Este martes el director sumariado del IAVA, Leonardo Ruidíaz, fue notificado de que la directora general de Educación Secundaria, Jenifer Cherro, no será quien decida sobre si corresponde o no aplicarle alguna sanción una vez que el sumario del que es objeto finalice.

De esa forma, el Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) hizo lugar a la recusación planteada por el docente a través de su equipo de abogados, que entre otros puntos pidió que la decisión final no dependiera de la jerarca.

En concreto, entendieron que Cherro “prejuzgó” lo ocurrido en el liceo, según lo manifestado en distintas declaraciones a la prensa, explicó a la diaria Mauricio Núñez, abogado que lidera el equipo que defiende al director. Al respecto, Núñez señaló que, a partir de las declaraciones de la jerarca, quedó claro que consideraba que Ruidíaz es culpable de lo sucedido, pese a que hay una investigación sumarial en curso sobre la que deberá expedirse. El abogado aseguró que el tema se manejó “muy mal” desde el principio y que prácticamente se condenó al docente desde ese momento, “sin estudiar a fondo” cómo fueron los hechos.

La resolución del Codicen del 16 de agosto, a la que accedió la diaria, cita el artículo 3 de la Ordenanza 10 de la ANEP, que regula el funcionamiento del ente y establece que quienes intervienen en este tipo de procesos pueden ser recusados cuando se compruebe que su imparcialidad puede haberse visto afectada o cuando hayan opinado sobre el tema en cuestión. En suma, la resolución da cuenta de un escrito presentado por Cherro en el que afirma que no incurrió en prejuzgamiento, sino que se limitó a responder consultas que distintos medios de prensa le hicieron sobre el tema.

En particular, se destaca que Cherro considera que sus dichos “no se apartaron” del contenido de un acta difundida por la prensa, “la cual fue firmada por el profesor”, y que se limitó a “describir los hechos acontecidos”, en todo momento asesorada por la División Jurídica de Secundaria. En ese sentido, Cherro considera que “no existen razones válidas para ser recusada” porque no se apartó de las normas ni “ventiló aspectos del expediente de sumario”, y afirma que sus decisiones estuvieron basadas en “dictámenes técnicos con la objetividad requerida para la buena administración”. De todas maneras, la directora de Secundaria manifestó que “no se opone” a ser recusada “con el fin de evitar eventuales nulidades en el proceso”, según consta en la resolución.

Por su parte, el Codicen determinó que el subdirector de Secundaria, Óscar Yáñez, sea quien tome la decisión sobre el caso una vez que la investigación de los hechos concluya.

“Pequeña victoria”

Según expresó Núñez, desde el equipo de la defensa toman la decisión como “una pequeña victoria”, más allá de que también habían pedido otras cosas que no fueron atendidas, como la necesidad de que se suspendiera el sumario hasta tanto se investigara lo ocurrido, y que se levanten las medidas cautelares de separación del cargo y retención de haberes mientras el sumario transcurre. Sobre este último punto, el abogado explicó que si bien dos informes jurídicos manifestaron que era conveniente la restitución de Ruidíaz a su cargo, Secundaria pidió un tercero que manifestó una opinión contraria y hasta el momento no hubo un pronunciamiento de la DGES, cuando las medidas cautelares vencen el 14 de octubre.

Núñez destacó que toda la comunidad educativa del IAVA apoyó al director desde el inicio del conflicto, que se produjo a raíz de que el docente se negó a quitarle el salón estudiantil al gremio de estudiantes. Una muestra de ello es el pizarrón que se colocó en el centro educativo, en el que se cuentan los días que faltan para que el director vuelva a su cargo. Según el abogado, si bien todo el proceso ha sido complejo y desgastante para Ruidíaz, también se ha mostrado reconfortado por las muestras de apoyo y afecto de los integrantes del liceo y de distintos colectivos docentes.

El abogado planteó que en esto fue clave que siempre ejerció su rol desde el respeto y el diálogo, pese a que cuando llegó al cargo se encontró con “un clima de conflictividad muy importante”. En ese sentido, señaló que todos los funcionarios del liceo que declararon en el marco del sumario valoraron que después de la separación del cargo del director y del nombramiento de dos inspectoras para la gestión del liceo ya no se sienten en un buen ambiente laboral.

En suma, recordó que desde que se le pidió a Ruidíaz que liberara el salón estudiantil para reabrir una puerta hacia la calle –para construir una rampa que luego se supo que era inviable– y el inicio del sumario, pasó poco más de un mes. Al respecto, el abogado evaluó que el director no tuvo tiempo suficiente para realizar esa gestión mediante el diálogo y remarcó que el salón estudiantil no se cerraba con llave: los estudiantes tomaron la medida de poner una cadena con un candado antes de la Semana de Turismo, después de que Secundaria definiera quedarse con el salón pese al rechazo del gremio.