener una propuesta de cargos y tener sólo para algunas horas de departamento, va a hacer que la propuesta también esté condenada al fracaso desde el punto de vista de la implementación”. “Se percibe que el inicio de cursos será con permanencia de los conflictos y es posible que se agraven un poco más”, finalizó Gutiérrez.