Héctor Cancela, Gregory Randall, Fernando Miranda y Nicolás Wschebor son los cuatro candidatos confirmados para la elección de rector de la Universidad de la República (Udelar) y serán los nombres que estarán sobre la mesa en la Asamblea General del Claustro (AGC) el 18 de junio.

De esa forma, el momento de especulación con posibles candidaturas terminó y dio paso a la campaña electoral, que habitualmente está marcada por distintas actividades con los rectorables y por reuniones de los colectivos que integran la AGC para definir a qué proyecto apoyar. Organizado por el Centro de Estudiantes de Ciencias Sociales, este martes tuvo lugar el primer debate con los cuatro candidatos, que ante una sala casi llena expusieron durante dos horas a partir de cuatro ejes propuestos por la organización: universidad y proyecto de país; democratización, trayectorias y condiciones de vida de los universitarios; cogobierno; y presupuesto.

La tensión que marcó los debates en anteriores elecciones de rectorado, como la de 2018, en la que participaron Rodrigo Arim y Roberto Markarian, brilló por su ausencia en el evento de este martes. De hecho, en los tramos en los que los candidatos plantearon discrepancias, algunos de ellos recudieron al humor, que fue bien recibido por los demás postulantes y también por el público, que varias veces acompañó con risas desde la platea.

Un punto en el que las plataformas programáticas de todos los candidatos coinciden es la necesidad de pensar a la Universidad en el marco de un sistema de educación terciario público, en vínculo con la Universidad Tecnológica (UTEC) y una futura Universidad de la Educación. Con distintos énfasis, esto quedó de manifiesto en el debate, al igual que la importancia de generar políticas para el seguimiento y acompañamiento de los estudiantes de la institución.

El cambio de la Ley Orgánica

Las mayores diferencias emergieron en el punto relacionado con el futuro del cogobierno universitario. Los cuatro candidatos reivindicaron ese principio presente en la actual Ley Orgánica de la Udelar, de 1958, y también se mostraron de acuerdo en la necesidad de introducir cambios en la gobernanza del organismo, principalmente por el importante crecimiento institucional registrado en los 67 años transcurridos desde la aprobación de la norma. Por ejemplo, ninguna de las facultades que se crearon después de 1958 tiene voto en el Consejo Directivo Central (CDC) de la institución, y los centros universitarios regionales no pueden participar en la AGC y, por lo tanto, no tienen incidencia en la elección de rector.

Más allá de esos acuerdos, los candidatos plantearon diferencias sobre la urgencia con la que la Ley Orgánica debería ser reformada y también sobre los mecanismos de discusión que deberían establecerse en la Udelar para eso, partiendo de la base de que sería la institución la que primero debería ponerse de acuerdo en las reformas deseables, para luego trasladarlas al Parlamento. Por ejemplo, Cancela sostuvo que estos cambios deben hacerse en el corto plazo y que para concretarlos no es necesario cambiar la ley, proceso que llevará más tiempo. Según plantea su programa, es posible apelar a acuerdos internos en la Udelar para encontrar los mecanismos que permitan que todos los servicios universitarios tengan la misma incidencia en las decisiones que toma la institución.

Por su parte, Randall señaló que desde su candidatura se propone que la Udelar discuta a su interna qué universidad se quiere para 2050 y, con ese objetivo claro, pensar los cambios normativos que serían deseables. Planteó que es importante “darles tiempo” y espacio a los órdenes para que discutan las cosas importantes de la institución, y esta es una de ellas. De todas formas, dijo que el colectivo que lo impulsa está de acuerdo con que la ley debe ser modificada para resolver los principales problemas de funcionamiento en la institución.

En una línea similar, Miranda discrepó con Cancela y dijo que el cambio de gobernanza “no puede hacerse” sin el cambio de la Ley Orgánica. En ese sentido, planteó que los universitarios que integraron el cogobierno en los últimos años ya lo han intentado y no se encontraron grandes márgenes para introducir más cambios. Entre algunas cosas a cambiar, el decano habló de la “distancia sideral” entre los temas que discuten los consejos de las facultades y el CDC. Al respecto, propuso la creación de algún tipo de instancia intermedia entre lo que ocurre en los servicios universitarios y el nivel central.

“La voy a pudrir”, avisó Wschebor al referirse a este tema, y sostuvo que la Udelar enfrenta “un problema gravísimo de desgobierno” y que no se puede seguir con las mismas herramientas de gobernanza “que hace 70 años”. El candidato, que se definió como un “hincha del cogobierno”, planteó que es necesario aplicar cambios para que este se pueda desarrollar de la mejor manera.

En esa línea, dijo que el actual tamaño del CDC es demasiado grande y eso hace imposible que el organismo funcione de una manera adecuada. Estimó que una solución “políticamente viable” es pensar que la Udelar sea un gran ente autónomo que a su interna tenga varias universidades que funcionen con relativa autonomía. En este sentido, dijo que si bien la discusión para contar con una propuesta de Ley Orgánica debe llevar un tiempo de discusión en la interna de la Udelar, los plazos no pueden eternizarse. En concreto, consideró que sería factible trazarse un plazo de dos años para procesar la discusión y llegar a una propuesta a presentar a los parlamentarios.

Cancela planteó discrepancias con ese planteo y, a partir de la creación de otras universidades públicas en el país, sostuvo que la “potencia” que tiene la Udelar no es la misma que la de universidades más pequeñas como la UTEC.

Prioridades presupuestales

Si bien la Udelar ya aprobó por unanimidad un plan de desarrollo para el próximo quinquenio y, con él, un pedido de incremento presupuestal de unos 300 millones de dólares y todos los candidatos se mostraron de acuerdo con lo establecido en el documento, reconocieron que será difícil que en la actual situación del país se logre atender el pedido en su totalidad. En ese marco, hablaron de distintas prioridades que, en caso de resultar electos, plantearían al Poder Ejecutivo y el Parlamento, de cara a la votación de la Ley de Presupuesto Quinquenal.

Wschebor aseguró que él es una garantía a la hora de “ponerse firme” contra un gobierno de izquierda, porque ya lo ha hecho en el pasado, en el entendido de que “es más fácil” para algunos actores de la institución hacer reclamos o marcar distancia respecto de gobernantes de derecha. Entre sus prioridades para el pedido presupuestal, mencionó la necesidad de contar con recursos para consolidar y ampliar el régimen de Dedicación Total [DT] de docentes de la Udelar y el financiamiento de más becas estudiantiles de grado y posgrado, además de atender la masividad estudiantil con la creación de más cargos docentes.

Según Randall, será necesario trabajar en una “consolidación crítica” de algunas de las acciones que lleva adelante la Udelar, como la del desarrollo en el interior. En ese sentido, recordó que en el gobierno anterior el Parlamento decidió otorgar 60 millones de pesos para el desarrollo de un Centro Universitario Regional en Colonia y Soriano, y la universidad definió abrir cinco carreras, algo que “estuvo mal”. En su lugar, el candidato consideró que deberían haber optado por abrir una única carrera que pudiera ser bien desarrollada y “construir universidad” de calidad en el territorio.

Entre algunas de las prioridades que la Udelar debería marcar, Randall mencionó la creación de cargos docentes para atender la creciente matrícula estudiantil y más turnos de cursada pensando en los estudiantes que trabajan. También habló de un “shock” de creación de cargos grado 3 y del fortalecimiento del programa de DT.

En tanto, Cancela señaló que será necesario trabajar a nivel de la opinión pública para que se comprendan los reclamos de la Udelar no sólo a nivel del rectorado, sino también de los órdenes que conforman la institución. Su primera prioridad será mejorar la política de becas, tanto en los montos que se otorgan como en el plazo de duración. Agregó que también priorizará la mejora de la relación entre horas de trabajadores docentes y técnicos, administrativos y de servicios en relación con la cantidad de estudiantes, además de generar mejores condiciones para el desarrollo de la carrera docente y los ascensos de grado. “Primero las personas”, resumió.

Miranda, por su parte, coincidió en la necesidad de priorizar el desarrollo de la carrera docente y sostuvo que sería necesario poner en entre los primeros lugares el seguimiento de trayectorias de los estudiantes de grado. Además, recordó que con el nuevo estatuto docente de la institución los cargos docentes grado 1 deben ser ocupados por estudiantes avanzados o egresados recientes, por lo que reclamará saber “quiénes son” las personas que ocuparán esos cargos para poder hacer también un seguimiento.