El clima escolar y el bienestar de los estudiantes tiene incidencia en los aprendizajes que logran académicamente. Así lo marca la literatura que estudia estos temas, que va en la misma línea con el informe Aristas Media presentado esta semana por el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineed).
En este estudio se da cuenta de que la percepción de los estudiantes sobre el vínculo con sus docentes tiene relación con sus desempeños en Lengua y Matemática. Concretamente, se muestra que los adolescentes que perciben un mejor vínculo con sus profesores y compañeros obtienen mejores puntajes que el resto. Carmen Haretche, directora técnica del Ineed, explicó a la diaria que “los vínculos importan” en el aprendizaje, al igual que las habilidades socioemocionales. En relación con estas últimas, Haretche señaló que Aristas Media mostró que, cuando los estudiantes tienen una mayor motivación o autorregulación al aprendizaje, obtienen mejores puntajes en las pruebas de Lengua y Matemática.
En suma, los datos marcan que los estudiantes de tercer año de la educación media se sienten más seguros en espacios en los que pueden apelar a algún adulto referente, como el aula o el patio del centro educativo. Por el contrario, se sienten más inseguros en el camino entre su casa y el liceo o la UTU, en la puerta o la cuadra del centro educativo y también en los baños, lugares que registran casi el mismo nivel de inseguridad. Además, en todos los casos se registró un aumento en la proporción de estudiantes que respondieron sentirse nada o poco seguros en esos espacios en relación con 2018.
Si bien el estudio no consiste en exponer por qué se dan estos números, Haretche explicó que, a partir de la evidencia existente, puede plantearse como hipótesis que también hay un vínculo con las habilidades socioemocionales de los jóvenes. Al respecto, Aristas muestra que en 2022 no hubo variantes importantes en el vínculo de los estudiantes con otros actores del centro educativo en relación con 2018, pero sí hay un descenso en el manejo de las habilidades socioemocionales de los jóvenes, que es más acentuado en los contextos desfavorables.
En suma, la técnica llamó la atención sobre la evolución de la sensación de inseguridad, ya que en cuatro años no aumentó significativamente en relación con lo que ocurre fuera del centro educativo –salvo en los contextos más desfavorables, donde aumentó–, pero se incrementó el sentimiento de inseguridad dentro de las instituciones educativas. Según detalló, es normal que si hay un descenso en las habilidades como la autorregulación o en las conductas externalizantes de riesgo, ello incida en la calidad de los vínculos entre compañeros.
En equipo es mejor
Para Leonel Rivero, docente de la Facultad de Ciencias Sociales e integrante del grupo de investigación de Violencias, juventudes y criminalidad en América Latina, las distintas respuestas según el tipo y el contexto del centro educativo son significativas y representan un importante desafío para las políticas públicas. Según el investigador, ello muestra que los adolescentes uruguayos tienen distintos niveles de exposición a situaciones de violencia, pero advirtió que la sensación de inseguridad también puede explicarse por fenómenos vinculados a la salud mental, algo que se visualiza cada vez más frecuentemente en liceos y escuelas técnicas.
Del trabajo que realizan con su grupo de investigación en centros de educación media, Rivero destacó que también es frecuente que surja como emergente el vínculo entre el liceo o la UTU con el entorno territorial en el que está inmerso. A partir de los datos mostrados por Aristas Media, el sociólogo marcó que sería necesario reforzar la presencia de adultos referentes para abordar ese tipo de situaciones. Al respecto, planteó que es importante que todos los centros educativos puedan contar con equipos multidisciplinarios conformados y que tengan capacidad de actuar antes de que los emergentes ocurran.
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Ello coincide con el diagnóstico que desde hace meses viene realizando el consejero docente en la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Julián Mazzoni, quien junto a su equipo están recorriendo liceos y escuelas técnicas de todo el país. En diálogo con la diaria, Mazzoni consideró que los recursos que solicitó el organismo en la Rendición de Cuentas para la atención de esta problemática son insuficientes.
Sobre lo que ocurre dentro de los liceos, el consejero también marcó la importancia de adultos referentes para que los adolescentes se sientan más seguros. Por su parte, se mostró preocupado por la alta percepción de inseguridad en los baños, ya que son lugares en donde también debe existir intimidad, pero marcó que es necesario “intervenir ante situaciones complejas”.
Mazzoni se refirió a la importancia del rol de portería en los liceos y centros de UTU, ya que no todos cuentan con un cargo de ese tipo o lo tienen pero durante una parte del día. Según planteó, es otra demanda recurrente en muchos centros educativos que ha visitado. Al respecto, señaló que recientemente en un liceo se ocupó ese cargo en forma temporal por medio de un convenio con el Ministerio de Desarrollo Social (Mides), pero consideró que ese tipo de soluciones son más bien “paliativas”. El consejero considera que se trata de un rol que debe tener estabilidad en el centro educativo, ya que es importante tener conocimiento del centro y del barrio.
Si bien señaló que la ANEP tiene un rol a tomar sobre lo que ocurre en el entorno inmediato de los centros educativos, el consejero docente aseguró que la responsabilidad principal es de otros organismos públicos. Entre ellos, nombró no sólo al Ministerio del Interior, sino también al Mides y a la Administración Nacional de Servicios de Salud del Estado. Consultado sobre el anuncio que el presidente de la ANEP, Robert Silva, realizó hace ya varios meses sobre la instalación de más cámaras de seguridad en los centros en donde se han presentado situaciones más complejas, Mazzoni contó que recién esta semana el Consejo Directivo Central pudo resolver algunos aspectos legales que estaban trancando la apertura de la licitación, que ahora podrá ser abierta.
La voz de los estudiantes
Rivero marcó que es “absolutamente clave” que los centros educativos generen dispositivos para que se escuchen las necesidades de los estudiantes. Según dijo, es por medio de estos que muchas veces emergen problemáticas de violencia o salud mental y, por lo tanto, pueden ser atendidas a tiempo. Si bien estos pueden ser generados a nivel institucional, también mencionó un ejemplo en un liceo de San José, donde hace un par de años los estudiantes realizaron una encuesta entre compañeros para conocer qué experiencias había en relación con los ataques de pánico.