Luego de lo que consideraron un episodio de extrema gravedad, la filial montevideana de la Asociación de Funcionarios de UTU (Afutu) ocupó la escuela técnica de la Cruz de Carrasco este jueves. Uno de los motivos por los que se definió la medida de ocupación, que fue tomada también el miércoles, fue que ninguna autoridad se hizo presente ese día, cuando personas armadas robaron a un profesor y más de 15 adolescentes que estaban tomando una clase en el centro educativo.

El director general de UTU, Juan Pereyra, adelantó el miércoles a la diaria que concurriría este jueves al centro educativo, pero no dialogaría con los trabajadores mientras la escuela técnica estuviera ocupada. Precisamente, eso fue lo que ocurrió en la mañana de este jueves, ya que Pereyra llegó a la escuela acompañado del ministro del Interior, Luis Alberto Heber, mientras se estaba labrando el acta de ocupación.

En diálogo con la diaria, la presidenta de Afutu, Ana Borges, consideró “irrisorio” que Pereyra desconozca que a partir de que el acta comienza a ser labrada el centro pasa a estar ocupado y, por lo tanto, bajo control y responsabilidad de quienes toman la medida. En suma, señaló que el proceso de elaboración del acta lleva unos minutos, ya que se hace un inventario y se cierran algunas salas y muebles.

La dirigente sindical aclaró que el motivo del reclamo fue una situación de violencia a la que consideró “triste” y, en ese sentido, los jerarcas no fueron recibidos bajo ningún cántico ni protesta contra ellos. Por lo tanto, valoró que lo ocurrido en la mañana se explica porque al director general de UTU “no le gustan las medidas sindicales”, algo que es coherente con su forma de gestión, ya que el sindicato no es convocado a instancias de negociación desde marzo.

Más allá del desgastado vínculo que Pereyra tiene con el sindicato, Borges lamentó el “ninguneo” de las autoridades con la comunidad educativa de la escuela técnica y, en particular, con las familias de los estudiantes, que estaban fuera del centro educativo en busca de respuestas. Además, la presidenta de Afutu señaló que en el lugar se encontraba el docente que fue apuntado con un arma y robado, y dijo que esperaban que al menos las autoridades se acercaran para preguntarle cómo estaba y solidarizarse por lo ocurrido.

Según señaló la dirigente sindical, desde Afutu esperaban otro trato por parte de las autoridades, ya que es necesario gestionar los vínculos de otra manera, especialmente cuando se vivió una situación tan grave. Al respecto, planteó que si bien en los últimos meses el sindicato viene registrando varios robos en escuelas técnicas y sus alrededores, algunos de ellos a mano armada, es el primero que se da en el interior de un salón. Para Borges, ese es un lugar en el que los estudiantes y docentes deben sentirse a gusto y no con miedo de ser atacados.

En ese contexto, lamentó que los trabajadores ni siquiera hayan tenido un espacio de escucha y que tampoco se hayan podido enterar directamente de las medidas que prevén tomar las autoridades para evitar que se reitere lo sucedido en el centro educativo, que podría haber sido mucho más grave. “Nos vamos a enterar por la prensa”, dijo, y señaló que Pereyra informó sólo al director de la escuela técnica, donde funciona un Centro María Espínola.

Turno vespertino

Después del desalojo pedido a los trabajadores por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, los integrantes de Afutu se fueron del centro educativo en forma pacífica. Con el centro ya desocupado, Heber y Pereyra volvieron a la escuela técnica de la Cruz de Carrasco por la tarde y sí dialogaron con quienes se encontraban en el lugar.

Heber anunció ante la prensa varias medidas, como el incremento de patrullaje en el barrio en la tarde y la noche, además de que se correría para la mañana el servicio de 222 con el que el centro educativo cuenta en los horarios vespertino y nocturno. En suma, el ministro anunció la colocación de cámaras de seguridad dentro y fuera de la UTU para también prevenir robos que se venían registrando fuera del centro en las últimas semanas.

Por su parte, Pereyra aseguró que la cerca perimetral de la escuela técnica -por donde se presume entraron los delincuentes- se terminará de cerrar la semana que viene. Al respecto, el director de UTU dijo que la reja se colocó el año pasado y tuvo un costo cercano a los dos millones de pesos. El jerarca reconoció su responsabilidad en que el perímetro no haya quedado cerrado y explicó que se debió a una “descoordinación”, ya que se iba a colocar un baño que finalmente no fue instalado. “Es mi responsabilidad que eso no se haya hecho y voy a tomar las medidas hacia abajo”, dijo Pereyra a los medios televisivos que estaban en el lugar.