Hasta el martes, el gremio estudiantil del liceo Dámaso Antonio Larrañaga creía que tenía una reunión a las 15.00 con la directora general de Educación Secundaria, Jenifer Cherro. De hecho, el día previo se había convocado al estudiantado a través de sus redes sociales a que se concentraran en las afueras de Secundaria, entre las calles Rincón y Juncal, para apoyar a los estudiantes que finalmente plantearían a las autoridades sus principales reivindicaciones.

Sin embargo, amanecieron con la noticia de que la instancia de diálogo estaba cancelada. En diálogo con la diaria, Belén Araújo, vocera del gremio, explicó que durante la primera ocupación que realizó el gremio, el jueves 11 de mayo, en la que reclamaron fundamentalmente por mayor seguridad, las autoridades les ofrecieron la reunión con Cherro para esta fecha, pero les parecía muy lejana en el tiempo, por lo que en un principio la negaron.

Al viernes siguiente, día en que efectuaron una nueva ocupación, se les planteó lo mismo y, en esta ocasión, aceptaron. “Se nos dijo que estaba esta oportunidad y la tomamos”, narró Araújo. Sin embargo, contó que el director del liceo les dijo que para concretarla tenían que hacerle llegar una carta. “Cuando se la quisimos dar, llegó la Policía, entonces se la pasamos al director por mail ya que era quien la tenía que elevar”, dijo.

En tanto, por la mañana El País informó que la reunión había sido suspendida, lo que alertó al estudiantado que no había recibido ninguna notificación al respecto. Según Araújo, fue así que se comunicaron con las autoridades del liceo y les dieron a conocer que el director no había elevado la carta. De todas formas, la inspectora del centro educativo también les dio una respuesta, que escapa a ese último hecho: “nos dijo que [la reunión] quedó anulada porque volvimos a ocupar”, teniendo en cuenta que la fecha pautada había sido propuesta en la primera ocupación, a pesar de que en la segunda también se les había dado como opción.

“Quedamos a la deriva” y “sin diálogo”, manifestó la estudiante. A su vez, resaltó que el director “no se responsabilizó” por no haber elevado la carta a la Dirección General de Educación Secundaria, sino que arguyó que, “entre ida y vuelta, se olvidó”.

En este marco, Araújo afirmó que “las medidas [de lucha] van a seguir”, aunque aún no tienen definido cómo transcurrirán los próximos días. Como certeza, comenzarán un nuevo proceso para finalmente concretar una instancia de diálogo con Cherro, que es parte de las reivindicaciones principales del gremio. Las otras tantas que se mantienen y enumeró Araújo refieren a la necesidad de equipos multidisciplinarios y mayor presupuesto, el rechazo de la reforma educativa, “los operativos violentos que se están dando en las ocupaciones” para desalojar al estudiantado, entre otros.

Reunión con el liceo Miranda

Mientras llegaba la hora pautada de la reunión cancelada, integrantes del Gremio Estudiantil del Miranda (GEM) mantenían una reunión en el mismo lugar pero con la inspectora de Institutos y Liceos, en la que plantearon los principales puntos de su plataforma reivindicativa.

“Valoramos la instancia de diálogo pero entendemos que si nos van a decir que no nos pueden dar soluciones, es una pérdida de tiempo y de energía para ambas partes, porque el ambiente por momentos se volvió bastante hostil, y no fue sólo parte de ellos, nosotros fuimos con una tesitura no tan pacífica, porque todas estas semanas se están dando situaciones que dicen y desdicen y nos cansamos de esas idas y vueltas y tomadas de pelo”, manifestó a la diaria Bruno Volpi, uno de los integrantes del GEM que asistieron a la instancia.

A pesar de que no se otorgaron soluciones a los problemas planteados por los estudiantes, que “delegaron culpas” y que las explicaciones no los dejaron “satisfechos”, Volpi señaló que establecieron una nueva reunión para la semana que viene, en la que, según se comprometió la inspectora, les darán nuevas respuestas sobre por qué cada punto reivindicativo aún no tiene una solución.

Asimismo, narró que en la mañana del martes elevaron una carta a la Dirección para solicitar entrevista con Cherro, y destacó que la inspectora también se comprometió a hacérsela llegar a la directora de Secundaria.

Por otra parte, el viernes el GEM tuvo una reunión con Juan Gabito, consejero político del Consejo Directivo Central (Codicen). Volpi describió que la instancia “fue más que nada para informarlo” sobre la situación del liceo y observaron que Gabito “realmente tenía un desconocimiento de lo que pasaba”, lo que los llevó a concluir que existen “problemas de comunicación interna”.

En ese contexto, el estudiante aseguró que Gabito “se mostró muy indignado cuando le contamos sobre las cuestiones edilicias y experiencias del día a día” en el centro educativo. En tanto, señaló que le sugerirá a Cherro “una instancia de diálogo y negociación” con el estudiantado y, al mismo tiempo, “quedó abierto al diálogo cuando lo dispongamos para encontrar soluciones juntos”, como también lo han hecho los representantes docentes en el Codicen, Julián Mazzoni y Daysi Iglesias.

El jueves pasado, los estudiantes del Miranda ocuparon el centro educativo. Desde entonces y hasta el martes, tomaron como medida de lucha la “marea de bancos”, que consiste en sacarlos de los salones y dejarlos en los pasillos, para entorpecer el curso normal de las clases. Según Volpi, estas medidas fueron las que lograron la concreción de las reuniones y, debido a que la semana que viene tendrán una nueva instancia de diálogo, evaluarán en el correr de estos días con qué medidas continuarán.

Mientras, los puntos de “urgencia” de su plataforma reivindicativa se mantienen: Volpi puntualizó en la necesidad de equipos multidisciplinarios, la búsqueda de soluciones para que el liceo pueda ser accesible, la activación de obras en el subsuelo del liceo, que según narró, hay un proyecto ya aprobado y presupuestado para realizar allí un laboratorio de arte pero desde hace tiempo es una zona “abandonada”, la eliminación de la extensión horaria, para que hayan cuatro turnos en vez de tres y así evitar la sobrepoblación de los grupos y, por último, exigen la renuncia de la directora del centro “para que la dirección sea estable”.