En el hotel NH Columbia, el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineed) y Unicef presentaron un informe sobre estudiantes con discapacidad, titulado “Aproximación a la identificación de alumnos con discapacidad en educación primaria”. Los datos fueron presentados con un fuerte énfasis en la escasez de relevamientos precedentes y, por tanto, enaltecieron lo recabado y la necesidad de continuar conociendo la realidad del sistema educativo con respecto a los niños y niñas con discapacidad que asisten a los centros educativos públicos y privados.

El oficial de Educación de Unicef, Alejandro Retamoso, fue quien dio la apertura a la presentación y explicó que “el motivo más general” de la realización del informe es “poder incidir en cada uno de los elementos de la política pública para abogar por una educación inclusiva”, que implica “intentar generar una educación para todos”.

Los datos fueron presentados por Carmen Haretche, directora del Área Técnica del Ineed. Haretche evidenció dos problemáticas a la hora de desplegar la iniciativa: que no hay información sistematizada sobre los niños con discapacidad en el sistema educativo y que, además, hay una “ausencia de criterios homogéneos” para identificarlos.

En ese marco, explicó que la información recabada parte de lo manifestado por cada centro educativo, y eso hace que “pueda haber heterogeneidad en las respuestas”. Sin embargo, desde el Ineed y Unicef se encargaron de unificar criterios para determinar las discapacidades.

Sobre el total de la muestra de Aristas Primaria 2020, que se aplicó en grupos de tercero y sexto grado, identificaron 1.568 alumnos con necesidades educativas específicas que fueron reportadas por los centros educativos, lo que representa 10,8% del total. Haretche señaló que poco más del 70% de las escuelas contaban con “al menos un niño con discapacidad”.

Asimismo, la prevalencia de la discapacidad es del 3,2%, dividida en distintos niveles: discapacidad leve y moderada, que representa el 2,3%, y discapacidad severa y muy severa, que es el 0,9%. Dentro de ese 3,2%, encontraron diversos “tipos de deficiencia” que fueron los definidos para identificar si el niño tiene discapacidad: de acuerdo al informe, “los trastornos socioafectivos y de la conducta son los que presentan mayores porcentajes (60,1%), seguidos de la discapacidad intelectual (24,9%) y los trastornos físicomotores (18,2%)”.

Uno de los datos que Haretche mencionó que les llamó la atención fue el porcentaje de alumnos con discapacidad que cuenta con diagnóstico: el 55,6%, mientras que en los casos de discapacidad severa y muy severa la cantidad asciende a 61,3%. En ese sentido, el informe también da cuenta de que los alumnos del sector privado cuentan con diagnósticos en mayor proporción que en la escuela pública: 72,6% en el primer caso y 53% en el segundo. La diferencia asciende en los casos de discapacidad severa y muy severa: 90,9% en la educación privada y 58,3% en la pública.

Al respecto, manifestó que la circunstancia representa un “desafío para el docente”, que debe “afrontar estas situaciones con falta de información”. A su vez, recordó que en estudios realizados previamente se halló que los diagnósticos son más frecuentes “en contextos más favorables porque también hay más recursos para acceder a esos profesionales, y eso empieza a generar inequidades, desigualdades de trayectorias educativas en los distintos apoyos que se van pudiendo tener”.

Intersecciones

Hay una tendencia a que la discapacidad se concentre en los varones. Según los datos recabados por las instituciones, 68,1% son varones y 31,9% son niñas, a pesar de que en la población total de alumnos haya una división del 50% y 50%. Estos resultados fueron vistos con “preocupación” por Karen Sass, directora de Discapacidad del Ministerio de Desarrollo Social, quien también expuso en la presentación. “Es un desafío pensar en términos de política de género. Es preocupante ver por qué hay más niños. ¿No están en el sistema educativo las niñas con discapacidad?”, manifestó.

La extraedad fue otro de los factores examinados. En este caso, se analizó tercer año por un lado y sexto por el otro. En cualquiera de los casos, observaron que en los niños con discapacidad la extraedad es mayor: “37,5% frente a 11,2% en el total de tercero y 26,9% frente a 15% en el total de sexto”. A su vez, en tercero esto aumenta en sintonía con el aumento del grado de la discapacidad: “Pasa de 34,6% entre quienes tienen discapacidad leve o moderada a 43,3% entre quienes tienen discapacidad severa o muy severa”, una diferencia que no sucede en sexto año.

Según el informe, existe también “una fuerte asociación entre discapacidad y pobreza”: el 70,6% de los alumnos con discapacidad severa y muy severa reciben asignaciones familiares del Plan de Equidad y el 35,9% de la Tarjeta Uruguay Social Doble. De igual modo, 89,7% de los niños con discapacidad severa y muy severa asisten a escuelas públicas y, al mismo tiempo, se concentran en las escuelas de contexto “muy desfavorable”: “43,8% frente a un 20,5% de la población total”.

Docencia y aprendizaje

“Uno de cada cuatro alumnos con discapacidad leve y moderada y tres de cada diez con discapacidad severa y muy severa registran antecedentes de haber repetido al menos un año en primaria”, dice el informe.

Además, 28% de los maestros que ejercen en escuelas con alumnos con discapacidad no tiene formación apuntada a la inclusión de personas con discapacidad, mientras que 54% de los directores de escuelas sí la tienen. Estos datos fueron destacados por la directora del Área Técnica del Ineed, porque señaló que los propios docentes manifiestan la necesidad de formación para saber cómo abordar estos los casos.

A propósito, el informe también evidenció, por un lado, que “los centros a los que asisten niños con discapacidad tienen un menor porcentaje de todos los recursos humanos técnicos con la excepción de trabajadores sociales, profesionales con los que cuentan 24,7% de estos centros”. 94% de los centros del sector privado, sin embargo, cuenta con equipos multidisciplinarios, mientras que en el sector público sólo lo hace el 40%.

Por otro lado, en cuanto a la infraestructura y materiales, “83,9% de los centros a los que asisten alumnos con discapacidad no posee materiales específicos para trabajar con ellos, el 42,7% no tiene infraestructura accesible para personas con movilidad reducida y el 54,8% no posee baños accesibles”.

La directora general de Educación Inicial y Primaria, Olga de las Heras, aseguró en la presentación del informe que lo esbozado “es un tema muy relevante”. “Nos comprometemos a promover culturas inclusivas; todos tienen derecho a la educación y con toda esta información tenemos que actuar. Algunas cuestiones nosotros ya las venimos trabajando y vamos a seguir profundizando en ellas”, aseguró, e hizo énfasis en el trabajo interinstitucional como camino.