La reunión del Secretariado Ejecutivo del Frente Amplio (FA) del lunes fue extensa y allí, además de debatir sobre la polémica en torno a la pronunciación de los economistas por el “No” a la reforma de la seguridad social, también se discutió el informe elaborado por la Comisión de Seguridad del FA, un insumo clave para que la coalición de izquierda tomara posición sobre la iniciativa del oficialismo para habilitar los allanamientos nocturnos en hogares.
El documento fue entregado por escrito a los presentes y hubo un pedido expreso de que no fuera divulgado, ya que se trata de un “insumo para el debate político” y “no público”, según dijo a la diaria uno de los integrantes de la comisión. El Secretariado discutió a partir del documento y la Mesa Política sólo tuvo que votar la resolución que emitió en la noche del lunes, en la que anunció que no acompañará el plebiscito.
En la resolución se tilda la propuesta de “demagógica”, en el entendido de que no se trata de la “bala de plata” que solucionará los problemas de inseguridad. Durante el trabajo en la comisión tampoco se encontró “evidencia empírica” que señalara que la habilitación de los allanamientos nocturnos en hogares redunda en una reducción de los delitos vinculados al narcotráfico.
De todos modos, el FA no amputa la posibilidad de que sea una herramienta a utilizar “en forma dosificada y profesional”. Los redactores del documento señalaron a este medio que el FA ya habilitó los allanamientos nocturnos en hogares dentro de la reglamentación de la ley de violencia basada en género, y que se puede discutir si es “pertinente” habilitar esa práctica para otros delitos.
Si bien la posición del FA marca un rechazo a la iniciativa tal y como está planteada, el hecho de plantear en la resolución que queda abierta la posibilidad de avanzar en el estudio de la herramienta no es compartido unánimemente dentro del FA, porque tanto el Partido Comunista del Uruguay (PCU) como el Partido Socialista (PS) tienen una fuerte postura en contra.
En la discusión estuvo arriba de la mesa también la posibilidad de que un rechazo explícito a la propuesta fuera contraproducente a nivel electoral, teniendo en cuenta la alta aprobación que la iniciativa tiene según los sondeos de opinión de las diferentes encuestadoras, pero para el senador comunista Óscar Andrade “no hay que esquivarle el bulto” a la discusión sobre la propuesta, “más allá de lo que digan las encuestas”. En ese sentido, el dirigente apuntó que el PCU “dio pelea” a la interna del FA para que se llegara a una declaración en rechazo a la propuesta de reforma.
De todos modos, el foco de la campaña para el PCU no está en los allanamientos, reconoció Andrade: “Es cierto que estamos con el músculo complicado, porque sostener la campaña por la presidencia y el plebiscito de la seguridad social te resta mucho músculo y hombro”, afirmó, y agregó, además, que el movimiento social tampoco tiene todas las energías puestas en este tema, como sí las tuvo en campañas electorales anteriores en las que hubo propuestas vinculadas a la seguridad, como la baja de la edad de imputabilidad, en 2014, y Vivir sin miedo, en 2019.
Desde el PS, en tanto, expresaron que el “centro” no estará en una campaña contra los allanamientos nocturnos, aunque se dejó en claro que el posicionamiento orgánico del partido es “fuertemente en contra”.
PCU critica “cambio de las reglas de juego” por salida pública del grupo de “frenteamplistas por el No”
El Secretariado Ejecutivo del FA ratificó la decisión de otorgar libertad de acción frente al plebiscito de la seguridad social, luego de que el PCU expresara en ese órgano su discrepancia ante lo que entiende como un “cambio de las reglas de juego”, luego de la salida pública de un centenar de técnicos frenteamplistas en rechazo de la iniciativa del PIT-CNT.
La postura del PCU fue expuesta este lunes en el Secretariado, según informó El País y confirmó la diaria con dirigentes comunistas. Daniel Diverio, integrante del Comité Central del partido, dijo a este medio que había un “acuerdo” en que no se saliera públicamente a manifestarse sobre el plebiscito, en cualquiera de los sentidos. “La libertad de acción era que cada uno decidiera si apoyaba o no, no militar en contra ni a favor”, señaló el dirigente.
En la resolución del 5 de agosto, el FA resolvió que, en función de reconocer la decisión de cada sector de ensobrar o no ensobrar la papeleta del Sí, era “imprescindible” que al momento de “defender públicamente las legítimas posiciones evitemos la atribución de intenciones que pongan a compañeros y compañeras de la fuerza política o a las organizaciones sociales en contraposición a los principios y valores” del FA. Ese punto, entienden los comunistas, fue violentado tras la salida pública de los académicos.
En la reunión del Secretariado, según supo la diaria, la discusión giró entorno a esa posición del PCU, pero la resolución fue la de mantener la libertad de acción en los mismos términos, señalando que no hubo un apartamiento del marco que se estableció. Desde el PS señalaron a la diaria que el pronunciamiento de los académicos está “dentro de los márgenes” de la libertad de acción, aunque en la reunión cuestionaron el uso por parte del grupo de “emblemas comunes”, como los colores partidarios, y recalcaron la necesidad de evitar el uso de “calificativos” que promuevan diferencias internas.
Fuentes del Movimiento de Participación Popular (MPP) señalaron a este medio que, a pesar de coincidir con la posición expuesta por los economistas, puede ser reprochable la “forma” y el “momento” en el que se dio el pronunciamiento público.