Como todos los años, el monitor educativo de la Dirección General de Educación Inicial y Primaria (DGEIP) presentó los principales indicadores registrados en escuelas y jardínes públicos el año anterior. Los datos presentados este jueves marcan que la matrícula total de la DGEIP disminuyó en 2022 respecto a 2021. Ello se explica por una caída en la matrícula de la educación inicial, que pasó de 88.937 estudiantes a 83.110 en un año, ya que la de primero a sexto de escuela se mantuvo estable de un año a otro.
Según explicó en la presentación Tania Biramontes, del Departamento de Investigación, Evaluación y Estadística de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), la caída en la matrícula se debe a la baja en los nacimientos registrada en Uruguay desde 2015. De hecho, detalló que la cobertura en la educación inicial viene en aumento: en niños y niñas de 5 años la cobertura se mantiene en niveles de universalización (99,2%), mientras que en los de 4 años está próximo a universalizarse (96,8%). Por su parte, el informe señala que en el caso de los niños de 3 años, para los que la asistencia no es obligatoria, se verificó “un aumento importante de la cobertura”: de 75,8% en 2019 a 82,2% en 2022.
En materia del tamaño de los grupos, indicador que se utiliza para saber si los recursos humanos para atender a los niños son adecuados, hubo un leve descenso en el tamaño promedio de los grupos en la DGEIP. A causa de la baja en la matrícula, en inicial hubo un leve descenso en el promedio de los estudiantes por grupo -de 23,6 en 2021 a 21,2 el año pasado-, mientras que de primero a sexto la caída fue de 22,8 a 22,5. No obstante, aumentó la cantidad de grupos con más de 30 estudiantes en primaria -pasó de 392 a 456 en el último año-, indicador que en inicial bajó de 422 a 246 grupos.
Uno de los valores que siempre se miran con atención en este tipo de informes es la repetición, que en la DGEIP bajó a 2,8%, el valor más bajo desde que se tienen registros, más allá de que había aumentado en los dos años de pandemia -de 3,5% en 2019 subió a 4,7% en 2020 y fue de 4,4% en 2021-. En 2022, la repetición descendió en todos los grados, pero continúa presentando valores más altos en primero y segundo grado de primaria.
Consultada por la prensa, la directora interina de la DGEIP, Olga de las Heras, atribuyó el descenso en el indicador a las estrategias de acompañamiento que desarrolló el organismo, particularmente las tutorías y el sistema para proteger las trayectorias de los estudiantes.
Preocupación por baja asistencia
No obstante, la jerarca se mostró preocupada por los datos de asistencia, que después de dos años marcados por la virtualidad y la suspensión de clases presenciales, no lograron volver a niveles prepandemia. En concreto, el monitor da cuenta de que hasta 2019 la asistencia promedio en la educación primaria se mantenía en el entorno de los 160 días. En 2020 el promedio fue apenas de 63 días asistidos, cifra que subió a 114 en 2021 y volvió a ascender el año pasado, cuando se ubicó en 152 días. Más allá del promedio, un cuarto de los niños que concurre a la escuela pública asistió menos de 144 días en el año, lo que equivale a decir que faltó más de 35 días. La mitad de los niños asistieron 157 o menos, mientras que sólo un cuarto asistió más de 167 días, es decir, faltó menos de 15 días en el año.
Por su parte, los datos del monitor muestran que a menor grado más baja es la asistencia, que incluso es menor en la educación inicial si se la compara con primaria común. Otro factor que incide en el promedio de días asistidos es el nivel socioeconómico de los estudiantes: los del quintil más pobre asistieron en promedio 145,2 días, mientras que en los del quintil de mejores ingresos ese número fue de 158,7 días.
A diferencia de los años de pandemia, cuando no se midieron estos indicadores, para 2022 sí se calcularon los índices de asistencia insuficiente -niños que asistieron entre 71 y 140 días en el año- y el abandono intermitente -70 días asistidos o menos, lo que equivale a decir que perdieron más de 60% de los días de clase–. En 2022 primaria registró un “aumento importante” de la asistencia insuficiente respecto a 2019, que casi se duplicó, ya que pasó de 10,7% a 19,7% en esos tres años. Por su parte, el abandono intermitente había sido de 0,6% en 2019 -en total, unos 1.400 niños- y subió a 0,8% el año pasado -un poco más de 2.000 escolares-.
De las Heras planteó que estos datos, que fueron presentados a inspectores de la DGEIP de todo el país, serán abordados con las jerarquías técnicas para la elaboración de un plan que permita mejorar la asistencia de niños a clase, que es considerada clave para la mejora de los aprendizajes. Según dijo la directora, se están pensando acciones con las familias, para trasladarles la importancia de que los niños concurran a las escuelas y jardines, y también en los distintos centros educativos, por ejemplo, para que los sistemas de alertas estén activos y se hagan los seguimientos correspondientes cuando un estudiante deja de asistir.