Los consejeros designados por el gobierno en la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y la directora ejecutiva de Políticas Educativas del organismo, Adriana Aristimuño, concurrieron el lunes a la Comisión de Educación y Cultura del Senado. La comparecencia fue solicitada por el senador del Frente Amplio Sebastián Sabini, quien tenía dudas sobre la reforma curricular en marcha y sobre el destino de los 40 millones de dólares que se recibirán a partir de un préstamo del Banco Mundial (BM).

Respecto de este último punto las autoridades respondieron que el destino de los recursos será similar al de anteriores préstamos, ya que se utilizará para la ampliación del tiempo pedagógico de centros educativos y para infraestructura, pero también para llevar adelante capacitaciones a docentes en la implementación de los nuevos planes y programas. Así lo explicó a la diaria Sabini, quien se quedó con algunas dudas y preocupaciones a partir de las respuestas de las autoridades.

Según explicó el legislador, los integrantes del Consejo Directivo Central (Codicen) informaron que para octubre esperan tener los primeros borradores de planes y programas y descartaron la eliminación de asignaturas, pero sí indicaron que seguramente agreguen materias, por ejemplo, para trabajar la competencia de pensamiento computacional. Al respecto, el senador planteó dudas sobre la creación de asignaturas sin más recursos. En ese sentido, dijo que lo que muestra el proyecto de Rendición de Cuentas enviado al Parlamento por el gobierno es que la ANEP ejecutó 150 millones de dólares menos que en 2019. Al respecto, lamentó que esos recursos no están cerca de cubrirse con los 45 millones que el organismo recibirá, según lo pautado con el gobierno. Sabini consideró que la reforma se va a financiar a partir del “recorte” que recibió la educación pública y señaló que las autoridades manifestaron que cuentan con los recursos necesarios para aplicarla.

Por su parte, se preguntó si es posible llevar a la práctica una transformación de este tipo “cuando tenés al cuerpo docente tan enfrentado”. En ese sentido, dijo que, si bien no lo tenían previsto inicialmente, las autoridades de ANEP definieron invitar a las Asambleas Técnico Docentes a la elaboración de los planes y programas, según informaron en la comisión. En relación a los centros María Espínola, uno de los “buques insignia” de la transformación educativa, el legislador señaló que el presidente del Codicen, Robert Silva, respondió que por su alto costo no son generalizables a toda la educación media y que el ente tiene proyectado que al final del período se culmine con 60 de estos centros.

En suma, Sabini dijo que la ANEP proyecta comenzar a implementar los nuevos planes el año que viene y que, en el caso de la educación media, comenzaría por primero, segundo, cuarto y quinto año, y que en 2024 se seguiría con el resto de los grados. Para el senador del FA, esta forma de inicio de los cambios podría traer problemas, por ejemplo, si los estudiantes tienen materias previas de los planes anteriores. Según dijo, las autoridades prevén modificar el reglamento de pasaje de grado para atender ese tipo de casos y, además, que la repetición o no de los estudiantes se defina en forma bianual y no en forma anual, como hasta ahora. En suma, está previsto que se extienda la elaboración de proyectos conjuntos entre distintas asignaturas.

En cambio, el senador del Partido Nacional Gustavo Penadés consideró que la presentación de los integrantes del Codicen fue “muy sólida” y “necesaria” para “conocer los pormenores” del diseño de la transformación. Además, mencionó que se inició una etapa de cara a establecer “acuerdos políticos” para “transformarla en una política de Estado” que perdure “cualquiera sea el resultado de la próxima elección”. En ese sentido, el senador mencionó que las actuales autoridades de la ANEP dejaron claro que en muchos casos tomaron como referencia políticas que se habían aplicado en administraciones pasadas, por ejemplo, para diseñar los centros María Espínola. Para Penadés, puede concluirse que la reforma “no es en contra de nadie”, sino “a favor de los estudiantes”. “Creo que a esta altura en Uruguay no puede haber nadie que defienda el actual modelo educativo que existe en secundaria”, consideró el senador oficialista.