El Consejo Directivo Central (CDC) de la Universidad de la República (Udelar) definió este miércoles generar un espacio que consiste en “ampliar” la integración de la Comisión Directiva del Servicio de Inclusión y Bienestar (SIB) para abordar varias problemáticas del servicio de comedores universitarios. En concreto, el CDC solicitó que ese espacio, que contará con la participación del rectorado de la Udelar, realice un informe con propuestas de mejoras del servicio en el corto plazo y con los recursos presupuestales con los que cuenta actualmente.

En el pedido presupuestal de la institución se solicita más recursos para ampliar los servicios de comedores, por ejemplo, en el interior del país, y se planea otorgar las becas de alimentación a través de transferencias monetarias. En ese marco, los comedores quedarían accesibles para toda la comunidad universitaria, ofreciendo un ticket diferencial para los becarios.

Como ese escenario todavía está lejos de poder concretarse y para ello será clave el incremento presupuestal que la Udelar reciba para el próximo quinquenio, las autoridades universitarias entienden necesario pensar medidas para mejorar el funcionamiento del servicio en el corto plazo. De hecho, esa fue una de las prioridades que se planteó el nuevo rector de la universidad, Héctor Cancela, para los primeros meses de gestión.

Desde la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay han solicitado que el funcionamiento de los comedores sea atendido de manera urgente, de forma que no se suspenda la entrega de las comidas diarias a los estudiantes becarios. Según han planteado, atribuyen los problemas a la falta de presupuesto y de funcionarios, lo que lleva a que ante faltas o licencias muchas veces no pueda brindarse el servicio.

Por su parte, la Agrupación de Becarios Universitarios del Uruguay creada por usuarios de los comedores también reclama que se prevea alguna alternativa los días en que no se puede brindar el servicio presencialmente en los comedores, pero tiene otro diagnóstico de la situación. Por ejemplo, han apuntado directamente contra las autoridades de servicio y parte de los funcionarios, a quienes, entre otras cosas, han acusado de “violencia institucional” y de servir comida en mal estado. De hecho, en un festejo que se realizó la semana pasada en una cantina que funciona próxima al comedor de Parque Batlle, la agrupación realizó una protesta con pancartas y también tomaron el micrófono para plantear sus reclamos.

En el CDC, Cancela señaló que en el paro de 24 horas que todos los gremios universitarios realizaron este martes se logró reactivar el mecanismo por el que, a través de una tarjeta, se otorgan 330 pesos por comida a los becarios. El rector planteó que su implementación tuvo algunas dificultades y, por ello, parte de lo solicitado a la Comisión Directiva ampliada es un plan para atender la alimentación de los becarios cuando el comedor está cerrado.

El otro punto pedido fue un informe sobre otras mejoras que puedan realizarse con los recursos actuales, como la reapertura del Comedor 1, que está cerrado desde hace varios meses. En caso de que en el marco del nuevo presupuesto se logre un aumento de recursos, el servicio “se mejorará aún más”, sostuvo Cancela, pero entendió conveniente empezar por mejoras de corto plazo.

Si bien en un momento en el CDC se manejó la posibilidad de que el pedido se realizara directamente a la Comisión Directiva del SIB, algunos de los miembros del consejo entendieron necesario incorporar también la mirada de otros actores institucionales.

Al respecto, algunos decanos, como el de Ciencias Económicas y de Administración, Jorge Xavier, y la de Odontología, Mariana Seoane, fundamentaron que la situación actual requiere alternativas que no hayan estado sobre la mesa en los últimos tiempos, y si la solicitud se hace a quienes están directamente involucrados en el problema, muchas veces es difícil pensar en ese tipo de caminos alternativos. Precisamente, algunos delegados en el CDC, como el decano de Medicina, Arturo Briva, señalaron que al menos en los últimos diez años la Udelar viene pensando en formas de mejorar el servicio de comedores, pero la situación sigue siendo problemática.