La aprobación de la malla curricular para el nuevo primer año de bachillerato despertó preocupación y generó el rechazo de la Coordinadora en Defensa de la Filosofía y su Enseñanza, que nuclea a distintos colectivos docentes. La coordinadora realizó una “asamblea de urgencia” el miércoles y emitió una declaración en la que reitera las críticas que ya había hecho cuando se difundió el documento preliminar de los nuevos bachilleratos, ya que las materias referidas a la disciplina no sufrieron cambios.
El colectivo rechaza que la asignatura Filosofía pase de tener cuatro horas semanales en cuarto año del plan de estudios vigente en Secundaria a sólo tres en el primer año de bachillerato a aplicarse desde el año que viene. Si bien las autoridades de la educación han argumentado que no se perderán horas porque se crea la optativa Argumentación y Debate, que cuenta con dos horas semanales y podrán tomar profesores de la asignatura, la coordinadora señala que se trata de una manera “de disimular el recorte”.
Al respecto, se argumenta que las optativas “no estarán en todos los liceos ya que dependerá de la cantidad de grupos de primero de educación media superior y de condiciones de instrumentación que no se han aclarado”. La coordinadora señala que la proyección de grupos de 2023 de Secundaria plantea que en todo el país hay 1.032 grupos de cuarto año de liceo y, por lo tanto, esa misma será la cantidad de horas que se perderán, “lo que equivale a 51 unidades docentes”.
En tanto, señalan que la optativa Argumentación y Debate tendrá “un sexto de probabilidades” de ofrecerse en cada liceo, ya que en total son seis las materias por las que los estudiantes podrán optar. “Esta carga horaria no cubre las horas que se pierden de Filosofía ni en los cálculos más optimistas”, sostiene el colectivo, que afirma que “desde un punto de vista pedagógico” Argumentación y Debate no funciona “como complemento de Filosofía” y, por lo tanto, “no es un complemento cualitativo ni cuantitativo”.
La declaración también cuestiona la fundamentación del documento aprobado por el Consejo Directivo Central (Codicen) esta semana respecto de la importancia de la disciplina. En particular, se critica que dicho texto mencione a la hermenéutica como rama de la filosofía, cuando “es un método y una corriente filosófica”, plantean los profesores. “Mencionar a la ‘teoría hermenéutica’ como rama de la filosofía es como mencionar entre ellas a la teoría existencialista”, complementan.
Asimismo, critican que el documento curricular afirme que Argumentación y Debate “complementará” la materia Filosofía: “No podrá ser complementaria en todos los casos, ya que recaerá en la autonomía de los centros elegir o no tener la unidad curricular, en caso contrario, la autonomía que se presenta no es más que un recurso retórico para el recorte pedagógico y presupuestal que denuncian los colectivos docentes”.
Por su parte, recuerdan que Filosofía no está presente en las mallas curriculares de los grados anteriores, por lo que “para propiciar un acercamiento serio y sentar las bases para los siguientes cursos de la disciplina” es “necesaria” la hora que habrá de menos el año que viene en primero de bachillerato. Al mismo tiempo, todavía no está definida la presencia de la materia en los grados siguientes, por lo que cuestionan que el documento aprobado por el Codicen hable de la proyección a los próximos años.
Sobre el proceso de consulta, la coordinadora entiende que las autoridades de la educación no generan un “diálogo real”. “Nuestras solicitudes para la realización de salas docentes no fueron atendidas, las Asamblea Técnico Docentes (ATD) han sido constantemente desoídas y entorpecidas en su funcionamiento. Se niega la participación real de las ATD y los colectivos docentes de asignatura porque solamente han sido informados sobre documentos ya elaborados por la ANEP sin la suficiente transparencia”, afirman. Al respecto, agregan que la coordinadora ha elaborado documentos y propuestas que fueron enviadas a la Inspección de Filosofía de Secundaria, pero lamentan que “ninguno de estos aportes ha sido tomado en cuenta”.
El colectivo, que nuclea a más de 500 profesores, afirma que la llamada Transformación Curricular “es un cúmulo de improvisaciones y supuestas innovaciones sin fundamentos epistemológicos sólidos” que implican “recortes de contenidos pedagógicos y presupuestales”. “Las autoridades políticas de ANEP se presentan como abiertas cuando simplemente realizan cambios menores dentro del marco general de las competencias que se plantea como innegociable, y de una concepción economicista de la educación”, critican, y lo ilustran con la inclusión de la asignatura Emprendedurismo, “que tiene como objeto moldear sujetos adaptados al mercado y no la formación integral del ser humano”, según afirman.