“La mejora en los egresos de la educación obligatoria del país (Secundaria y UTU) es el resultado de las acciones desarrolladas desde la ANEP [Administración Nacional de Educación Pública] del trabajo de los equipos docentes y de factores asociados”, aseguró en su cuenta de Twitter el presidente del Consejo Directivo Central (Codicen) de la ANEP, Robert Silva. El posteo ocurrió luego de que este martes El Observador publicara un análisis de los datos de la Encuesta Continua de Hogares (ECH) que mostraron que, en 2022, 50,9% de los jóvenes de entre 21 y 23 años tenía bachillerato culminado, contra 43,3% en 2019. De esa forma, se cumplió la meta fijada por la ANEP para ese año, que se planteaba llegar a 50%, pero todavía queda un tramo para llegar al 75% que pretende para el final de este período de gobierno.

“Fueron muchas las comunidades educativas que a través del trabajo de sus equipos docentes desplegaron distintas estrategias/dispositivos puestos a su disposición por la ANEP logrando generar más oportunidades para tantas miles de personas”, manifestó Silva.

Algunas de las estrategias desplegadas para lograr el objetivo, según explicó el presidente del Codicen, fueron “desarrollar un plan de inicio y finalización de cursos común con pruebas diagnósticas, módulos de bienvenida para fortalecimiento de aprendizajes, acompañamientos específicos, priorizaciones curriculares y tutorías en clave sistémica”.

En ese marco, afianzó que “Secundaria destinó más de 10.000 horas para tutorías y acompañar a estudiantes desde proyectos de los propios liceos, incluido el bachillerato, que no lo tenía”. Al respecto de las tutorías, también señaló que la Dirección de Jóvenes y Adultos del Codicen estableció “cientos” de tutorías de 15 horas para los estudiantes que tenían pendientes hasta cuatro asignaturas para finalizar bachillerato. Asimismo, dijo que en UTU “por primera vez” hubo 5.500 horas docentes “destinadas a tutorías de estudiantes en los diferentes niveles educativos”.

Por otro lado, Silva se refirió a algunas modificaciones que se hicieron en el turno nocturno de Bachillerato y que “repercutieron favorablemente”, como la semestralización de asignaturas “con un fuerte componente de virtualidad”. En consideración del contexto de pandemia, Silva resaltó que se atendió con la permisión de promover con “más asignaturas pendientes”.

Motivos del avance

Los datos expuestos y las razones de la mejora en el egreso fueron puestos en cuestión. En diálogo con la diaria, Pablo Caggiani, exconsejero de Educación Inicial y Primaria y actual director por el Frente Amplio en el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineed), afianzó que “el problema es que la mejora en el indicador no obedece a cuestiones sustantivas vinculadas a los aprendizajes o tutorías, sino a que se cambiaron las reglas de juego”.

De una forma similar a lo expresado por el senador José Carlos Mahía en su cuenta de Twitter, Caggiani recordó que casi al terminar el año pasado se flexibilizaron ciertos criterios, como bajar la nota necesaria para exonerar las materias y que no se cuenten las inasistencias. Como consecuencia, dijo, “es muy natural que haya mejoras en la cantidad de gurises que terminan el Bachillerato, pero no quiere decir que sean mejores en aprendizaje”.

“Es medio raro festejar una cosa cuando las autoridades agrandaron el arco”, continuó el director del Ineed. Aun así, remarcó que “esto no quiere decir que haya varias cosas para revisar en términos de las reglas de juego, del pasaje de grado, que es lo importante del bachillerato, de forma de posibilitar que más estudiantes terminen”.

Caggiani hizo referencia a dos puntos que han sido mencionados por las autoridades como causa de la mejora en el egreso: por un lado, la transformación educativa, como lo hizo en Twitter el diputado colorado Felipe Schipani. Al respecto, Caggiani recordó que la llamada Transformación Curricular Integral “empezó hace un mes y no en Bachillerato”. En segundo lugar, refirió a las tutorías, y afirmó que “en Bachillerato fueron muy poquititas, prácticamente inexistentes”.

En cuanto a la pandemia, Caggiani señaló que se trató de una “situación paradójica” por los cambios que se produjeron por el contexto, que generaron el aumento de la repetición en Primaria y que en la educación media disminuya. A su vez, dijo que dejó “mayores niveles de abandono”.

Sin embargo, hizo énfasis en que aún hay mucho por saber sobre los efectos de la pandemia en la educación. Hasta el momento, resaltó que se conocen las consecuencias “sobre los aprendizajes, la socialización, la convivencia o cómo los gurises habitan las instituciones y las cuestiones de salud mental”.

A pesar de todos estos puntos, Caggiani recordó que desde 2004 se observa una tendencia al alza en el indicador de egreso. En 2005, aseguró que 28% de los jóvenes de entre 21 y 23 años finalizó Bachillerato, lo que significa que tres de cada diez estudiantes egresaban. Luego esa cantidad aumentó a cuatro y, ahora, a cinco. “El desafío es que sea universal”, sentenció.

Por último, Caggiani habló sobre la metodología y la interpretación de los datos: dijo que la ECH “tuvo una pausa en el módulo de educación por tres meses y, además, cambió lo metodológico”. “Hay que ser muy cautelosos con las noticias que nos dan los relevamientos, porque es un momento inédito para la humanidad, nunca se había clausurado la educación en todo el mundo durante tantos meses”, manifestó.

A pesar de las aristas expuestas, el exconsejero de Primaria subrayó que “es una buena noticia” que trae consigo “conversaciones necesarias”, porque “cuantos más gurises egresan más estudiantes pueden acceder a lo terciario y universitario”. Por lo tanto, se hace necesario pensar en “cómo generamos el acceso y a la vez descentralizadamente”. “¿Qué va a hacer la sociedad uruguaya con la generación de estudiantes? ¿Va a generar presupuestos para que esto tenga continuidad o va a recortar, como viene haciendo estos años?”, se preguntó.

En rueda de prensa, Silva fue preguntado por las declaraciones de la oposición. “El dato mata el relato”, apuntó, y se refirió a una contextualización de esa incidencia en la promoción que realizó el Monitor Educativo de Secundaria. Según se mostró a través de esa herramienta, los estudiantes de ciclo básico que fueron promovidos gracias a los cambios normativos de la pandemia fueron 5% en 2020 y 2,3% en 2021.