Pasaron casi 20 días de la última medida de lucha del estudiantado de Magisterio, que se había materializado en un paro activo y una movilización desde los Institutos Normales de Montevideo hasta las calles 18 de Julio y Roxlo. Debido a las casi nulas soluciones otorgadas a las reivindicaciones de ese momento, el Centro de Estudiantes de Magisterio (CEM) decidió convocar a ocupar el instituto desde las 7.00 de este miércoles y, mientras, a desarrollar un paro activo con diversas actividades, que continuará hasta el viernes aunque los desalojen.
Según explicó a la diaria Maia Verde, una de las integrantes del CEM, a pesar de la previsible intimación para que desocupen el centro educativo, no volverán a ocuparlo, sino que permanecerán con la medida de paro activo.
En tanto, las actividades que están desarrollando se basan, más que nada, en “actividades culturales y en apoyo al instituto y al centro de estudiantes”. Verde detalló que habrá jornadas de propaganda, talleres con profesores sindicalizados del centro, café literario, y presentaciones de las comisiones del CEM.
En la actualidad, la plataforma reivindicativa del CEM plantea cinco puntos principales, cuando antes de la marcha, eran seis. Verde contó que el único cambio que se produjo luego de la movilización es que pedían por una sala de lactancia, desde “hace muchos años, porque por ley nos corresponde y no la teníamos”, y lograron que comience a remodelarse un espacio para que la sala se concrete pronto.
Sin embargo, el resto de los puntos continúan siendo preocupación del estudiantado: en primer lugar, denuncian que hay una “falta de prácticas” para las estudiantes de tercer año de maestra en primera infancia. La carencia de jardines disponibles hace que las prácticas se vean atrasadas y las estudiantes tarden más en terminar de cursar.
Esta problemática fue una de las denunciadas públicamente por el CEM el año pasado. En este mismo eje hay, además, otro conflicto evidenciado por el gremio: las prácticas no están reglamentadas, por lo que la dirección tiene que llamar jardín por jardín para que las estudiantes sean aceptadas.
En segundo lugar, Verde resaltó la “falta de profesores”, que genera que “por segundo año consecutivo” haya cursos que no tienen docentes, como por ejemplo en Matemática. En relación, reclaman que hay “sobrepoblación”, y en determinadas clases “no hay espacio físico” para desarrollarlas.
Por otro lado, piden que las prácticas de cuarto año de maestra en primera infancia y en educación primaria sean pagas, así como la necesidad de mayor presupuesto para las becas, que según Verde “no están dando suficientes”. Por último, manifiestan la urgencia de crear en el instituto “un espacio dedicado a la salud mental”.
El diálogo y las medidas
Los reclamos son específicamente al Consejo de Formación en Educación (CFE). Verde aclaró que tanto con los docentes como con la dirección del instituto tienen “muy buen diálogo y mucha comunicación” y que, de hecho, “están acompañando muy bien”, al igual que el Sindicato de Docentes de Formación en Educación. “Hemos tenido varias reuniones en las que hemos hablado de estas cosas, y no pueden hacer más de lo que están haciendo ahora”, concluyó.
Sin embargo, no ha sido así con el presidente del CFE, Víctor Pizzichillo. Verde aseguró que el año pasado tuvieron “múltiples reuniones con las mismas reivindicaciones” pero que no les ha “servido mucho”.
Es por esa misma razón, que en asamblea y con la adhesión casi unánime del estudiantado -no sólo de quienes están agremiados-, decidieron no apuntar al pedido de mesas de negociación, sino a la ocupación y al paro activo, que son “las medidas de lucha que el año pasado nos dieron ciertos resultados”.
“El año pasado la realidad es que se nos empezó a escuchar una vez que empezamos a ocupar. Es verdad que es una medida fuerte, pero es como una continuación de las medidas de lucha que estábamos tomando, porque son las mismas reivindicaciones, las mismas problemáticas, la misma negligencia del CFE que se perpetúa”, resumió Verde.