Este miércoles no hubo clase en los liceos públicos, pero eso no quiere decir que no se haya trabajado. Los profesores de cada centro educativo estuvieron reunidos durante todo el día en Asambleas Técnico Docentes (ATD), que, si bien pueden sumar otros temas, tuvieron un punto principal. Se trató de un informe elaborado por la Dirección de Planeamiento y Evaluación Educativa (DPEE) de la Dirección General de Educación Secundaria (DGES), que recoge los acuerdos obtenidos por un grupo de trabajo que en junio se instaló para revisar la transformación curricular aplicada en el gobierno anterior.
En el documento, al que accedió la diaria, se especifica que el grupo de trabajo funcionó entre el 2 de junio y el 9 de julio y, además de representantes de la ATD nacional y la DPEE y otras dependencias de Secundaria, en él participaron algunas inspecciones y representantes de la Sala Nacional de Directores. Este grupo basó su trabajo en la hoja de ruta definida por el Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional Pública (ANEP) para revisar los cambios curriculares, que en una primera etapa plantea realizar cambios más puntuales que puedan ser implementados en 2026.
Ese planteo de la ANEP, que por distintos motivos no fue acompañado por los consejeros docentes en el Codicen, tampoco fue aceptado por diferentes instancias de las ATD que se han expresado hasta el momento. En el caso de Primaria, por ejemplo, la asamblea nacional rechazó la implementación de cambios puntuales y, por el contrario, pidió volver al plan anterior mientras se discute uno nuevo. Si bien en el caso de Secundaria se reconocen cambios en la forma de trabajo y se marca una mayor apertura de las autoridades, según consta en el informe y en la carta que la Mesa Permanente de la ATD de Secundaria envió a las asambleas liceales, desde dicho espacio también se plantea la necesidad de realizar cambios curriculares más drásticos.
De hecho, como parte de los acuerdos generales alcanzados, en el informe elaborado por la DGES se menciona “la necesidad de contar con más tiempo y otros espacios” para la discusión, no solo de los aspectos curriculares, sino de la mejora de la educación pública de una manera amplia.
Otro de los acuerdos logrados y, según se remarca, por unanimidad, fue realizar una solicitud a las autoridades de que se aumente el espacio de coordinación docente a cuatro horas, “con el fin de mejorar las condiciones para el desarrollo de la práctica docente”. Las horas de coordinación fueron recortadas en el gobierno anterior.
Principales cambios propuestos a nivel curricular
Entre los acuerdos generales el informe también marca la unanimidad que obtuvo la propuesta de que “terrorismo de Estado” sea incorporado en todos los programas de Historia. “Desde una perspectiva de los derechos humanos y en el marco del 40° aniversario de la recuperación democrática, se entiende pertinente reabrir espacios para la formación en la defensa de la democracia y de la historia reciente”, se señala, después de que en la administración pasada el término fuera eliminado en el programa de primero de bachillerato.
En cuanto a otros cambios más concretos, se propone que en séptimo deje de haber optativas y que las asignaturas llamadas Ciencias Físico Químicas -en el plan reformulación 2006 se llamaba Ciencias Físicas- y Educación Musical vuelvan a ser obligatorias en ese grado. En octavo se propone aumentar de tres a cuatro horas la carga horaria de Ciencias Físico Químicas, que se supriman las materias optativas y que vuelva a la malla obligatoria la asignatura Comunicación Visual. De acuerdo con la propuesta, en noveno grado tampoco habría optativas y se plantea que vuelvan a ser obligatorias Geografía -que recuperaría su nombre anterior-, Ciudadanía y Participación -ex Educación Social y Cívica-, Comunicación Visual y Educación Musical.
En cuanto a la fundamentación de estas propuestas, se cita a la Asociación de Profesores de Física del Uruguay que afirma que la optatividad temprana “trae como consecuencia, entre otras cosas, que la alfabetización científica de los jóvenes, la construcción de pensamiento crítico y creativo, y la formación de ciudadanía se vean afectadas”. Por su parte, se considera que “negar la presencia plena de la música en el currículo formal equivale a invisibilizar un saber legítimo, históricamente relegado en favor de áreas consideradas más ‘útiles’ desde una lógica economicista”.
De acuerdo con la propuesta, primero de bachillerato -anteriormente llamado cuarto año de liceo- sería el único grado en el que se mantendrían materias optativas, que tienen una duración semestral. De todas formas, está planteado que Astronomía deje de serlo y vuelva a integrar la grilla de asignaturas anuales obligatorias.
Más allá de que en el documento se deja planteada la posición contraria de la ATD a la actual estructura de materias optativas por motivos “epistemológicos”, la DPEE consideró “viable” mantener el resto de las optativas con algunos cambios a estudiarse con mayor profundidad. Por ejemplo, se señala que sería posible mantener en la grilla con sus actuales características a las materias Deporte y Recreación, Territorio, Ambiente y Sociedad y Argumentación y Debate, pero también se propone agregar otras como Ciencias Computacionales - Tecnologías Digitales, Educación Musical y Lenguajes Audiovisuales.
Además, se propone sustituir Emprendedurismo por Economía para Jóvenes, con un enfoque que pase por la economía social y solidaria, y también se plantea “valorizar Educación en Patrimonio”, de forma que la materia esté en vínculo con el entorno cercano de cada liceo.
Sin optativas en las orientaciones de segundo y tercero de bachillerato, pero se sumaría un nuevo trayecto de salida
Según el documento, las materias optativas serían eliminadas en segundo y tercero de bachillerato, donde comienza la diversificación de los distintos perfiles de salida. Según se fundamenta, ello se sostiene en la “falta de espacios edilicios y temporales” para su desarrollo, la “dificultad para el acceso a todos los estudiantes por igual” y el “desdibujamiento epistemológico”. Según se agrega, ello desemboca en una “fragmentación del proceso pedagógico y el acceso al conocimiento” por parte de los adolescentes.
Otra de las propuestas del grupo de trabajo es reincorporar una orientación biológica al plan de estudios, ya que esta fue fusionada con otras de tipo científico por la transformación curricular. En el mismo sentido, se plantea la necesidad de una “reestructuración de la asignatura Biología en la malla curricular 2026”. Concretamente, en el segundo año de bachillerato de la orientación Ciencia y Tecnología se plantea generar dos perfiles: matemático y biológico. Ello iría acompañado del aumento de horas para la asignatura Biología en la suborientación biológica, que pasaría de tres a cuatro horas, “fortaleciendo el uso del Laboratorio”, que había quedado relegado con los cambios curriculares.
En esta suborientación también se plantea incorporar la asignatura Geografía para la gestión sustentable de los bienes de la naturaleza, con tres horas semanales. Por su parte, en la orientación humanística se plantea incrementar una hora la carga semanal de Historia.
Para tercero de bachillerato se propone que Historia, que actualmente es compartida en carga horaria y estructura programática por los grupos de Derecho y Matemática, “pase a tener especificidad” en el caso de Matemática, “con el nombre de Historia Económica y un programa particular”.
Por su parte, en la orientación Creativo Artística, se propone que se reincorpore a la malla curricular obligatoria una asignatura vinculada con los lenguajes y medios audiovisuales. Recientemente, los profesores de la asignatura, que pasó a ser optativa con la transformación curricular, reclamaron su vuelta a la obligatoriedad para este trayecto.
En tanto, el documento también plantea “profundizar la especificidad” de los terceros de ciencias y tecnologías - química y ciencias y tecnologías - arte. En el primer caso, se señala que la carga horaria de Matemática 1 debería pasar de cuatro a cinco horas, igual que la de Química, y “que Comunicación Visual se mantenga en un perfil más exploratorio con dos horas de carga horaria”. En el caso de la opción artística, se propone que mantenga la carga horaria original de nueve horas de Matemática, pero con una distribución distinta entre ellas -cinco horas de Matemática 1 y cuatro horas de Matemática 2-, y que incremente la carga horaria de Historia del Arte de cuatro a cinco horas semanales.
El documento no señala nada concreto respecto de la orientación general creada por la transformación curricular. Al respecto, la Mesa Permanente de la ATD entiende que este trayecto debería ser suprimido.
Pasaje de grado y vuelta de exámenes
El documento, que es abordado este miércoles por las ATD liceales, también plantea propuestas de cara a la modificación del reglamento de evaluación de los estudiantes, tanto en el ciclo básico como en el bachillerato. Por ejemplo, se plantea la necesidad de dar marcha atrás en el pasaje de grado automático de séptimo a octavo grado y, en ese sentido, realizar cambios en las modalidades de aprobación de los grados.
En séptimo grado se propone que se promueva con hasta cuatro asignaturas sin aprobar y se introduce la posibilidad de que el estudiante recurse sólo las materias que necesita aprobar al año siguiente. Al respecto, se da cuenta de la postura de la ATD, que planteó que quienes estén en esa situación deberían recursar todo el grado. Por el contrario, la DPEE de Secundaria marcó que para la protección de las trayectorias educativas es “fundamental reconocer a los estudiantes sus logros de aprendizajes en el proceso educativo”. “Esta posición busca estimular la asistencia, valorar la dedicación , el esfuerzo y reconocer los logros alcanzados por los estudiantes y docentes”, complementa.
En octavo y noveno se propone que se pueda promover con hasta tres materias sin aprobar, pero quienes tengan de cuatro a seis asignaturas pendientes puedan ir con fallo diferido a febrero y en ese momento obtener aprobación total o parcial del grado.
De cara al pasaje de grado, en todos los casos se mantiene el máximo de 30 inasistencias planteado por la transformación curricular, que también habilita a las reuniones docentes a que en forma fundada se pueda habilitar la promoción en caso de superar ese límite de faltas. Al respecto, los representantes de la ATD en el grupo de trabajo pidieron que se vuelva al límite de 25 faltas.
El documento habla de ofrecer “tutorías por asignatura, en espacios externos al aula, de marzo a junio”, y que haya distintas actividades para la aprobación de los cursos. Al respecto, se plantean tres momentos diferenciados. Además del desarrollo del propio curso, para el que remarca la importancia de la asistencia continua, la propuesta plantea mantener los espacios de acompañamientos pedagógicos específicos, que fueron creados en el gobierno anterior para quienes no obtuvieron la aprobación durante el curso. No obstante, estos se mantienen sólo para el período de diciembre, ya que para febrero se plantea la vuelta de los exámenes o “pruebas tribunalizadas”, como se les llama en el documento, con el objetivo de que estas puedan tener distintos formatos.
Respecto de ese período, se marca la necesidad de que los fallos de promoción de los estudiantes estén cerrados en la primera quincena de febrero, de forma que no se retrase todo el trabajo administrativo necesario para el inicio de cursos de marzo y también el seguimiento para la continuidad educativa de los estudiantes.