Como todos los años, la Dirección General de Educación Secundaria (DGES) inicia a esta altura del año el planillado con los grupos previstos en los 300 liceos públicos del país. En el caso del Instituto Alfredo Vásquez Acevedo (IAVA), la previsión de las autoridades cayó como un balde de agua fría y fue tomada como “un nuevo ataque” al centro educativo, señalaron a la diaria desde el núcleo sindical de profesores. Actualmente el liceo cuenta con 45 grupos contando todos los turnos, y la previsión para 2024 es de solamente 26. Según los cálculos de los profesores, esto dejaría un saldo de 19 grupos menos, que en realidad serían 20, porque hay un sexto de agronomía que pasaría a ser “compartido” con otra orientación.
Entre otros aspectos del recorte, el liceo se quedaría sin grupos de cuarto año –en 2023 hay ocho–, nivel en el que en 2024 comenzará a aplicarse la reforma curricular de los bachilleratos, y tampoco contaría con grupos de quinto Humanístico, la opción más elegida por los estudiantes en todo el país. Además, desde el núcleo sindical advierten que la DGES decidió sacar el proyecto dirigido a estudiantes sordos del IAVA –donde funciona desde hace 26 años– y pasarlo al liceo 27, un liceo de adultos y sin experiencia previa en el trabajo con estudiantes sordos.
Los profesores advierten que, si se mantienen estas proyecciones, el año que viene el IAVA reducirá drásticamente la cantidad de estudiantes y, por lo tanto, bajará de categoría. Según datos de la DGES, este año el IAVA cuenta con 1.871 estudiantes, lo que lo hace un centro de primera categoría, que integran los liceos con más de 1.000 estudiantes. Según establece un estudio del Instituto Nacional de Evaluación Educativa, la categoría del centro determina el salario del equipo de dirección y el monto de la caja chica que recibirá cada liceo. Por lo tanto, de contar con menos de 1.000 estudiantes, el IAVA bajaría de categoría y, de esa manera, su equipo directivo percibirá menos salario y tendrá menos recursos económicos para la institución.
Además, los profesores sindicalizados estiman que esta situación repercutirá en que muchos docentes opten por otro centro educativo, ya que la prioridad en la elección de horas será para aquellos con más antigüedad. En diálogo con la diaria, una de las integrantes del núcleo sindical dijo no entender el motivo de la medida.
Según agregó, la proyección de grupos suele conversarse y negociarse entre los docentes y el equipo de dirección del liceo, pero recordó que actualmente el IAVA no tiene director, ya que la DGES definió que Leonardo Ruidíaz volviera a una oficina administrativa hasta tanto concluya el sumario en su contra. Ante ese escenario, el liceo sigue siendo gestionado por dos inspectoras que no tienen diálogo con el núcleo sindical de docentes.
La docente interpreta lo planificado en el planillado como “una provocación” y como “el golpe de fin de año” al liceo, ya que su comunidad educativa siente que viene siendo afectada por decisiones de las autoridades desde principio de año. En particular, advirtió una intención de desarmar el núcleo sindical de profesores, ya que ante un escenario con casi la mitad de los grupos muchos de sus integrantes podrían quedarse sin horas en el centro educativo.