Marco referencial para la enseñanza de la inteligencia artificial es el nombre del documento que este jueves presentó Ceibal y que fue diseñado para orientar el abordaje de la inteligencia artificial (IA) en el aula. Según comentaron distintos actores en la presentación, se trata de un tema con cada vez más implicancias en la vida cotidiana y no solo en la educación.

Leandro Folgar, presidente de Ceibal, dijo que la agencia está “al servicio del sistema educativo” uruguayo, con el objetivo de que “el futuro esté equitativamente distribuido en cada comunidad educativa del país”. Sobre los impactos de la llegada y masificación de la IA generativa, sostuvo que “son desiguales”. En ese sentido, señaló que los docentes y el sistema educativo son quienes deben “garantizar equidad” y, por lo tanto, resulta importante que tengan orientación para abordar estos temas. Según dijo, Ceibal realiza esa función “con una voz clara” y con “principios orientadores en materia ética”.

En suma, Folgar señaló que la agencia tiene la posibilidad “de trabajar proactivamente con mucha capacidad profesional y masa crítica en pro de que la llegada de esta tecnología disruptiva favorezca a más estudiantes y garantice más y mejores aprendizajes”.

Emiliano Pereiro, jefe de Pensamiento Computacional de Ceibal, fue el encargado de presentar la guía y lo hizo a través de un diálogo con Folgar; Fiorella Haim, gerenta general de Ceibal; y Renato Opertti, experto en educación. Pereiro contó que el trabajo de Ceibal en IA comenzó en 2021, antes de que “explotara” la IA generativa en todo el mundo. El marco fue hecho por dos áreas de Ceibal: Pensamiento computacional e Investigación y desarrollo.

Según resumió, el documento, que se puede descargar de Biblioteca País, trata de dar insumos a los docentes sobre cómo pararse para enseñar IA en el aula, y agregó que se trata de un trabajo coordinado con la Administración Nacional de Educación Pública. Además, planteó que se trata de “un documento pionero en la región”, por lo que lo consideró un hito.

El marco tiene distintas dimensiones de abordaje y una de ellas es “qué es la IA”. Para ello, Pereiro dijo que es clave “utilizar y reconocer conceptos de inteligencia” y también “distinguir entre artefactos tecnológicos que usan IA y los que no”, de forma de impulsar discusiones en el aula. Según planteó Haim, ello ayuda a los docentes a “ordenar” los conceptos cuando piensan en propuestas para abordar en clase y, además, señaló que los abordajes no tienen por qué ser únicamente teóricos, sino que también se pueden hacer probando distintas herramientas existentes.

La segunda dimensión apunta a responder cómo funciona la IA y para ello el marco invita a centrarse en la idea de datos, que, según explicó Pereiro, son el “combustible” de la IA, y también en el rol humano. Precisamente, Folgar señaló que los datos tienen sesgos que en realidad corresponden a las personas y, por lo tanto, la IA también permite poder identificar esos sesgos más fácilmente. Al respecto, agregó que con la IA tenemos como “un superpoder”, debido a la gran cantidad de datos que procesa, que son muchos más de los que el cerebro humano puede procesar.

Otra de las dimensiones sobre las que se invita a los docentes a trabajar para abordar la IA es el aprendizaje computacional. Pereiro detalló que ello tiene que ver con las nociones de aprendizaje automático, la programación, los algoritmos y, de nuevo, el rol humano. En suma, el marco invita a trabajar con base en el pensamiento computacional, concretamente para ver “qué tipo de problemas podemos resolver con IA y cuáles no”. Al mismo tiempo, planteó la importancia de visualizar las fortalezas y debilidades de la herramienta.

Finalmente, el marco plantea la relevancia de abordar en clase “el uso ético de la IA” y a reflexionar sobre los impactos sociales que puede generar en el mediano y largo plazo. En esta dimensión el rol que juegan las personas cobra todavía más importancia, y se plantea la necesidad de hacerlo a través de una “visión crítica” y de enfoques interdisciplinares. Al respecto, Haim dijo que se trata de una dimensión fundamental, ya que “en todas las actividades tiene que haber espacios de reflexión”, en este caso, para ver posibilidades y limitaciones de la IA.

Por su parte, Opertti consideró que el marco es “fundacional, es valioso, pertinente, audaz, claro, actualizado y futurista”. Valoró que se trate de una herramienta “pionera en la región” y visualizó que “va a ser un instrumento fundamental”. Según dijo, “el tema que está detrás de esta discusión es cómo fortalecemos la inteligencia humana”, porque “la inteligencia artificial sola no va a dar respuestas”.