Referentes de los distintos núcleos sindicales de Montevideo de la Asociación de Docentes de Educación Secundaria (ADES) se reunieron para poner en común los principales problemas del inicio de cursos. Al respecto, el sindicato había denunciado distintas situaciones que se presentarían los primeros días de clase, principalmente a causa del retraso en la elección de horas docentes en Secundaria. Sin embargo, tras su evaluación, ADES Montevideo afirma que la realidad fue aún peor de lo pronosticado.

En concreto, los profesores sindicalizados de la capital denuncian la existencia de problemas con las inscripciones en los liceos públicos, principalmente generado por inconvenientes con el sistema informático, lo que llevó a que los secretarios liceales tuvieran que hacer ese trabajo de forma manual y, al mismo tiempo, que las familias tuvieran que hacer más trámites para concretar las inscripciones de los adolescentes. “Algunos estudiantes fueron eliminados del sistema y la reguladora aún no les asignó liceo formalmente, aunque los invitó a ir yendo al liceo solicitado. Asimismo, seguimos en un proceso en el que se deben asignar liceos a estudiantes que no obtuvieron cupo en UTU o están pasando de los liceos privados a los públicos”, afirman al respecto.

En síntesis, plantean que, habiendo transcurrido una semana y media desde el inicio de los cursos, los liceos siguen anotando a estudiantes y que aún quedan “cientos” de adolescentes sin centro educativo asignado, lo que hace que los grupos no se terminen de formar.

Respecto de estos últimos, los docentes advierten que los “recortes y redistribuciones que se hicieron el año pasado no van acorde a la realidad y las necesidades, lo que, sumado a los cambios en el sistema de pasaje de grado, tiene como consecuencia que existan decenas de grupos superpoblados y algunos (pocos) con matrícula menguada”. En ese sentido, plantean que hay liceos “con salones vacíos a los que se les han recortado grupos” y, en concreto, mencionan el caso del IAVA, que este año perdió casi la mitad de sus grupos y cuenta con siete salones libres en el turno vespertino.

Según indica ADES Montevideo, la superpoblación de grupos es más clara en octavo y noveno grado de la Educación Básica Integrada –antes segundo y tercero de liceo–, donde hay grupos de hasta 35 estudiantes, y en el primer año de bachillerato, nivel en el que en algunos casos hay más de 40 estudiantes por grupo. Al respecto, agregan que en algunas opciones de quinto y sexto de bachillerato del Plan Reformulación 2006 también se encuentran grupos de más de 40 alumnos.

Como desde hace años, ADES Montevideo reclama “la creación de grupos con carácter pedagógico” y que estos no superen los 25 estudiantes, “para poder planificar según las necesidades específicas” de cada uno de ellos. Además, sostienen que es necesario “construir al menos un liceo de bachillerato en La Teja”, otro para abarcar a la población de Sayago y Colón, y otro en Piedras Blancas, de forma de “atender la superpoblación y las necesidades de estudiantes y familias”.

Problemas con talleres

Respecto de la elección de horas, la filial de la Federación Nacional de Profesores de Educación Secundaria (Fenapes) relevó algunos problemas adicionales a los previamente denunciados, como errores en la designación, ya que “en algunos casos se asignaron horas de más a las que correspondían”. Además, plantean que en otros casos se asignó el mismo grupo a más de un docente, “se asignaron mal las horas” de los programas de exploración pedagógica y que “aún no se eligieron las prácticas de Educación Social” en los liceos.

El sindicato sostiene que también hubo inconvenientes con las franjas horarias de los talleres de primer año de bachillerato, que se comienzan a aplicar este año en el marco de la transformación curricular. En diálogo con la diaria, la presidenta de ADES Montevideo, Camila Menchaca, detalló que los documentos de la transformación y las pautas de elección de horas establecen que debe haber un horario específico en el que se den esos talleres, que se dictan en simultáneo, y que esa información debe ser publicada.

“El problema es que muchos liceos no publicaron ese horario y los docentes tomaron horas a ciegas”, explicó, e ilustró que si un docente de Filosofía tomó horas del taller de Debate y Argumentación en el liceo 26, que no publicó los horarios, y en el Miranda, que sí los publicó, llegaba al primer centro educativo y se encontraba con que los talleres son en el mismo horario. En otros casos, por su parte, algunos liceos publicaron un horario incorrecto, que no coincide con la cantidad de horas que tiene el taller.

Menchaca cuestionó que en esos casos se le exige al docente que renuncie a parte de sus horas, cuando el problema se generó por motivos ajenos a su responsabilidad. Además, detalló que en general los cursos de la transformación educativa son los que quedan para el final y especialmente los talleres, por lo que los terminan eligiendo los docentes interinos que pudieron tomar “lo que quedaba”. Según señaló, estos profesores en algunos casos tomaron sólo talleres y se encontraron con el pedido de renuncia a parte de las horas, lo que también genera un problema para los estudiantes, que no pueden empezar a cursar esas propuestas.

En resumen, Menchaca dijo que desde el sindicato no saben cuál fue el criterio que se usó para abrir talleres de bachillerato en algunos lugares sí y en otros no. Sobre el caso de los talleres de la EBI, la docente señaló que se presentó un problema similar al del año pasado, ya que estas propuestas optativas también se ofrecen en simultáneo. Esto hizo que el armado de horarios fuera todavía más complejo y los docentes también terminan renunciando porque no pueden hacer coincidir sus horarios, a lo que se suma que se necesitan más espacios físicos y que estos no siempre están disponibles en los liceos.

Inicio “ficticio”

Precisamente, el armado de horarios es otro de los puntos críticos que, según ADES Montevideo, fue crítico en los primeros días de clase, algo que dificultó el normal desarrollo de las clases, según plantean. Por ejemplo, mencionan que algunos liceos de ciclo básico tienen cerca de 90 horas vacantes a la semana, situación que es más grave en liceos con secretarías y direcciones nuevas y en los que tienen superposición entre turnos, ya que faltan espacios para impartir los cursos.

“La mayoría de los liceos realizamos un comienzo de cursos sin horarios”, afirman, y agregan que los horarios van recibiendo “ajustes permanentes que se van modificando durante la semana”. Como algunas consecuencias de esa situación, denuncian una “enorme cantidad de horas libres en liceos con insuficientes adscriptos y espacios”, lo que lleva a que muchas veces los estudiantes entren más tarde o terminen antes de lo que indica el horario del centro educativo. Plantean que “las pocas clases que sí se están desarrollando estas semanas lo hacen en un contexto de desorden y caos incompatible con el trabajo en el aula”. “Empezar las clases en estas condiciones es un empezar ficticio, sólo formal”, lamenta el sindicato, que asegura que la normalidad respecto de los horarios llegará recién después de Semana de Turismo.

Además, la filial capitalina de Fenapes sostiene que también se están dando situaciones complejas desde el punto de vista edilicio en muchos liceos. Sobre el tema plantean que se hizo una “reducción y retraso” de las cuadrillas de la Administración Nacional de Educación Pública que recorren los liceos en verano para hacer una puesta a punto de los edificios, por lo que en muchos casos las clases comenzaron sin esos arreglos.

Por su parte, advierten “problemas de accesibilidad en la mayoría de los liceos”, entre los que incluyen falta de rampas, ascensores y baños, entre otros aspectos, como falta de salas de lactancia, que no están presentes en la mayoría de los centros. Otro de los temas que “generan complicaciones” es la falta de lugares adecuados para las clases de Educación Física, que hace que en algunos casos estudiantes y docentes deban “trasladarse varias cuadras” o compartir locaciones con otras instituciones.

También señalan la existencia de “problemas eléctricos, filtraciones, rajaduras, goteras, pisos hundidos y un larguísimo etcétera que debe ser resuelto en forma urgente”, incluso en liceos recientemente construidos, como el 67.

Sin libretas

En suma, ADES Montevideo advierte que al día de la fecha no hay libretas electrónicas para que los docentes puedan registrar su trabajo, lo que, sumado a las dificultades para armar horarios, hace imposible el registro de asistencia de los estudiantes. Al respecto, el sindicato llama la atención sobre “la visita de inspecciones de asignatura el primer día de clase y durante las bienvenidas (en particular en liceos que vienen desarrollando conflictos sindicales, como el IAVA), exigiendo planillas y planificaciones aun sin haber libretas ni haber hecho diagnósticos”.

Respecto de la situación alimentaria de los estudiantes de Secundaria, señalan que hay pocos cupos disponibles para comedores en relación con la cantidad de alumnos que requieren ese servicio. En este sentido, lamentan que la Dirección General de Educación Secundaria “no aceptó donaciones de la intendencia [de Montevideo] para brindar copa de leche o merienda”.

Otro de los puntos denunciados es que, si bien celebran el nombramiento de más psicólogos para los liceos públicos, en algunos casos esto implicó que algunos centros que contaban con un profesional con una carga de 30 horas semanales en forma exclusiva, ahora pasaron a ser compartidos con otros liceos y cuentan con 15 horas en cada centro educativo.