Según cálculos de la Universidad de la República (Udelar), el presupuesto de la institución cayó en el entorno de 5% en términos reales en relación a 2019, más allá de algunos recursos incrementales obtenidos en la Ley de Presupuesto y en la Ley de Rendición de Cuentas votada el año pasado. Es por ello que distintos actores de la Udelar buscan lograr más recursos incrementales en la actual Rendición de Cuentas.

Si bien en el mensaje original del Poder Ejecutivo la Udelar ni siquiera aparecía nombrada como inciso, en Diputados se lograron recursos para atender dos proyectos en el Hospital de Clínicas: la adquisición de tecnología robótica para intervenciones de cáncer de próstata y la generación de un centro para la atención de partos de alto riesgo.

No obstante, la Udelar entiende urgente contar con más horas docentes y que estas sean mejor pagas, con un doble objetivo. Por un lado, atender adecuadamente el aumento de la matrícula estudiantil registrada en los últimos años y, por otro, generar condiciones para el desarrollo de docentes e investigadores que se inician en la carrera académica. En ese sentido, la reducción presupuestal en términos reales y su correlato en una pérdida salarial de casi 8% ya comienzan a percibirse en la práctica en los distintos servicios universitarios.

Héctor Cancela, presidente de la Asociación de Docentes de la Udelar (ADUR), quien también se desempeña como director del Instituto de Computación en la Facultad de Ingeniería, señaló que actualmente observan situaciones “complicadas y dramáticas”. Por ejemplo, mencionó que en algunos llamados a docentes “no se presenta casi nadie o quedan desiertos”. Pero una vez que los docentes ingresan al servicio, sobre todo en los grados más bajos, muchas veces están unos pocos meses y renuncian porque reciben una mejor oferta laboral. En este sentido, la extensión del teletrabajo en muchas empresas del sector privado posibilita que sea más factible trabajar para el extranjero sin tener que mudarse, aunque hay quienes también optan por emigrar, contó Cancela.

En suma, ven casos de docentes que “avanzan en su carrera, hacen el doctorado, se presentan a la dedicación total (DT)” y después de un año y medio, cuando se aprueba, “ya están contratados por una empresa”. El presidente de ADUR señaló que “estamos a punto de ver a docentes que ya tienen la DT y piden la suspensión del régimen, porque están teniendo otras posibilidades”.

Entre el multiempleo y la sobrecarga

En otros servicios, sin tanta demanda del sector privado como en el área tecnológica, la inserción laboral por fuera de la Udelar es más compleja. Un ejemplo de ello son algunas carreras de las ciencias sociales y las humanidades, como refirió a la diaria Sabrina Álvarez, docente de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación e integrante de ADUR.

Sin perjuicio de ello, dijo que en ciertas áreas en las que se requiere una mayor especialización e investigación, como en Arqueología, “los salarios son tan bajos y poco atractivos” que, sobre todo a largo plazo, se verá el déficit de docentes debido a la migración hacia otros servicios, tanto a nivel privado como al exterior. Lamentó, además, que se trata de docentes “altamente capacitados y reconocidos a nivel internacional”. “Hay un compromiso con la formación de recursos de la Udelar de altísima calidad, pero en algún momento tiene que haber un reconocimiento y nos estamos empezando a cansar de la situación”, sostuvo, y agregó que muchas veces los propios docentes deben invertir en la compra de equipos personales para trabajar. 

La exigencia de la especialización y la continua formación fue algo que también remarcó a la diaria el docente de la Facultad de Veterinaria en Paysandú y secretario de organización de ADUR, Javier García. “Es muy difícil tener el nivel de dedicación que exigen con un sueldo de 20.000 pesos”, esgrimió.

Para Álvarez, el efecto concreto de los salarios bajos repercute en la calidad del empleo, que se ve disminuida por la necesidad de tener “muchos trabajos” y así poder “pagar un alquiler, una cuota de hipoteca, mantener hijos”, entre otros gastos. A pesar del “esfuerzo tremendo” por mantener la mejor calidad posible en la formación, la docente describió que la situación no sólo es de “precariedad” sino también de “inestabilidad”, tanto para quienes están terminando la carrera de grado como para los que ya terminaron su doctorado, porque “no se generan posibilidades reales para solucionar, por ejemplo, el problema de la vivienda”.

Álvarez planteó que existe una mayor dificultad para aquellos docentes que, además de convivir con el multiempleo y la exigencia de una mayor formación para mantener el grado, tienen hijos a cargo. En suma, García explicó que en la Udelar son mayoría los docentes grado 1 y 2. Según especificó, el salario por 20 horas semanales ronda los 10.000 pesos en el caso de un grado 1 y los 20.000 pesos en los grado 2. 

En este marco, para García los grado 1 “quedan muy sumergidos”. A esto se suma que “no siempre es una elección del docente tener 20 horas, porque si el docente quisiera tener 40 horas y dedicarse a la Udelar, va a depender de si hay fondos o no para hacerlo”. A modo de resumen, García esbozó que la situación laboral del docente de la Udelar es de “precarización, porque nunca podés consolidarte y siempre estás dependiendo de determinados fondos para poder armar un ingreso más o menos digno”.

Por su parte, Cancela señaló que, en la medida en que la oferta de la Udelar en el interior se ha ampliado en los últimos años, cada vez son más necesarias tareas de coordinación entre carreras similares que se ofrecen en todo el país y que esa tarea también recae en los mismos docentes de siempre. Por su parte, planteó que una parte de la sobrecarga de trabajo que se ha vivido en los últimos tiempos tiene que ver con la creciente demanda de conocimiento especializado, que muchas veces hace el propio gobierno y no se remunera.

Por su parte, el presidente de ADUR señaló que, en esta oportunidad, el descontento y el cansancio con esta situación se está trasladando en una creciente movilización a nivel sindical, tanto a nivel central como en los núcleos de base de los distintos servicios universitarios, que también tienen reclamos específicos. En ese sentido, ADUR aprobó un cronograma de movilizaciones y paros activos para esta y la siguiente semana, que en Montevideo se coordinarán en forma zonal entre las facultades cercanas.

Sabor a poco

Otro de los temas que captó la atención durante la discusión de la Rendición de Cuentas en Diputados fue la propuesta del gobierno de eliminar gradualmente el pago adicional del fondo de solidaridad, cuya recaudación se destina a gastos de infraestructura de la Udelar y consiste en aproximadamente 15 millones de dólares anuales. Si bien dicho artículo no fue aprobado en la cámara baja, ya que no se llegó a un acuerdo a la interna de la coalición de gobierno, no está claro si legalmente podría volver a estar a discusión en el Senado.

No obstante, la forma en que se procesó la discusión generó preocupación en el rector de la Udelar, Rodrigo Arim. Según explicó a la diaria, se estuvo “al borde de desarmar un andamiaje financiero que sostiene una política pública sin construir alternativas serias y solventes”.

Al rector le llamó la atención que “algunos diputados mostraron mucha celeridad en avanzar en la eliminación del adicional”, pero hubo “propuestas que duraron menos de 24 horas sobre la mesa”, en alusión a las ideas de obtener recursos del Fondo de Desarrollo y luego del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria. Respecto de esta última propuesta, Arim dijo que “si se ve con un poco de frialdad, lleva a cuestionarse cuál es la prioridad que se le da al sistema de ciencia y tecnología de Uruguay en general”.

Si bien para el rector la posibilidad de eliminar el adicional “es una discusión válida”, señaló que debe tenerse en cuenta que son recursos importantes para la Udelar, que han permitido sostener y “apalancar” el desarrollo de los distintos campus, locales y laboratorios en las sedes del interior y también obras de Montevideo, como la construcción de la nueva Facultad de Veterinaria.

Sin embargo, Arim se mostró preocupado por la falta de atención a otras líneas programáticas de la Udelar en la Rendición de Cuentas. En particular, mencionó la necesidad de atender el incremento de entre 15% y 16% de matrícula en relación a los niveles prepandemia, lo que equivale a unos 5.000 estudiantes más por año. Si bien dijo que ello fue acompañado por el incremento de los egresos, las horas docentes con las que cuenta la institución se mantienen “estancadas”, y ello ya se está volviendo un problema para atenderlos adecuadamente. Según el rector, junto con la cantidad también aumenta la heterogeneidad de estudiantes, lo que hace necesario pensar estrategias diferenciales para sostener sus trayectorias, para lo que se necesitan más docentes. En ese sentido, recordó que la demanda de becas estudiantiles ha ido en aumento y que supera la capacidad de respuesta de la institución.

La otra línea importante que quedó sin incrementos es la generación de posibilidades dentro de la carrera académica y científica, principalmente para jóvenes. Al respecto, Arim recordó que “entre 70% y 80% de la producción científica y la creación cultural en el país” es realizada por docentes de la Udelar. Al respecto, señaló que si la Universidad no tiene la posibilidad de generar puestos de trabajo para quienes realizan maestrías y doctorados, “el que pierde es el país, porque no hay otros espacios institucionales capaces de absorber esas capacidades”. “Todo el mundo reconoce que es un problema, pero si no tomamos medidas para ampliar estas posibilidades, la generación que está formándose hoy va a tener dificultades para insertarse dinámicamente en Uruguay”, concluyó.

Correr el foco

Por eso, el rector espera que en el Senado la discusión parlamentaria no se centre en los recursos provenientes del adicional del fondo de solidaridad, sino en la posibilidad de lograr recursos incrementales para otros programas universitarios. “Por suerte, Uruguay está generalizando la educación terciaria y superior, pero no podemos seguir atendiendo muchos más estudiantes, más heterogéneos, con más necesidades, exactamente con el mismo plantel docente”, sostuvo.

Consultado al respecto, Arim señaló que entre los docentes “es claro que están presentes dos sentimientos”. Por un lado, habló de “cierta tensión por la sobreexigencia” que se genera por la mayor demanda estudiantil. Además, el rector planteó que los reclamos de ADUR se hacen “con mucha generosidad”, ya que no plantean restringir su actividad, sino que “con las mismas horas docentes se está haciendo un conjunto de actividades muy superior a las que se hacían dos años atrás”.

Por otro lado, advierte “cierta frustración”, a la que también consideró “razonable”, ya que “tienen una sensación de no reconocimiento del esfuerzo que se ha hecho durante los dos años y medio de pandemia”, principalmente entre los docentes más jóvenes. Además, el rector planteó que los sindicatos de la Udelar también tienen razón al sentir malestar por la forma en que se dio la negociación salarial, en la que la Universidad “fue tratada de una manera discriminatoria”. Según recordó, el gobierno no convocó a la Udelar y a sus sindicatos a negociar la forma en que se daría la recuperación salarial, fórmula de la que se enteraron a través del proyecto de ley de Rendición de Cuentas enviado al Parlamento.

“Lo que se plantea en la Rendición de Cuentas es que ese aumento se efectivizará si hay un acuerdo de negociación colectiva con la Udelar y con sus gremios. Ahora no hay negociación posible, porque lo que hay es una propuesta de un contrato de adhesión: o se adhiere a esos contratos ya definidos, cuando los trabajadores de la Udelar no participaron en la discusión, o quedan por fuera de los incrementos salariales”, lamentó.

En busca de recursos

El senador nacionalista Jorge Gandini, quien semanas atrás mantuvo una reunión con Arim, reiteró su compromiso de no votar la eliminación del diferencial del Fondo de Solidaridad si no se asegura que la Udelar sea compensada por la pérdida de esos fondos. Entrevistado por Telemundo, el legislador señaló también que buscará reasignar recursos para otorgar recursos incrementales a la Universidad.

Según explicó, para ello “hay que mirar en el planillado [del gasto del Estado] y no en el articulado [del proyecto de ley]”, en referencia a que buscará encontrar esos recursos en el presupuesto que se asigna y no se gasta. Además, dijo que esas ejecuciones deben ser observadas “en el histórico” de la ejecución presupuestal. Gandini fundamentó la necesidad de encontrar esos recursos en que la Udelar los pide para la expansión en el interior y para lograr una mayor descentralización, lo que “tiene mucho que ver con la filosofía” de su partido político.