Después de que la Federación Nacional de Profesores de Educación Secundaria (Fenapes) denunciara que hay 20.705 horas docentes sin asignar en ese subsistema, la Dirección General de Educación Secundaria (DGES) emitió un comunicado en el que asegura que el acto eleccionario “se ha desarrollado favorablemente” desde diciembre hasta la fecha.
Según informó el organismo, al 15 de marzo se había otorgado 94% de las horas disponibles, 1,4% menos que al 1º de marzo. La DGES señaló que ello se debe principalmente a que entre diciembre y la primera semana de marzo se abrieron 117 nuevos grupos. De todas formas, Secundaria afirma que, al viernes pasado, el porcentaje de horas asignadas subió a 95%.
En su defensa del proceso de elección de horas que está llevando adelante -exclusivamente en forma virtual- el organismo apeló a la comparación con el gobierno anterior. No obstante, eligió como referencia 2019, cuando se registró el porcentaje más bajo de asignación de horas al inicio del año lectivo desde 2016. Ese año, al 15 de marzo se había otorgado 93,8% de las horas.
La dirección a cargo de Jenifer Cherro apeló a ese número para afirmar que en este período de gobierno Secundaria “mejoró el porcentaje en estos dos últimos años, incluso cuando el país estaba en emergencia sanitaria por la pandemia de covid-19”. Tomando como referencia el 15 de marzo, señaló que en 2020 se habían asignado 95,5% de las horas, mientras que en 2021 y 2022 se habían otorgado 96,2% y 96,6% de las horas, respectivamente.
Según explica en el comunicado, la variación del porcentaje de horas de este año en relación con 2021 y 2022 “se debe a una mayor fluctuación en la cantidad de horas para otorgar”. Al respecto, se explica que eso “responde a los constantes cambios en las vacantes que se generan cuando los docentes liberan las horas que les fueron asignadas para tomar otros cargos amparados por la reglamentación vigente, lo que sucede históricamente en el sistema educativo”. Para cubrir esas vacantes la DGES está haciendo “llamados extraordinarios”, de forma de “designar las horas de las asignaturas que se ven más afectadas por la liberación de horas por parte de los docentes o que tienen menos docentes para asignar”.
En particular, el subsistema de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) defendió la realización virtual del acto eleccionario, porque mejora la experiencia de los usuarios y es valorado positivamente por los docentes, más allá de que desde Fenapes se ha denunciado que no otorga garantías adecuadas.
Comparación llamativa
Si bien el año elegido para comparar es el último del período de gobierno anterior, coincide con que es el de peores registros de esos años, cuando se trabajó para la mejora del sistema de elección, explicó a la diaria Celsa Puente, directora general de ese subsistema entre 2014 y 2018. Según consta en el informe de gestión que presentó ante el entonces presidente de la República, Tabaré Vázquez, luego de que el Consejo Directivo Central de la ANEP le pidiera la renuncia, en 2016 y “por primera vez” se logró una cobertura de 97% de horas de clase otorgadas en marzo. En suma, para el año siguiente ya se contaba con ese porcentaje el 6 de marzo, al inicio del año lectivo, y a fines de febrero de 2018 ya se habían asignado 96% de las horas docentes, según consta en el sitio web de Presidencia de la República.
Consultada al respecto, Puente recordó que al asumir su cargo en enero de 2014 ya no tuvo margen de incidencia para la elección de horas de ese año, pero sí comenzó a trabajar a nivel informático y de gestión para mejorar el proceso y que los cursos pudieran iniciar con menos horas vacantes en los liceos. “Yo empezaba en abril a preparar la elección de horas para que largara en octubre”, dijo, y recordó que hacía un seguimiento de los procesos que estaban a cargo de la dirección de gestión y soporte de la enseñanza de Secundaria.
En esos años Fenapes también tuvo varios cruces con Puente por este tema, como el que se dio a fines de marzo de 2016, cuando el sindicato denunció que en total quedaban entre 38.000 y 45.000 horas vacantes, pero la exjerarca afirmaba que en realidad eran 16.000.