La ocupación en la Facultad de Ciencias Sociales se mantendrá hasta este jueves a las 22.00, cuando la medida habrá cumplido tres días en forma continua. Después de que el lunes una asamblea del Centro de Estudiantes de Ciencias Sociales (Cecso) definió ocupar el centro educativo, sucesivas asambleas decidieron continuar con la medida hasta este jueves, pero el viernes tampoco habrá clases porque hay asueto por el Día de la Universidad.
Fiona Colli y Elisa Filgueira, voceras de los estudiantes, explicaron a la diaria que el motivo principal de la medida es presupuestal, en un contexto en el que la Universidad de la República (Udelar) intenta conseguir recursos incrementales en la Rendición de Cuentas, algo que no fue previsto en el mensaje original del Poder Ejecutivo. Según plantearon, el reclamo “no es algo abstracto”, sino que “impacta en las trayectorias” de miles de actuales y futuros estudiantes de la institución, y en particular en los que sufren situaciones de vulnerabilidad social.
Como ejemplo de programas que se han visto afectados en los últimos años hablaron del “retiro de la Udelar” de muchos espacios de privación de libertad, principalmente por “falta de recursos de las unidades penitenciarias”. Por su parte, señalaron que la necesidad de que la universidad siga creciendo en el interior “es una demanda histórica de estudiantes” para la que en los últimos años la Udelar hizo “un esfuerzo real y sostenido”. No obstante, advirtieron que para su profundización “se necesita un presupuesto digno y que esté a la altura”, pero lamentaron que “el recorte presupuestal trunca muchos procesos de descentralización real que estaban planificados para este período”.
Por su parte, el Cecso también tomó la medida en solidaridad con los gremios estudiantiles de formación en educación. En ese sentido, rechaza la reforma propuesta por la Administración Nacional de Educación Pública, que, a través de la formación de los educadores, afectará la educación de niñas, niños y adolescentes en los próximos años. Sobre ese tema el centro señaló que la voz de los estudiantes “no está siendo escuchada” y contrastó el actual proceso de reforma de planes y programas con el que se concretó en 2008, para el que se tomaron tres años previos de discusión con participación de los actores directamente involucrados.
Por qué ocupar
La ocupación no fue definida de un momento para otro y es una decisión que los estudiantes venían madurando hace tiempo, en la medida en que veían cómo avanzaba la discusión presupuestal en el Parlamento. Colli y Filgueira señalaron que, si bien la medida fue tomada por una importante cantidad de estudiantes, están recibiendo el apoyo de los sindicatos docentes y de funcionarios administrativos, técnicos y de servicio. En ese marco, se están realizando talleres, clases abiertas y distintas actividades para hablar de las reivindicaciones con estudiantes de la facultad y con la sociedad en general. También se trabaja en la organización interna de la medida, trasladando pautas de autocuidado a quienes ocupan y manteniendo la higiene del edificio, entre otras cosas.
En los últimos días, distintos actores de dentro y fuera de la universidad plantearon cuestionamientos a la medida de ocupación e incluso la contrapusieron con el derecho a estudiar. Consultadas al respecto, las voceras del Cecso explicaron que en las últimas semanas el centro de estudiantes realizó diversas actividades para discutir y protestar, pero comenzaron a ver que no iba a existir un aumento presupuestal acorde a las necesidades de la institución.
Por lo tanto, indicaron que la medida de ocupación opera como “desencadenante y respuesta” al proceso que se viene dando a nivel político, ya que no había muchas herramientas para plantear con más fuerza sus reclamos. En ese sentido, entienden que “la voz popular” es necesaria para “una construcción política verdaderamente plural”. Además, lamentaron que en el momento actual se ha “agravado” la “criminalización de la protesta” por parte del gobierno, y en particular de la protesta estudiantil. Colli y Filgueira dijeron que “sistemáticamente se tapan los muros” de los reclamos estudiantiles, se concretan desalojos y la ocupación es declarada ilegítima “cuando no lo es”.
“Es una medida histórica y legítima del movimiento estudiantil y una de las máximas medidas de lucha que tenemos como estudiantes organizadas”, dijeron, y agregaron que “es una forma de hacerse ver y de elevar una voz” cuando previamente “ya se han empleado otras medidas gremiales” que no fueron escuchadas. Además, dejaron en claro que, justamente, las reivindicaciones apuntan a “la conservación de una educación pública y popular que estamos defendiendo para todas”.