Además de los cambios curriculares en la educación obligatoria, se está diseñando e implementando un nuevo plan de estudios en la formación de educadores. A diferencia de lo que ocurrió en la Educación Básica Integrada, que va desde la educación inicial a noveno grado, donde este año se implementaron los cambios en varios grados en simultáneo, en las carreras que tiene a cargo el Consejo de Formación en Educación (CFE) fueron de a un año a la vez. En diálogo con la diaria, el presidente del organismo, Víctor Pizzichillo, señaló que así es como se han implementado los últimos cambios de plan, debido a que de esta forma se hace más ordenado el proceso y, por ejemplo, se facilita que los estudiantes que comenzaron con el anterior puedan optar si se quedan en él o migran al nuevo.

El nuevo plan se está implementando con el rechazo del Sindicato Docente de Formación en Educación (Sidfe) y de la Asamblea Técnico Docente del CFE; con respecto a las críticas que ha recibido el proceso, Pizzichillo considera que es algo natural en todo proceso de cambio. En ese contexto, el organismo definió que los cursos de formación para que los profesores se capaciten para dictar cursos bajo un enfoque que prioriza el desarrollo de competencias sean obligatorios, pero no se penaliza a quienes no asisten. Según el jerarca, ese formato permitió un buen clima de trabajo y, al mismo tiempo, entre febrero y julio, en algunos centros de Montevideo, departamento donde las autoridades esperaban un menor nivel de participación, llegaron a asistir 65% de los docentes. Al respecto, dijo que el centro con más participación de la capital fueron los Institutos Normales de Montevideo y que en algunos centros del interior llegaron a cursar todos los docentes.

Si bien consideró que todavía faltan los datos de retención de estudiantes –que hasta ahora en el primer año de las carreras ronda el 50%–, el jerarca consideró que la evaluación de la implementación del primer año en el plan hasta ahora es positiva. Como una muestra de ello mencionó que, hasta mitad de año, en las asignaturas semestrales observaron un “mucho mayor” grado de presentación de los estudiantes que debieron rendir una “prueba complementaria”, con relación al “tradicional examen” del Plan 2008.

En suma, Pizzichillo consideró que el nuevo plan cuenta con más horas de clase para los estudiantes, lo que implica la ejecución de 3.000 horas docentes mensuales más. Según valoró, esto en parte sirve para atender algunas situaciones de “estudiantes con ciertos desarrollos competenciales un poco descendidos”, en función de lo que mostró la prueba Informa 2023.

En ese sentido, el presidente del CFE habló de la necesidad de “que los estudiantes tengan el espacio de aula, ya sea virtual, presencial o mixto, para que efectivamente tengan la oportunidad de aprender”. “Este es el público que recibimos, y nosotros tenemos que lograr en cuatro años dar el mejor proceso formativo posible”, agregó. Al respecto, el jerarca valoró positivamente el resultado de los talleres de producción escrita y los cursos en línea para mejorar las habilidades de lectura, dirigidos a quienes no llegaron a niveles de suficiencia en la prueba diagnóstica realizada a principio de año.

Cambios en la elección de horas

Otro punto de conflicto reciente entre el Sidfe y el CFE fueron los cambios implementados en la elección de horas que comenzó este año para los cursos de 2024. Al respecto, Pizzichillo fundamentó que si bien históricamente en Formación en Educación se ha reclamado la creación de cargos para los docentes, la creación de “paquetes de horas” es “lo posible” en la actual administración y por ello se creó el sistema de Unidades Horarias de Desempeño Docente.

Si bien señaló que desde la aplicación del Plan 2008 las horas docentes en el CFE “bajaron” de 60 a 45 minutos para acompasarse con lo que ocurre en la educación media y eso se mantiene en el Plan 2023, los nuevos paquetes volvieron a generar horas de 60 minutos. Respecto de las críticas que ha recibido desde el sindicato, Pizzichillo respondió que es necesario considerar que los mínimos de docencia directa definidos por el nuevo sistema están medidos por horas de 45 minutos, pero los paquetes son de horas de 60.

En total, el CFE definió la creación de cinco “paquetes”: uno de diez horas, otro de 20, otro de 30, otro de 40 y otro de 45. “Por ejemplo, el paquete de diez horas equivale a diez horas de 60 minutos, o sea, son 600 minutos. Para poder constituir esa unidad, tenés que tener un mínimo de ocho horas de 45 minutos de docencia directa, o sea que son 360 minutos. Entonces, para constituir una unidad de 600 minutos tengo que tener 360 minutos de docencia directa; esa es la relación que se establece. A veces se dice que para tener la unidad de diez horas tengo que tener ocho horas, pero no se aclara esa diferencia” de minutos, señaló Pizzichillo.

Además, cada paquete incluye obligatoriamente una hora de coordinación en cada centro o instituto en el que el docente trabaje, algo que también es cuestionado por el sindicato, que entiende que esa hora debe regir para todos los centros en donde el docente elija horas, explicó Pizzichillo. El jerarca fundamentó la decisión del CFE en que “cada comunidad tiene sus características, sus proyectos, en cada comunidad los estudiantes tienen sus intereses”, y “no es lo mismo trabajar en un centro que en otro”.

Por otra parte, señaló que el objetivo del cambio es que los profesores acumulen más horas en el organismo y, como lo establece el estatuto docente de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), el nuevo sistema prioriza a los docentes efectivos, algo que, según admitió, puede dejar menos horas disponibles para los interinos. Al respecto, Pizzichillo aseguró que el CFE tiene docentes efectivos que concursaron con distintas bases, pero las Unidades Horarias de Docencia Directa “contemplan la posibilidad de conformar paquetes manteniendo las condiciones sobre las cuales la gente se efectivizó”.

El jerarca sostuvo que, de acuerdo al inicio del período de elección de horas, se ha logrado que varios docentes asuman paquetes de 45 horas en el CFE, lo que implica que pasen a una dedicación exclusiva en el organismo.

En tanto, sostuvo que el CFE también generó un mecanismo por el cual los docentes que asuman sus horas deben presentar un plan anual de trabajo al 15 de abril de cada año. Según explicó, dicho plan va más allá de lo que vaya a hacer en los cursos a cargo, ya que debe explicar qué hará con su carga horaria total. Meses después, al finalizar el año lectivo, “el docente tendrá que presentar una memoria de lo que efectivamente hizo”, dijo el jerarca, y explicó que eso quedará cargado en el Sistema de Gestión Humana. Al respecto, agregó que será tenido en cuenta en “los procesos de evaluación, de efectividad, los llamados a concurso y demás”, y los postulantes no deberán volver a presentar esa información.

¿Menos pedagogía?

Consultado sobre el reclamo que hacen los profesores de Pedagogía del CFE sobre la imposibilidad de asumir horas en la materia Sistema Educativo Nacional: Políticas Educativas, Pizzichillo respondió que al leer “el fundamento, las competencias, los contenidos y la bibliografía” para el curso estos quedan “asociados más directamente a una visión desde el derecho”, y por eso los profesores de esa asignatura quedan a cargo del curso. “Por ahí se dice que el Derecho va a definir el campo de la Pedagogía. Y yo hago la pregunta a la inversa: ¿la Pedagogía le va a definir el campo del Derecho?”, cuestionó.

En suma, el jerarca aseguró que el enfoque jurídico en estos temas es necesario para los docentes, ya que muchas veces muestran “falencias”, según se aprecia en los procesos de formación y también en la gestión.

“No sólo son los principios constitucionales, sino cómo se definen las políticas públicas desde el punto de vista de los procesos legislativos, de los procesos de la elaboración de los presupuestos. Es necesario que un docente también conozca todas esas cuestiones, y no es en desmedro de la pedagogía. Nosotros tenemos una carga de Teoría Pedagógica de cinco horas en un caso y de seis horas en otro”, dijo Pizzichillo, y aseguró que, de esa forma, se mantiene la carga horaria de la disciplina en el anterior plan. Precisamente, apuntó contra una decisión que se tomó en la implementación del Plan 2008, a la que definió como “un escándalo”, cuando se definió que los docentes de Pedagogía fueran los únicos que pudieran tomar horas para el curso Observación y Análisis Institucional. Según consideró, en ese momento se dejó afuera a otras disciplinas, como la Didáctica, y esto “generó un desequilibrio” de horas en favor de los docentes de Pedagogía.

Por su parte, el jerarca también desestimó las críticas que apuntan que con el nuevo sistema de elección de horas los estudiantes recibirán cursos menos específicos porque se fomenta que los profesores tomen horas de otros cursos dentro de sus departamentos, más allá de aquellos para los que se formaron especialmente. En ese sentido, respondió que los departamentos están agrupados bajo una misma lógica disciplinar o epistemológica. Además, consideró que el docente que asuma horas para nuevos cursos tendrá que estudiar para prepararlos, y también apela a la dimensión “ético profesional” por la que no asumirán cursos para los que no se sientan preparados.