Al igual que el resto de las instituciones de educación pública, la Universidad Tecnológica (UTEC) aguarda expectante el mensaje inicial del Poder Ejecutivo de cara al presupuesto quinquenal y el posterior trámite parlamentario, en el que pueden redireccionarse recursos. En constante crecimiento desde su creación, la universidad cuenta actualmente con una matrícula de 3.536 estudiantes y 497 docentes, con un presupuesto que representa apenas el 1% de los recursos que se destinan a la educación.
El viernes, la universidad presentó públicamente su pedido presupuestal, que consiste en un aumento de 41 millones de dólares, lo que representa aproximadamente 72% de su presupuesto actual. En diálogo con la diaria, Valeria Larnaudie, recientemente nombrada rectora de la institución, explicó los tres objetivos principales sobre los que se buscará trabajar en el quinquenio: concretar procesos inconclusos y atender nuevos territorios; impulsar la inclusión educativa y el desarrollo de talentos; y fortalecer la innovación y las capacidades científicas en el interior.
Además, comentó otros lineamientos sobre los que trabajarán con el resto del consejo directivo, como mejorar la participación de estudiantes y docentes en las decisiones de la institución. Si bien está de acuerdo con reinstalar el cogobierno, es una definición que depende del Parlamento; mientras tanto, las autoridades instalarán ámbitos para que ello ocurra, como comisiones de carrera.
La UTEC pide 72% de incremento al final del quinquenio, ¿cómo esperan que eso se traduzca en el crecimiento de la universidad?
Primero, apuntamos a concretar procesos que consideramos inconclusos. Algunos porque son edificios en los que invertimos en el período anterior, que tenemos funcionando en ciertos departamentos como Cerro Largo o San José, que están en muy buenas condiciones y con una sola oferta académica. En Lavalleja este año vamos a inaugurar un local de 2.000 metros cuadrados en la antigua terminal de ómnibus y esa sede actualmente cuenta sólo con una oferta preuniversitaria y una carrera de grado. Son lugares que dan para más, precisamos mayor oferta académica y para eso, recursos asociados a docentes.
También tenemos otro tipo de procesos inconclusos en lugares donde ya estamos un poco más establecidos, donde hay carreras, docentes, edificios, pero se precisan ampliaciones. En el caso de Paysandú y Rivera, por ejemplo, hay que hacer ampliaciones de las sedes y se requiere más obra. En otras sedes, por más que ya estén más consolidadas, tenemos que seguir aumentando la oferta académica. Además de eso, como nuestro objetivo es llegar a la mayor cantidad de estudiantes en todo el país, tenemos los territorios históricamente relegados a los que queremos llegar. Si nos acompaña el presupuesto, nuestro objetivo sería sumar uno por cada región que identificamos. Estamos hablando de tener presencia en Artigas, Canelones, Florida, Salto y Maldonado, donde ya tenemos presencia, con una carrera de Tecnólogo en Informática, que la dictamos en un salón del Cure [Centro Universitario Regional Este de la Universidad de la República, Udelar], que agradecemos mucho, pero creemos que es momento de que UTEC tenga su propia presencia en Maldonado.
Todo esto con miras a reducir las desigualdades territoriales y garantizar el derecho a la educación superior tecnológica que tienen todos los ciudadanos.
¿Con qué criterios priorizan la presencia en los distintos territorios?
Nos basamos en varios criterios. A veces tenemos en cuenta que los territorios no tengan presencia universitaria, porque es importante que la educación terciaria llegue a todo el país. También que haya un número de egresados de la educación media importante para que puedan acceder. Y que sean lugares donde puedan ocurrir cosas, que estén acompañados. En todos lados nos gustaría formar polos de educación superior, parques científico-tecnológicos, que no sólo llegue la UTEC. Estamos tratando de dialogar mucho con todas las instituciones terciarias, pero también con toda la educación, estamos volviendo a coordinar las acciones. Para UTEC, que tiene un perfil tan tecnológico, también dialogamos con el sistema productivo y el sistema de emprendimientos. Esos lugares serían ideales para crecer como universidad. En otros lugares será para acompañar al territorio, aunque no cumpla todos estos requisitos.
¿Qué ha significado la UTEC para el desarrollo de las regiones en las que se ha instalado?
Tiene un impacto alto en el momento en el que se instala, porque actúa como un vínculo y catalizador con otras instituciones. La UTEC tiene esa fortaleza de que muchas veces actúa en vínculo con ANDE [Agencia Nacional de Desarrollo] o con otras agencias. Esa gente se acerca y forma una especie de comunidad alrededor de la UTEC, que va más allá de los estudiantes. Por ejemplo, el caso de Paysandú, donde hay una cocina comunitaria que asesora a la ciudadanía que se acerca y los ayuda a generar emprendimientos. En distintas regiones ocurren distintas cosas, pero la presencia de la UTEC transforma el lugar.
También lo ha hecho desde el punto de vista de los edificios que se han elegido, que en su mayoría son lugares icónicos que se transformaron. Por ejemplo, el hospital de Durazno, que estaba abandonado, pasó a ser la UTEC, con una usina de innovación que empezó a funcionar el año pasado. Hay un impacto grande también en la comunidad en el corto plazo, al ver que las cosas pasan ahí en el interior, que hay educación, que hay movida y posibilidades.
También va a haber un impacto a largo plazo que lo vamos a ver de acá a 20 años, que es a lo que estamos apostando. Está relacionado con que cambian las dinámicas de migración al interior, incluso tenemos estudiantes de Montevideo que estudian en la UTEC en el interior. Estamos apostando a que en el futuro eso pueda cambiar y que haya más gente joven en el interior, porque sabemos que históricamente se van a estudiar a Montevideo. Es un impacto a largo plazo que no vamos a llegar a medir ni en este quinquenio, pero es lo que buscamos quienes apostamos en educación por la descentralización.
En algunas carreras la UTEC ya no tiene cupos, pero no en todas. ¿De qué manera proyectan incrementar la cantidad de estudiantes por carrera?
Las estrategias son varias. Entramos hace un mes y medio a la gestión, estamos en un proceso de hablar con la dirección de educación para que todas las carreras revalúen y justifiquen el porqué de esos cupos. A ver si siguen vigentes o no, qué recursos se precisan para esos cupos en las carreras que los tienen, porque tenemos esa visión de que queremos una universidad sin cupos. Pero tampoco los vamos a sacar de un día para el otro si eso compromete la calidad de la educación. Estamos en proceso de revaluar eso.
También apostamos a diversificar la oferta, porque a veces el estudiante quiere estudiar otra cosa dentro de la misma área. Si no se puede levantar el cupo, queremos que haya otra salida: una propuesta similar o algo que pueda cursar para luego revalidar. Estamos pensando mucho en hacer trayectorias continuas, en darles continuidad a los tecnólogos, ver cómo articular con estas ofertas para que los estudiantes puedan tener varias opciones, sobre todo en el área de TI [tecnologías de la información], que es muy dinámica, tener estas opciones más flexibles de nuevas especializaciones, y estamos pensando varias ofertas en ese rubro.
¿Qué políticas están pensando para mejorar la permanencia de estudiantes y el egreso oportuno en la institución?
Uno de los temas que nos preocupa es la desvinculación estudiantil, con nuestro grupo de monitoreo estuvimos mejorando la forma de medirla. Todavía estamos trabajando en los informes, pero es un número un poco más elevado que el que se manejaba antes, anda en el entorno del 50%. Es difícil medirlo, en UTEC hay pocas generaciones que ya estén egresando y estén completas, porque muchas carreras han comenzado hace poco tiempo y recién están teniendo sus primeras generaciones. Considerando que alguien se desvincula con dos períodos sin actividad, [la desvinculación] está en ese entorno.
No nos alarma, porque tenemos un 66% de estudiantes que provienen de hogares que están en los dos quintiles más bajos de ingresos, y 84% son primera generación universitaria en sus familias. Con ese contexto, ese 50% de desvinculación es un número que no nos sorprende, más allá de que no es bueno y queremos mejorarlo. Nos sorprendería un número menor con estas condiciones.
Vamos a trabajar para eso y hay varias estrategias. Ya hay un programa de iCiencia y de ciencias básicas, porque hay problemas en los primeros años con eso, hay también estrategias de acompañamiento a los estudiantes con psicopedagogas que trabajan en la UTEC. Nuestro segundo objetivo de cara al presupuesto apunta a fortalecer la vinculación de los estudiantes y una de las estrategias que estamos planteando para eso es una forma de trabajo juvenil mediante becarios internos a la UTEC.
Proponemos que, además de las becas del Fondo de Solidaridad –que para nosotros son un gran aliado; actualmente, los 449 [estudiantes becados] que tenemos son casi todos becas del fondo, porque nosotros damos apoyos de alimentación y de transporte–, estamos apuntando a otro tipo de becas, que son de trabajo. Es trabajo juvenil, mediante la posición de becario. Que puedan ser dentro de distintas carreras, dentro de proyectos de investigación, de innovación, que estén vinculados con la universidad, que tengan referentes y eso los ayude a no tener que salir a buscar un trabajo afuera, porque muchas veces la desvinculación es por tener que trabajar. Y también tener referentes internos que los puedan ayudar y motivar a permanecer en la institución.
Además, estamos dando la primera oportunidad de trabajo juvenil y su primera experiencia laboral en un trabajo de calidad. Es muy importante para todos los jóvenes y en el interior en particular.
Eso también puede contribuir a mejorar los niveles de empleo juvenil, que es un problema que tiene el país.
Exacto, nosotros lo vemos como un camino de ingreso al mundo laboral. Se engancha con el tercer objetivo de cara al presupuesto, que es la formación de talento en el territorio. Precisamos reforzar la investigación y el emprendimiento en el territorio, y también fortalecer los equipos docentes. Es difícil radicar docentes en el interior, y nosotros estamos apostando a que algunos de estos estudiantes que tienen esta primera experiencia laboral quieran ser parte de nuestros equipos docentes y de investigadores.
¿Qué planes tienen en relación con la implementación de propuestas de enseñanza virtual o híbridas?
Hay distintos escenarios, según las carreras. Apuntamos al proceso de transformación digital en las carreras, que no es lo mismo que virtualización. A veces se entiende que cuando vas a hacer el proceso de transformación, vas a hacer la carrera totalmente virtual, y no es así. La transformación digital tiene que ser un proceso de intercambio con el docente para entender qué herramientas digitales puedo incorporar y cuál es el mejor modo de dictado para cada propuesta.
Hay carreras que son casi totalmente virtuales, que para los estudiantes presentan algunas ventajas. Pero también debe tener lugar el encuentro, la presencia, formar comunidad es fundamental para nosotros. Ahora convivimos con distintas realidades, según la carrera. Nosotros no ponemos tanto énfasis en lo virtual o no virtual, sino en cuándo, cómo y para qué. Hay que pensar bien en las herramientas virtuales y en las presenciales, y que todas tengan sentido.
Tenemos problemas con el acceso de los estudiantes, que no siempre es un tema de distancia, a veces ir de Canelones a Durazno es más fácil que ir de un pueblo de Durazno a la UTEC en el mismo departamento, porque no hay conexión de ómnibus. Muchas veces la virtualidad ha sido pensada como una herramienta para que los estudiantes puedan seguir el curso. A veces se hacen cosas virtuales con instancias presenciales cada 15 días, con métodos intensivos, que han sido pensados para el estudiante.
Obviamente, hay que revaluarlos y siempre se están estudiando. Es diferente si es un taller o si es una clase totalmente expositiva. Hacer venir al estudiante a una clase expositiva, que sería lo mismo por Zoom, cuando no tiene posibilidad de acceso, es diferente que hacerlo venir para un taller y un laboratorio en el que va a estar en contacto con los estudiantes, trabajando.
¿Qué rol puede jugar la UTEC en el desarrollo científico del país, teniendo en cuenta el importante peso de la Udelar?
Queremos fortalecer nuestras capacidades. La investigación en la UTEC surgió un poco después de lo que fue la enseñanza, que era la prioridad número uno de la universidad y luego la investigación. Tenemos muchos investigadores en el Sistema Nacional de Investigadores, tenemos un desarrollo científico importante, con 70 investigadores, 120 proyectos de investigación y desarrollo. Pero, obviamente, tenemos mucho para crecer y para eso priorizamos en el pedido presupuestal el fortalecimiento de la innovación con propósito, investigación y emprendimientos, que en el interior son importantes para abrir puertas laborales. Nosotros vamos a generar estudiantes y egresados con un perfil tecnológico y capaz que esa industria no existe en ese lugar. Queremos que tengan las posibilidades de generar su propio emprendimiento tecnológico, por ejemplo.
En cuanto a la comparación con la Udelar, nosotros apuntamos a trabajar en conjunto. La Udelar tiene todas esas fortalezas por los años, el prestigio y el conocimiento formado, y ya se trabaja en colaboración. La idea es profundizar más en eso, la Udelar tiene investigadores de gran trayectoria y mucha más historia en el desarrollo científico. Lo que nosotros tenemos es una pata muy fuerte en el territorio y una vinculación con el sector productivo que es muy buena y da lugar a mucha sinergia, donde podemos conectar con las necesidades locales, de productores, de distintos sectores prioritarios para el país. También apoyándonos en otras instituciones como la Udelar, el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria, el Clemente Estable.
Creemos en un sistema educativo integral y también en un sistema de investigación e innovación integral. Tenemos que ir al objetivo de colaborar en el desarrollo del país y aportar cada uno desde su fortaleza. La UTEC tiene mucha fuerza en la vinculación con el sector productivo y con las regiones. Es un dinamizador del territorio y aspiramos a poder articular con otros actores, pero precisamos presupuesto también para eso.
La investigación no sólo afecta la formación de conocimiento y la mejora del sector productivo, que es fundamental, sino también nuestra propia actividad de enseñanza. Precisamos tener docentes con la mayor calificación posible, de la mayor formación, eso es fundamental y precisamos presupuesto para ese objetivo.
Desde afuera siempre se ve a la UTEC como sinónimo de eficiencia y armonía, pero en los últimos años existieron conflictos y denuncias de persecución de docentes y estudiantes. ¿Cómo encontraste a la universidad en cuanto al relacionamiento entre los actores?
El consejo que se formó tiene a dos personas de dentro de la institución que traen perspectivas diferentes, que son Marcelo Ubal y Álvaro Pena, y eso aporta mucho a la construcción de esta nueva etapa. Ellos enriquecen desde su visión a esta nueva etapa. Yo vengo de la Udelar, de afuera, entonces analizo sin conocer el detrás, me baso en la evidencia y en conocer los casos, en estudiar, pedir información. Creo que fue una buena fórmula. La UTEC tiene mucha eficiencia y responde muy rápido a las demandas de los distintos actores, es algo superpositivo. Obviamente, tiene un montón de cosas para mejorar, como toda institución, y estamos trabajando para eso.
Con el sindicato instalamos bipartitas una vez por mes, a veces estamos de acuerdo y otras no, pero estamos yendo a ese camino de mayor comunicación. Estamos esperando una etapa en la que la UTEC crezca en todas sus dimensiones.
¿Es un objetivo de las actuales autoridades la vuelta del cogobierno?
Es algo que no depende de nosotros, porque depende del Parlamento, pero sí tengo un compromiso con la instalación del cogobierno y con la participación. Como [el cambio de la ley para reinstalar el cogobierno] no depende de mí, mi foco está en la participación efectiva de docentes y estudiantes en la toma de decisiones. Estamos pensando para fines de 2025 tener comisiones de carreras instaladas en varias carreras con participación de docentes y estudiantes, que analicen temas importantes para la institución. Comenzar por ahí y luego seguir por otros ámbitos de decisión.