“Luego de casi un mes, finalmente arreglaron el vidrio”, pero“¿quién les devuelve la semana de clases perdida a lxs estudiantes?”, manifestó el gremio estudiantil del liceo Dámaso (GED) luego de que durante casi un mes estuviera roto uno de los vidrios del centro educativo y recién esta semana fuera arreglado.
En un comunicado publicado en su Instagram, el GED explicó la situación, a la que catalogó como “crítica”. Contaron que el 7 de agosto observaron que el vidrio de una de las ventanas del salón número 11, que se ubica en el patio, estaba roto. En ese momento informaron a la adscripta asignada y el grupo de estudiantes recibió “la promesa de que el problema se solucionaría antes del viernes 9 de agosto”. Sin embargo, no sucedió.
La semana siguiente, aseguraron que “la situación no mejoró”: “El lunes 12 de agosto, al llegar al salón, comprobaron que el vidrio seguía roto. Volvieron a hablar con la adscripta, quien respondió que en la tarde de ese mismo día se iba a solucionar”.
El martes 13 de agosto, “lxs alumnxs concurrieron a la institución y el salón seguía en las mismas condiciones. Ellxs fueron a hablar con distintas adscripciones en busca de una solución, la cual nunca se les brindó”. Relataron que al día siguiente la adscripción les aseguró que para el viernes 16 ya estaría arreglado, pero tampoco ocurrió.
En este contexto, el grupo de estudiantes del salón con el vidrio roto decidió, el 20 de agosto, “retirarse de la institución, frustradxs por la falta de respuestas satisfactorias y la incapacidad de resolver el problema”. Asimismo, explicitaron sus razones en tres notas: “Una entregada en adscripción, otra pegada a la puerta del salón, y otra en dirección”, y la respuesta recibida “fue que se iba a solucionar”.
Al otro día, los estudiantes no asistieron a las clases porque compañeros de otros grupos les informaron que el vidrio continuaba roto y, en ese marco, recibieron un comunicado de la adscripta que les informó que al día siguiente no concurrieran al liceo porque se estaría colocando el nuevo vidrio. Sin embargo, volvió a no suceder.
“A este inconveniente se suma que el salón no cuenta con un aire acondicionado que funcione desde mayo, lo que agrava las bajas temperaturas”, aseguraron. En este marco, el GED expresó su “profundo repudio ante la situación, dado que hay alumnxs perdiendo días de clase por una situación de negligencia total por parte de las autoridades”.
“Ningún ni ninguna estudiante tiene por qué soportar tener clases con temperaturas insoportables por culpa de los problemas de infraestructura de la institución. Estudiar es un derecho, y se nos está coartando. ¿Hasta cuándo tenemos que reclamar por estudiar en condiciones básicas?”, finalizaron.