“Perspectivas para una educación, ¿en crisis?” fue el título de la actividad que este martes a las 18.00 se llevó a cabo en la Facultad de Información y Comunicación (FIC) para presentar los resultados del proyecto “Aportes para la comprensión pública de los debates y las transformaciones educativas en curso en Uruguay”.
El decano de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (FHCE), Pablo Martinis, es uno de los coordinadores del proyecto, junto a Nilia Viscardi, doctora en Sociología, y Natalia Uval, docente y directora de la diaria. Asimismo, la investigación fue llevada a cabo por docentes de la Universidad de la República (Udelar): Camila Falkin y Christian López, de la FHCE, Leonel Rivero y Mariana Palermo, de la Facultad de Ciencias Sociales, y Facundo Franco de la FIC.
El proyecto contó con la financiación del fondo universitario para la comprensión pública de temas de interés general de la Comisión Sectorial de Investigación Científica (CSIC) y forma parte del Observatorio de Medios del Uruguay y del Observatorio del Derecho a la Educación, en donde se publicarán textos que profundizan la investigación.
Tres fueron las principales líneas de investigación: los programas de los partidos políticos en el contexto de las elecciones nacionales de 2019, los documentos que se crearon por la Transformación Educativa de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y la cobertura que hicieron los medios digitales sobre los temas educativos en los últimos 15 años.
Según el documento que resume los resultados, concretamente consideraron “de qué manera los discursos que planteaban la existencia de una ‘crisis’ de la educación estuvieron presentes en los programas, y si ello después se trasladó al diagnóstico del que partieron las políticas educativas del actual gobierno”. Con respecto al análisis de los medios, señalaron que “se observaron los tópicos que tratan, los actores –personas e instituciones– principales mencionados en los artículos, y las fuentes consultadas”.
La idea de crisis educativa en los medios de prensa
Franco explicó que las líneas investigativas se centraron en la idea de que en la educación uruguaya existe una “crisis”, ya que observaron que ha sido “un tema bastante recurrente en los últimos años y que genera diferentes posturas bien marcadas”.
En ese marco, por un lado, se detuvieron a recopilar las publicaciones en X realizadas por distintos medios de prensa entre 2009 y 2023, con notas que incluyeran los términos “crisis de la educación” o similares. Identificaron que en ese período existieron 85 noticias que mencionan el término, pero también que no fue utilizado de la misma manera en todos los medios. En sintonía, la cantidad de veces que emergió en los distintos años también varía: en 2016 apareció en 18 noticias, en 2017 en 17 y en 2012 en 15, por lo que suman más de la mitad del total.
La cantidad de veces que el tópico estuvo presente también es notoriamente distinto en cada medio de prensa: el 55,3% de las notas que lo contienen son de El País, el 21,2% de El Observador, el 14,1% de la diaria, el 4,7% de La República y 2,4% de los semanarios Brecha y Búsqueda, respectivamente.
Considerando el contexto, Franco esgrimió que encontraron ciertas causas que pueden explicar los resultados por lo sucedido en cada período de gobierno: “El gobierno de [José] Mujica fue bien particular, porque podríamos afirmar que en los primeros meses de gestión admite que la educación tiene problemas, y para solucionarlos la vía que se encontró fue la convocatoria a un acuerdo entre partidos políticos”.
En este marco, el docente aseguró que “la idea de crisis es mencionada por los medios de comunicación y no por fuentes informativas” y que, por otro lado, “el concepto aparece no sólo ligado a los problemas estructurales del sistema, sino también a conflictos cotidianos”. Asimismo, durante la gestión de Mujica identificaron que los medios de prensa instalaron la idea de que “el gobierno tiene que actuar de manera urgente”.
Ya en el tercer gobierno del Frente Amplio (FA) y, por lo tanto, el segundo del expresidente Tabaré Vázquez, la investigación reveló que en ese momento “aparecen los primeros cuestionamientos”: “A nivel de los medios, el propio Tabaré Vázquez planteó que era exagerado decir que había una crisis en la educación”, explicó Franco.
Aun así, el docente subrayó que “no hay un patrón común en los discursos que cuestionaban la idea de crisis: algunos dicen que es una exageración, que sí tiene problemas, pero no crisis”, e incluso hay “planteos más históricos de que siempre la educación está en crisis y no es novedad”.
Sin embargo, en 2017 apareció la organización Eduy21. Franco recordó que “varios de los integrantes sostuvieron la idea, y con un amplio respaldo político y presencia en los medios, la organización instala una serie de propuestas, discursos acerca de cómo veía la realidad del sistema educativo, y eso marca en buena medida la mayor presencia de discursos a nivel de medios que plantean que hay una crisis”. Esta aparición con tal influencia, dijo, puede ser una de las explicaciones de que ese mismo año fuera el que tuvo más notas que referenciaron al tópico. De hecho, evidenció que los propios medios de prensa en la titulación, sin que lo afirmaran fuentes, hablaban de “crisis educativa”.
Por último, la investigación dio cuenta de que con la asunción del actual gobierno la idea comenzó a desaparecer, al mismo tiempo que con la pandemia apareció la idea de “crisis sanitaria” y “crisis alimentaria”.
Los temas y actores vinculados a la educación en los medios de prensa
Por otro lado, la investigación abordó los últimos cinco años –de 2018 a abril de 2023– para analizar qué temas aparecieron vinculados a la discusión educativa. Rivero especificó que observaron 20.664 posts sobre educación en X y que, en primera instancia, pudieron relevar que el diario El País y luego la diaria fueron los medios de prensa que abordaron más la temática. Por lo tanto, aseguró que ambos son los que “aportan más insumos para seguir la agenda”.
En ese marco, también analizaron qué actores, instituciones o sindicatos aparecieron en mayor cantidad cada uno de los años. Así, Rivero esbozó que desde enero de 2018 hasta febrero de 2020 los candidatos a la presidencia fueron los que aparecieron más, y luego de terminada la campaña electoral fueron los “actores de la conducción política de la educación” los que incrementaron su aparición.
Asimismo, aseguró que la agenda educativa tiene “la centralidad de las fuentes institucionales para construir la noticia”. En 2020, con la urgencia de la pandemia y la ley de urgente consideración (LUC), ambos tópicos fueron los más nombrados en las notas, junto a los sindicatos, la alimentación escolar y los pedidos de informes del Parlamento por violación de la laicidad.
En 2021 también aparecieron los informes del Instituto Nacional de Evaluación Educativa, que aseguró “es un referente para saber qué pasa con la educación” a nivel de la prensa. En 2022 tomó lugar la Transformación Educativa de la ANEP, así como la comisión investigadora del accionar de la Federación Nacional de Profesores de Educación Secundaria, entre otros, mientras que en 2023 el término “Transformación Educativa” continuó en el podio pero con un cambio semántico: reforma educativa. Luego, le siguieron reclamos de gremios estudiantiles, con particular preponderancia de los liceos IAVA y Zorrilla.
La crisis educativa trasladada a la política
Falkin introdujo la esfera política: “Circulaba [la idea] de que la educación estaba en crisis, y ese fue el discurso que fundamentó la necesidad de introducir una serie de reformas en el campo educativo”, aseguró.
Por esa razón, analizaron “de qué modo los programas planteaban la idea de la existencia de una crisis y si eso se trasladó a los programas” de la campaña de 2019. Se enfocaron en los programas del Partido Nacional, elPartido Independiente, Cabildo Abierto y el Partido Colorado y, de acuerdo con Falkin, identificaron que “el significante crisis ocupaba un lugar central: había una fuerte convergencia a cómo estos partidos caracterizaban la situación educativa en ese momento”.
Dijo que para fundamentar la presunta crisis observaron la aparición de “los resultados educativos, de aprendizaje sobre las evaluaciones estandarizadas, los niveles de egreso de la educación media porque eran bajos, y las desigualdades de los resultados educativos en función de los contextos socioeducativos de los estudiantes”.
Sin embargo, Falkin manifestó que en los documentos presentados posteriormente a los programas, como la LUC, el Plan de Desarrollo Educativo de la ANEP o la reforma curricular, “en ninguno aparece la referencia a la crisis educativa como lugar central: el significante desapareció del debate público a partir de 2020” y fue sustituido por “Transformación Educativa”. Si bien se plantean nuevas “metas”, Falkin aseguró que “no proponen saltos significativos con las tendencias previas, [algo] que sería esperable si hay una crisis”. La única excepción fue “la meta educativa del egreso con respecto a la educación media”.
López, por su parte, planteó que hubo “una manifestación explícita de los partidos de la oposición de adherirse a los planteamientos de Eduy21”, pero cada uno planteó también propuestas particulares.
Sin embargo, dijo que algunas de las principales líneas de acuerdo entre los partidos respecto del tema fue “el fortalecimiento del MEC [Ministerio de Educación y Cultura] como institución rectora de las políticas de educación nacionales”, establecer cambios en la ley de educación”, revisar “la estructura interna de la ANEP y mejorar la evaluación de la rendición de cuentas”.
En ese marco, sostuvo que “si bien el diagnóstico de crisis no está, las propuestas siguen siendo las mismas”: “Se mantienen a pesar de indicadores diferentes. Las metas planteadas dan continuidad a metas anteriores, pero ante la idea de crisis y transformación profunda, no se prevé un impacto inmediato en el corto y mediano plazo”.
Autoridades plantean que la educación es cuestionada por todos los partidos y que debe ser “política de Estado”
En la actividad, además de parte del equipo coordinador y de investigación del proyecto, estuvieron presentes el actual director nacional de Educación del MEC, Gonzalo Baroni, y quien lo antecedió, Rosita Angelo.
Baroni apuntó a que en las bases programáticas del FA, si bien no se usa el tópico “crisis educativa”, se habla de que hay aspectos que deben “construirse nuevamente”. Para el director nacional de Educación, eso significa que “hay un cuestionamiento muy legítimo, porque es parte de la autocrítica, ya que muchos datos mostraron y muestran que Uruguay tiene por lo menos un cuestionamiento a los resultados educativos; Uruguay no ha avanzado y ha tenido problemas en la tasa de egreso”.
En ese marco, aseguró que “todos los partidos acordamos que había algo para volver a construir, que estaba en crisis o que no estaba funcionando” y que, por otro lado, fundadores de Eduy21 “son parte fundamental”, incluso como integrantes del FA. En resumen, esgrimió que “no se puede hablar de que el cuestionamiento a lo educativo es de un solo lado”.
Angelo, por su parte, aseguró que “la idea de la crisis de la educación fue un éxito de un conjunto de actores que entre el período de 2014, 2018 y 2019 lograron frente a un malestar sobre la educación, plantear que hay una crisis”. A su juicio, aseguró que eso se concreta con dos características: “Cuando había una expansión de los trayectos y ofertas educativas, el discurso se recorta a ciertos tramos que básicamente tenían que ver con las cuestiones en las que la crisis educativa aparecía: los datos de educación media, con problemas de la gobernanza y con un actor que aparecía como problema, que eran los y las docentes”.
Por otro lado, manifestó que “la idea de crisis tiene un catalizador porque hay una organización –Eduy21– que a través de discursos de personas con larga trayectoria en el campo de la educación, hace match con una preocupación que la sociedad tiene”. En este marco, la exdirectora de Educación concluyó que “el tiempo es un tema que muchas veces no se pone en la dimensión de la discusión: aparece la lógica de que tiene que ser rápido, pero los procesos van a tener resultados en la próxima generación”. Por último, esgrimió que es necesario que la política partidaria asuma “que el campo de la educación es un asunto de política de Estado”.