En la misma línea en que se había pronunciado cuando defendió que la convocatoria al Congreso Nacional de Educación deje de ser obligatoria en cada período de gobierno, como lo dispuso el actual gobierno, el ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira, cuestionó que el Frente Amplio (FA) incluya en su plan de gobierno la convocatoria a dicho ámbito y que sus decisiones sean vinculantes.
El jerarca aseguró en la red social X que dicha medida implica que las resoluciones del congreso sean “obligatorias” para el gobierno y, en esa línea, valoró que, de ser electa en el gobierno, la actual oposición estaría “renunciando de antemano a ejercer la capacidad de decisión” que le daría la ciudadanía. Según consideró, el Congreso Nacional de Educación es “un órgano controlado por los sindicatos de la enseñanza” y, por tanto, con la medida el poder político quedaría “sometido al poder sindical”. En esa línea, entendió que la medida propuesta por el FA implica reconocer que dicho partido “no es republicano”, ya que “el principio básico de soberanía” en el país implica que las decisiones las tomen los tres poderes del Estado.
“Las próximas elecciones también son sobre esto: Estado republicano o Estado corporativo. Es una encrucijada histórica”, concluyó el ministro.
Su publicación generó la inmediata respuesta de algunos sindicalistas y también de varios referentes del FA en educación. Uno de ellos fue Pablo Caggiani, exconsejero de Primaria y actual director del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineed) por la oposición. Según Caggiani, Da Silveira “malinterpretó” la resolución que tomó la fórmula presidencial del FA, que baja a tierra algunos de los lineamientos programáticos, en este caso de educación.
Según expresó Caggiani, la participación “de la sociedad toda, la academia, los profesionales, los trabajadores desapareció en este período de gobierno” bajo el argumento de que “se votó eso en elecciones”. El referente en educación del MPP consideró que tanto la modalidad por la que optó el actual gobierno como la que se plantea el FA son democráticas, ya que un gobierno cuenta con legitimidad para no consultar a nadie y también para “convocar a la sociedad a ser parte de la solución y de los futuros posibles”.
Por su parte, el actual director del Ineed recordó que el programa del FA convoca también “a construir acuerdos sociales y políticos para elaborar una estrategia nacional de educación”, lineamiento con el que algunos integrantes del actual gobierno de la educación se han mostrado en desacuerdo.