El rector de la Universidad de la República (Udelar), Rodrigo Arim, se mostró muy preocupado por el nulo incremento previsto para la institución en el proyecto de Rendición de Cuentas enviado por el Poder Ejecutivo al Parlamento. En diálogo con la diaria, Arim señaló que si bien el contexto es similar al del año pasado, cuando el Ejecutivo tampoco previó recursos incrementales para la Udelar, en 2023 el escenario es un poco más complicado porque tampoco hay incrementos para otros entes de la educación, que también están pidiendo incrementos, como es el caso de la Administración Nacional de Educación Pública.

El rector agregó que otro elemento que complejiza el panorama es que hay menos recursos incrementales que en rendiciones de cuentas previas, por lo que se achica el margen del Parlamento para redistribuir recursos, ya que no tiene la potestad de aumentar el presupuesto del Estado más allá de lo previsto por el Poder Ejecutivo.

Según planteó el rector, un escenario sin incrementos hace que las instituciones del sector deban afrontar un momento “extremadamente complejo” sin “las herramientas y los recursos adecuados”. En el caso de la Udelar, que solicitó 4.000 millones de pesos para atender sus necesidades actuales, Arim recordó que actualmente está afrontando un crecimiento “muy importante” de su matrícula, en la misma línea de lo que planteó este lunes la Intergremial universitaria.

El rector señaló que esa situación, registrada desde hace un par de años, está teniendo “un impacto muy directo sobre la calidad de lo que podemos enseñar” en los distintos servicios universitarios de la Udelar. Según detalló, la composición del estudiantado está variando y este proviene de sectores sociales cada vez más heterogéneos, a lo que se suma que todos los estudiantes sufrieron afectaciones en su proceso educativo previo, a causa de las restricciones de la pandemia. Por lo tanto, Arim explicó que la institución universitaria entiende que muchos estudiantes requerirían acompañamientos para los que se requieren recursos con los que hoy no cuenta, y que sería importante recibir a la brevedad. Para el rector, no sólo esos estudiantes ven vulnerado su derecho a continuar adelante con sus estudios, sino que “el país también se está cercenando la posibilidad de tener más profesionales en distintas áreas”.

Consultado sobre el impacto negativo de la pandemia en los estudiantes que ingresan, Arim lo ilustró con un ejemplo de la Facultad de Ingeniería: “Los cursos de primer año antes de la pandemia tenían 1.500 estudiantes; hoy tienen 2.500. Esos 1.000 estudiantes están, por un lado, porque aumenta la matrícula y es una muy buena noticia. Pero sobre todo, y esto es lo más preocupante, el aumento se debe a que hay parte importante de quienes están cursando en 2023 que se inscribieron en años previos y fracasaron, no pudieron aprobar las materias”, dijo el rector, y explicó que detectaron un aumento en la cantidad de estudiantes que no pueden aprobar las materias la primera vez que las cursan. Al respecto, se preguntó si “el país les dirá a esos jóvenes que es un problema de ellos por haber tenido la mala suerte de encontrarse con la pandemia”. Por el contrario, reclamó que el Estado debe actuar con políticas públicas y para ello deben destinarse recursos específicos.

Malas señales

El rector de la Udelar, quien se apresta a iniciar conversaciones con parlamentarios de todos los partidos para conseguir recursos que incrementen el presupuesto de la institución, también se mostró preocupado porque esta es la última Rendición de Cuentas del período, lo que marca que no recibirán aumentos por los próximos dos años.

Según planteó, ello presenta varios problemas a nivel de la generación de conocimiento, área que no puede incrementarse sin hacer lo mismo con la cantidad de investigadores e investigaciones con las que un país cuenta. Por lo tanto, valoró que una primera “señal negativa” que envía el proyecto de Rendición de Cuentas es que “les estamos diciendo a quienes se están terminando de formar en Uruguay en este momento que quizás por los próximos dos años no tienen absolutamente ninguna oportunidad de una inserción dinámica en el sistema de generación de conocimiento uruguayo”, en el que la Udelar ocupa en el entorno del 70%, según estimaciones.

En suma, recordó que la Udelar propuso la creación de varios programas de investigación sobre distintos problemas que enfrenta actualmente el país, entre ellos el de la salud mental, que el gobierno definió priorizar de cara a esta instancia presupuestal. Arim dijo que hasta ahora ese tipo de problemas, como el de la situación del agua, son investigados a través de proyectos y no de plataformas estables.

Al respecto, explicó que ello marca que la continuidad de esos temas no es segura y, además, las convocatorias concursables a las que los científicos se presentan han ido perdiendo poder adquisitivo en los últimos años. “¿No será momento de que Uruguay, en lugar de decir no invierto más, genere programas permanentes, no proyectos, que financien centros o institutos de investigación donde colaboremos todas las instituciones para generar conocimientos en temas de recursos hídricos? Sucede lo mismo con otras áreas de conocimiento”, lamentó.