La Universidad ORT Uruguay fue sede, la semana pasada, de la presentación de una nueva publicación del Consejo Asesor de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) que nuclea diversas perspectivas sobre los puntos que consideran de mayor desafío para la educación en Iberoamérica. Entre otras personas, la actividad contó con la presencia del presidente de la Administración Nacional de Educación Pública, Pablo Caggiani, y de la consejera Elbia Pereira.

Hacia una nueva educación: ideas fuerza para guiar la transformación es el título del libro, coordinado por Renato Opertti, asesor en proyectos internacionales del Instituto de Educación de la ORT, presidente de la OEI y cofundador de Eduy21. Los textos del libro, que está disponible para descarga web, son escritos por 18 especialistas en educación de América Latina, como varios integrantes de la OEI, entre ellos su secretario general, Mariano Jabonero, y el director de Desarrollo Humano para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, Jaime Saavedra.

En la presentación del libro, Denise Vaillant, decana del Instituto de Educación de la Universidad ORT e integrante del Consejo Asesor de la OEI, aseguró que el libro “llama a la reflexión” sobre los temas de la agenda educativa y con la preocupación de que “todos los niños, niñas y adolescentes estén en el sistema educativo y recibiendo una educación de calidad”.

Algunos de esos temas resumidos por Vaillant son: los “índices de desigualdad”, la “transformación digital”, la “formación de los docentes” y, en particular, el “uso con sentido pedagógico que los docentes hacen de la tecnología”.

En tanto, Opertti especificó que el libro consta de cinco capítulos: “Uno que habla sobre los sentidos de la educación; otro sobre las relaciones entre educación, Estado y sociedad civil; otro que habla sobre los actores y palancas de transformaciones educativas; otro sobre las prioridades en los diferentes niveles educativos y uno último sobre la inteligencia artificial, la enseñanza, el aprendizaje y la evaluación”.

Los aportes de cada especialista se engloban en esos cinco ejes que, en su totalidad, de acuerdo a Opertti, forman a un libro que “intenta ser provocador y revolucionario a la vez en el sentido de las ideas que plantea”. De hecho, ya desde el inicio, se asume la idea de que “la educación está en un quiebre de época”.

“La educación en este libro no es ajustar un programa, un grado de estudio o un nivel educativo, sino que es repensar un nuevo modo civilizador” que implica “un nuevo modo de vida sostenible en las diferentes relaciones que se dan”, afirmó.

Otro de los puntos que Opertti destacó como uno de los elementos abordados en la publicación es “la visión intergeneracional”, ya que, en su opinión, en la región existe una “visión muy adultocéntrica de la educación”. “Poco se habla de los jóvenes, de los adolescentes, de los niños y las niñas; las discusiones en educación están muy fragmentadas, muy endógenas y muy autorreferenciadas en los sistemas educativos”, manifestó.

El tercer punto subrayado por el coordinador del libro es “la idea de un acuerdo social en educación”, que implica “la amplia base”, es decir, “no acuerdos solamente al interno del sistema educativo”, sino con “diversidad de actores: sociales, comunitarios, sociedad civil, partidos políticos, sectores productivos, etcétera”. En ese sentido, Opertti señaló que en el texto se propone este tipo de acuerdos para generar “relaciones más solidarias y más cuidadosas entre los humanos, con el planeta, las tecnologías y los conocimientos, porque capaz que nuestras categorías de pensamientos e ideas son obsoletas, que están pensadas por un mundo no disruptivo, cuando tenemos un mundo disruptivo”.

Las “ideas fuerza” del libro

Para Opertti, son 18 las “ideas fuerza” desarrolladas en el libro. La primera: “la diversidad, pero no solamente en un sentido particularista, sino como la posibilidad de dialogar entre diferentes, y eso implica la idea de una educación universalista”.

La segunda: “la visión multidimensional de la sostenibilidad”. Según el investigador, no refiere “solamente a la discusión sobre el cambio climático o la biodiversidad”, sino que se trata de una “discusión sobre la política cultural, entre culturas, entre aplicaciones, entre credos, entre diferentes modelos”, así como también puede ser una sostenibilidad “en base a la idea de la integración de la ética, la ciencia y las humanidades”.

La tercera: “crear una nueva forma de colaborar entre educación y sociedad”. La cuarta: “repensar el cómo para que la política educativa tenga sustento”. La quinta idea planteada es sobre “igualdad de oportunidades con libertad”. También se profundiza sobre “liderazgo educativo”, el currículum como “construcción político-pedagógica”, “la idea del uso reflexivo, crítico y proactivo de las tecnologías para generar aprendizajes profundos”, “fortalecer los aprendizajes de 0 a 3 años” y “cómo podemos reorientar las evaluaciones de aprendizaje para que fortalezcan la pedagogía”.

Otros de los puntos planteados son, de acuerdo a Opertti, “la universalización de la educación media”, la “intersección entre la educación, el mundo del trabajo y la producción”, la “idea de las competencias multilingües”, “fortalecer la función pedagógica de la educación superior”, el avance “hacia un tecno-humanismo antropocéntrico”, la inteligencia artificial como “herramienta para la sostenibilidad” y, por último, “la necesidad de tener políticas de trayectorias escolares fuertes”.

Para finalizar el planteamiento de las “18 ideas fuerzas” plasmadas en el libro, Opertti enfatizó “dos elementos fundamentales” de la publicación: “la idea de que la educación tiene que ver con formar seres libres” y que “la educación tiene que fortalecer la democracia”.