“Tiempos de esperanza, tiempos de la gente”, es uno de los lemas que encabezan las “Bases programáticas 2025-2030”, aprobadas por el Frente Amplio (FA) en su VIII Congreso Extraordinario, realizado en diciembre de 2023.

Pablo Caggiani, integrante de la Comisión Nacional de Programa y también de la Unidad Temática de Educación, explicó a la diaria que el proceso de construcción duró dos años, al mismo tiempo que la fuerza política estaba de gira por el país, llevando a cabo “una cantidad importante de encuentros con las organizaciones de la sociedad, iglesias, productores, sindicatos, estudiantes, etcétera, intentando recolectar cuáles eran las dificultades, los problemas de la agenda, las razones por las que entendían que el FA había sido derrotado”.

En paralelo, se llevaron a cabo más de 30 unidades temáticas con participación voluntaria, que terminó con la aprobación en el Congreso con más de 2.000 delegados. Sobre el área de la educación, Caggiani contó que hicieron diversas instancias de conversación “con varios referentes educativos, docentes, familias, estudiantes, académicos y hasta religiosos”, de las que se desprendieron “algunas claves que tienen que ver con qué está pensando la sociedad, además de lo que piensa el Frente”; lo que se refleja en el programa refleja mucho eso, según dijo.

Prioridades

Una de las principales preocupaciones identificadas y plasmadas en el documento es la pobreza infantil. Caggiani afirmó que Uruguay “es un país en el que nacen menos niños, pero además aumentan la cantidad de niños pobres”, lo que genera “daño en las infancias y compromete el desarrollo de esos gurises”.

En ese contexto, señaló la importancia de que las infancias de cero a tres años puedan “acceder a propuestas educativas, porque está estudiado que mejora el desarrollo de los gurises” y, por ende, plasmaron la intención de alcanzar su universalización. En relación con eso, recordó que “casi la mitad de los gurises en ese tramo de edad no accede a propuestas educativas de ningún tipo, ni públicas ni privadas”.

Asimismo, vinculó “la función del sistema educativo como sistema de cuidado, en la medida que existan propuestas para primera infancia”, porque, de esta forma, “son otras las posibilidades de esos hogares de moverse para conseguir trabajo y mantenerlo”.

Otro de los puntos planteados en el documento es la extensión del tiempo pedagógico. “Venimos de un gobierno que la ha paralizado [a la educación], ha transformado muy pocas escuelas, no ha puesto la plata que se necesita, que básicamente son salarios para los docentes”, acotó Caggiani. A su vez, aseguró que los centros María Espínola han sido tan solo un “cambio de nombre a propuestas que ya tenían la extensión del tiempo pedagógico”.

La profundización de la descentralización universitaria es otro de los elementos acordados por el FA, ya que, según consideró Caggiani, “en este período se ha enlentecido”. En relación, lo presupuestal es otra de las proyecciones establecidas en el documento. Nuevamente, la “aspiración y compromiso” es llegar al 6% de inversión del producto interno bruto (PIB) para educación y 1% para investigación, desarrollo, ciencia, tecnología e innovación.

El FA también se propone trabajar en la creación de la Universidad de la Educación y, según sistematizó Caggiani, promover una ley que permita a la Universidad Tecnológica del Uruguay reinstaurar el cogobierno en sus principales órganos.

En el documento

En el capítulo 1 de las bases programáticas, se asegura que una de las acciones prioritarias para que el país pueda ir “hacia una sociedad basada en el conocimiento con trabajo, bienestar, inclusión social y sostenibilidad” es la promoción del “acceso al conocimiento y la educación de calidad como componentes básicos para la construcción de la justicia social y la igualdad, permitiendo mejores ingresos y mejor distribución de la riqueza, potenciando el desarrollo humano”.

En ese sentido, y bajo la consideración de “la brecha existente”, se pretende “fomentar en particular políticas educativas activas dirigidas a niñas y mujeres que promuevan su interés y desarrollo en las matemáticas, ciencia y tecnología”. A su vez, en un gobierno del FA el Estado “propenderá a la utilización de software libre”, y promoverá “la investigación y el desarrollo orientados a resolver grandes problemas y desafíos nacionales, como, por ejemplo, la biotecnología en la salud, la producción sostenible de alimentos saludables, la mejora en la producción forestal y la transformación de la matriz energética, así como la innovación en políticas sociales”.

Con el presupuesto antes mencionado, otra de las prioridades es crear “un Plan Nacional de Ciencia y Tecnología”. En esa línea, “se promoverá una ley de ciencia, tecnología e innovación que involucre a quienes hacen ciencia, desarrollos tecnológicos e innovación” -como la Universidad de la República, Investiga.uy, entre otros- y “al resto de la sociedad”. A su vez, “se establecerán centros de ciencia, tecnología e innovación en las empresas públicas”.

Para garantizar la educación “como un derecho humano para todas las personas durante toda la vida”, el texto plantea como acción prioritaria “consolidar el rol del Estado como garante”, en un sistema que debería ser “público, autónomo y cogobernado”. En ese sentido, garantizaron la participación docente “en el diseño de políticas, planes y programas en todos los niveles del sistema”. A su vez, resaltaron que el fortalecimiento de “la coordinación de sus distintos componentes” será a través de “un Sistema Nacional de la Educación Pública”.

Mediante ese sistema, el énfasis estará “en la protección, los cuidados y la educación en la primera infancia y los programas sociales integrados y coordinados que contribuyan en avanzar hacia el egreso oportuno y universal de la enseñanza media superior”. Por otro lado, proyectan “diseñar e implementar una Estrategia Nacional de Educación que responda a acuerdos sociales e interpartidarios amplios para garantizar la continuidad en el mediano y largo plazo”.

“De manera urgente” y de forma “imprescindible”, el FA entiende que en materia curricular es necesario establecer, “en el primer año de gobierno, los ámbitos técnico pedagógicos que correspondan”. Como ejemplo de los actores que deberían discutir y resolver cambios, se hace referencia a las Asambleas Técnico Docentes, salas docentes, sindicatos y comisiones de carrera.

Proyecciones

Uno de los grandes reclamos estudiantiles y docentes de los últimos años ha sido la necesidad de equipos multidisciplinarios en la educación media, una incorporación considerada en las bases programáticas como “prioridad”. En el mismo nivel estuvo el mantenimiento de los edificios, sobre los que el FA propone realizar “un plan para la creación y adecuación”, además de efectivizar un plan de mantenimiento.

En cuanto a los docentes, prometieron “avanzar en la creación de condiciones que favorezcan una mayor estabilidad”. La inclusión educativa, la profundización de los derechos humanos, la educación sexual, las áreas artísticas y computacionales son algunas de las temáticas planteadas como puntos a profundizar, así como la promoción del “desarrollo de la educación rural”. A nivel terciario, asimismo, se plantea “incorporar en la formación de grado de todas las carreras terciarias una formación específica en inclusión, derechos humanos, diversidad, discapacidad y accesibilidad”.

En cuanto al acceso a las becas, pretenden “desarrollar y fortalecer un Sistema Nacional de Becas (estudiantiles) en todos los niveles”. En contextos de encierro, apuntan a “asegurar y ampliar la cobertura educativa de las personas sancionadas penalmente en articulación con las políticas de seguridad y de integración social”.

“El acceso a la Educación Física, el deporte y la actividad física es un derecho fundamental de las personas, y se deben otorgar las condiciones necesarias para su ejercicio en plenitud y en condiciones de equidad”, fue otro de los puntos planteados.

Uno de los lineamientos que auspician de subtítulo es: “Educación y construcción cultural inclusivas y transformadoras de los roles y estereotipos discriminatorios”. En ese marco, algunas de las proyecciones son “promover el acceso, permanencia y culminación de los ciclos educativos, mitigando los factores de discriminación por identidad de género, sexistas y raciales y prestando atención a la deserción de los varones adolescentes y personas con identidades disidentes”.

“Desarrollar en los marcos curriculares primarios, secundarios, terciarios y universitarios un enfoque antirracista e integrador de la igualdad de género y diversidades”, es otro de los ejes, así como “incorporar la perspectiva de igualdad de género y no discriminación en todos los ámbitos artísticos, de carnaval, deportivos, etcétera, promoviendo que las mujeres accedan y participen paritariamente y en ámbitos libres de violencia de género”.

Para finalizar, Caggiani enfatizó en que “todo esto será posible en la medida que se recomponga el diálogo, la participación, el reconocimiento del otro, que implica a las familias, los docentes, las comunidades; hay que sacar lo educativo de la trinchera de la cuestión más electoral, de la política partidaria”, dijo.