En su primera reunión del año, la Mesa Representativa Federal de la Federación Uruguaya de Magisterio-Trabajadores de la Educación Primaria (FUM-TEP) aprobó una declaración en la que condena “el autoritarismo y la insistencia en coartar la libertad de expresión” de las autoridades de la educación. Si bien aclaran que ello se ha aplicado a otros casos, la declaración se refiere a la sanción impuesta a la directora y una maestra de la Escuela 35 de Montevideo, que fueron suspendidas porque la Dirección General de Educación Inicial y Primaria (DGEIP) entendió que violaron la laicidad al leer una proclama sindical en el acto que daba inicio al año lectivo.

En diálogo con la diaria, Mónica Suárez, integrante de la FUM-TEP, señaló que la federación apoya los paros zonales resueltos por su filial montevideana y que incluso en la Mesa Federal del sindicato la filial montevideana planteó la propuesta de que las demás filiales también tomen la medida de paro en apoyo con la situación de la Escuela 35. Según explicó Suárez, la propuesta está siendo considerada por las filiales departamentales de la FUM-TEP, que tienen autonomía para definir si paran o no.

Sobre la situación que motivó que la DGEIP iniciara un sumario a las docentes, Suárez señaló que las maestras se limitaron a leer una proclama elaborada por el sindicato y, por tanto, no era de su autoría. Además, dijo que no trataba sobre asuntos político partidarios, sino sobre las políticas educativas que implementa la Administración Nacional de Educación Pública. Por tanto, entendió que se coarta la libertad de expresión con una sanción como la que recibieron las maestras.

Inicio de cursos y violencia

La Mesa Representativa Federal también expresó su preocupación por algunas situaciones generadas con las elecciones de cargos de cara al inicio de clases, concretamente para el caso de las maestras interinas. Al respecto, Suárez detalló que hubo “un cambio de normativa a última hora”, ya que la Inspección Técnica de la DGEIP emitió un comunicado el 20 de febrero, cuando al día siguiente los docentes debían asumir los cargos. En particular, explicó que los cambios afectaron la situación de las suplencias para maestras que se encuentran de licencia por maternidad y lactancia.

La dirigente de la FUM-TEP lamentó que esa situación “ocasionó algunas confusiones a nivel país” sobre la elección y el momento de asumir los cargos y, además, desde el sindicato entienden que la DGEIP afectó los derechos de quienes estaban en uso de la licencia por lactancia y maternidad, que tendrán que integrarse a las escuelas el 1 de marzo y no el 21 de febrero, como estaba dispuesto.

En suma, Suárez dijo que en el interior del país surgieron algunas otras situaciones con relación a la elección de cargos y, por lo tanto, desde la FUM-TEP le plantearon a las autoridades de Primaria la necesidad de que “se reflotara una comisión que hubo durante mucho tiempo”, dedicada a realizar un “acompañamiento de las elecciones de cargos”. Según relató la sindicalista, desde la DGEIP les manifestaron que desconocían la existencia de esa comisión y se comprometieron a estudiar su instalación.

Otra de las situaciones que preocupa al sindicato es el aumento de situaciones de violencia extrema contra niños y niñas que, por ejemplo, ha llevado a que cada vez haya más asesinatos con armas de fuego contra esa población, en el marco de conflictos criminales. Sobre las medidas anunciadas por el gobierno luego de un encuentro entre jerarcas de varios organismos, que incluyen que se dicten talleres de prevención de la violencia a cargo de una maestra y un policía, Suárez aseguró que “toda medida es bienvenida”. No obstante, señaló que las medidas anunciadas no fueron conversadas con el sindicato pese a que cuenta con una instancia bipartita periódica y, por otra parte, recordó que Primaria ya tiene programas y medidas a su interna para estos temas.

Por ejemplo, habló del Programa de Escuelas Disfrutables, que cuenta con “profesionales formados en territorio”, con presencia “todos los días del año”, y también del Programa de Maestros Comunitarios, que trabajan con estudiantes y familias de escuelas de algunas zonas. “Son roles y funciones que no se deben dejar de oír, porque son los que están todos los días junto a las directoras y directores de las escuelas”, además de que funcionan como una “bisagra entre la familia, el barrio y la clase”.