En 2015 comenzó a pensarse en la Propuesta 2016, que pretendió ser incorporada en ciclo básico “a un sector de adolescentes de 13 a 17 años que, habiendo egresado de Educación Primaria, no registra matriculación en Educación Media, presenta experiencias de repetición y rezago en Educación Primaria o de desvinculación en primer año de Ciclo Básico”. Así se explica en el documento marco de la propuesta, del entonces Consejo de Educación Secundaria.

La propuesta se gestó “como parte de un proceso de incorporación a los liceos de una población con perfil de alta vulnerabilidad social y educativa atendida por el Programa Aulas Comunitarias”. Comenzó a implementarse de manera gradual, “iniciando con primer año en 2016, segundo año en 2017 y tercer año en 2018”, con la incorporación de estudiantes solamente en primer año, “a los efectos de realizar el proceso en todo el ciclo básico” y porque “el desarrollo de los procesos de aprendizaje está previsto más allá de los cursos anuales, por lo que se plantean, en los cursos sucesivos, espacios para complementarlos a través de tutorías”.

“Con el propósito de asegurar las trayectorias educativas, el diseño apunta a incorporar otras formas de acercamiento al conocimiento y a la cultura, otros saberes así como mayor soporte y seguimiento de los estudiantes en su permanencia en las instituciones”, se explica.

En resumidas cuentas, la Propuesta 2016 tiene tres propósitos generales: “Desde lo personal, generar oportunidades para la construcción de la subjetividad en la interacción con otros” y, para ello, prevé promover “en los estudiantes el desarrollo de la metacognición y autorregulación para reflexionar y comprender su accionar”; “desde lo social, que los estudiantes aprendan a dialogar, a debatir, a trabajar en equipo y a vincularse con el otro respetando su alteridad”; y “desde lo cognitivo, que logren mejorar sus aprendizajes y adquieran estrategias de pensamiento y competencias reflexivas en las diferentes áreas del conocimiento”.

Por ello la propuesta cuenta con talleres, que permite un mayor acercamiento con los estudiantes. Además, se prevé un trabajo en duplas, coordinadores y talleristas para trabajar de manera más integral, además de tener un diálogo con las familias.

Sin embargo, según supo la diaria, esta propuesta comenzó a ser eliminada gradualmente para ser borrada definitivamente en los siete liceos en los que se aplica. En la actualidad, ya hay algunos de ellos que este año no tuvieron la aplicación de la Propuesta en primer año, y eso terminará de suceder en todos los centros educativos.

Esto se debe a que la Transformación Educativa propone que todo el estudiantado esté bajo el mismo plan de estudios y en las mismas aulas, por lo que, aquellos estudiantes que están bajo la Propuesta 2016, también tienen que concurrir a los grupos de Educación Básica Integrada, que, según manifestaron a la diaria, no contempla ni los recursos humanos ni la pedagogía de la Propuesta 2016.

En tanto, la propuesta de Secundaria es que haya una transición de un plan a otro: que los estudiantes que actualmente están bajo la Propuesta 2016 tengan el apoyo de un docente que estará en cada uno de los liceos en donde de implementarse con un cargo de diez horas semanales.