“Después pensalo. Entrás con cinco lucas [cinco mil dólares] nada más. Pero tengo que ser rápido. Y agarro Peñarol también, no podía contarte allá”. El exjefe de la seguridad presidencial Alejandro Astesiano mandó este mensaje el 23 de agosto, un mes antes de su detención en la residencia de Suárez y Reyes.

La propuesta se la hizo a un empresario argentino, de iniciales PB, con quien se había reunido dos horas antes en el piso 4 de la Torre Ejecutiva, según se puede reconstruir en base a los chats de Whatsapp que están incluidos en la carpeta judicial.

Astesiano continuó con su explicación: “Ya tengo todo arreglado para agarrar la AUF [Asociación Uruguaya de Fútbol]. ¿Sabés por qué estoy buscando un socio? Porque tengo que tocar al que me consigue toda la entrada a la AUF con [el presidente, Ignacio] Nacho Alonso. Tengo buena llegada ahí pero este loco es el que hace todo. Es un vocal. Solo eso me falta, tengo el presupuesto armado, todo para mandarle”.

Para convencerlo sobre la conveniencia de participar en el negocio, Astesiano compartió con PB la “prueba” de que ya tenía lista la cotización por los servicios de seguridad y vigilancia para la AUF.

La carta de tres páginas, en formato PDF, está dirigida al presidente de la AUF y está fechada el 8 de agosto. Allí se detallan las características del servicio, la propuesta económica y las posibles formas de pago, el perfil del personal involucrado (“expertos formados en el exterior y provenientes de las Fuerzas Especiales de la Policía”) y la disponibilidad de equipamiento.

Astesiano firmó ese documento dirigido a Alonso como director de Sixteenth Security Group (SGG), una empresa de seguridad privada con oficinas en la zona del Parque Rodó (ver recuadro).

La charla con PB siguió adelante. Además de la carta con la cotización, Astesiano le reenvió dos audios de conversaciones que mantenía en paralelo con otras personas, presuntamente vinculadas a la AUF y a Peñarol. Como por si acaso, le pidió a PB que no compartiera esos mensajes “con nadie”.

El entonces jefe de la seguridad presidencial le siguió detallando al empresario argentino la situación en la que se encontraba. “También en Peñarol tengo todo arreglado [...] me quieren a toda costa”, dijo.

En una primera instancia, PB se mostró entusiasmado con la posible asociación que le proponía Astesiano. “Fibra, estaba viendo, me interesa para hacer algo juntos. Contame un poquito más”, le pidió. Luego reafirmó su intención con un contundente “me sumo”.

“Dale, yo no puedo dejar dormir esto, por eso hoy tuve unas reuniones ahí en la Torre, pero estoy complicado por eso. Preciso uno que se haga cargo de eso porque yo no puedo figurar”, respondió Astesiano.

Luego PB volvió a pedir información: “Coméntame bien cómo sería todo para estar en tema y si necesitás involucrarme yo así vos no apareces tanto y listo. La guita la tengo. Y tenemos además que aprovechar lo otro, que tengo más empresas”.

Retomaron el intercambio al día siguiente, el 24 de agosto. El empresario argentino le mandó temprano una noticia que publicaba ese día Montevideo Portal, en base a información del semanario Búsqueda. “Ministerio del Interior llama a licitación para mejorar el sistema de control migratorio y fronterizo. La finalidad del sistema será el registro y control de los ingresos y egresos por vía terrestre, fluvial, marítima y aérea”, expresaban el título y la bajada del artículo.

Astesiano comentó esa información: “No, lo que tenemos nosotros también con Heber es por la seguridad de los clubes cannábicos, porque les están robando abierto. Y eso ahora pasa a la órbita del Ministerio del Interior. Pero mucha cosa no podés abarcar, porque el Estado es complicado. Eso sí ya lo estoy viendo”.

Luego retomó el hilo de la conversación que había tenido el día anterior con su posible socio. “Tengo todo arreglado. Lo que más me interesa es la AUF y Peñarol. Peñarol son 400 y pico de palos por mes nomás. Pero la AUF son platales porque agarrás el complejo Uruguay Celeste y todo. Hoy tengo una reunión con otra empresa que cité, pero quiero que alguien ponga las cinco lucas que me faltan para hacer eso. Por eso ayer me acordé de vos. Tengo que arreglar urgente con este loco, porque no quiero quedar afuera”, argumentó.

“Contá conmigo”, reafirmó PB. Minutos después, Astesiano insistió en que necesitaba el dinero “cuanto antes”, en particular por su interés en avanzar con la AUF. “Lo de la selección está bueno, quiero agarrar todo. Hasta quiero ver si puedo meter algún guardia para que vaya a Qatar. Estoy como loco con eso”, se entusiasmaba Astesiano, tres meses antes del arranque del Mundial.

Ante las dudas que planteaba PB, en particular por el rol que tendría en el negocio, Astesiano insiste en que no hay chances de perder la inversión. “Esto es para ganar, lo que tenés que hacer es administrarme bien todo. Por eso quiero hablar bien contigo, porque hay muchas cosas que hay que manejarlas a nivel policial y yo de eso me encargo, todo el tema del apoyo policial”, fundamentó el exjefe de la seguridad presidencial.

El 25 de agosto, Astesiano y el presidente Luis Lacalle Pou viajaron a Buenos Aires, a una actividad por el aniversario de la Declaratoria de la Independencia en la casa del embajador Carlos Enciso.

Desde allí, según informó en diciembre el semanario Brecha, Astesiano le mandó un mensaje a PB para contarle que se había cruzado con el empresario argentino Mario Montoto, un exmontonero que se ha especializado en la venta de armamentos y que actualmente preside la Cámara de Comercio Argentina-israelí. “Jaja. No jodas. ¿En Bs. As.?”, le preguntó.

En esa nota, Brecha reveló que PB se dedica al comercio exterior y que en su perfil de Linkedin figura como “proveedor de equipamientos de defensa”. En declaraciones al semanario, explicó que algunas empresas del rubro le pidieron que hiciera contactos con funcionarios del gobierno uruguayo. “Son temas delicados, no es salir a vender alfajores”, argumentó. Por esa vía estableció contactos con Astesiano, a quien se lo refirieron “para algunos temas en materia de seguridad y nada más”.

Finalmente, en el chat queda claro que el empresario argentino decide no poner los 5.000 dólares que le había pedido Astesiano. “Mil disculpas. Pero llegado el caso estoy para laburar si me necesitás y mismo para hacer crecer la empresa”, le escribió PB el 30 de agosto. Astesiano le dice que no hay problema y que avanzará igualmente con el negocio.

“Bueno, mejor porque si es así como decís, es un negoción. Esa guita la sacás de abajo de una piedra”, le termina diciendo PB. La conversación por Whatsapp entre ambos sigue hasta el 16 de setiembre, una semana antes de la detención de Astesiano.

La visión de la AUF

Consultado por este tema, el presidente de la AUF dijo a la diaria que nunca estuvo en contacto con Astesiano. “No lo conozco, lo único que sé sobre él es lo que ha salido publicado en la prensa en los últimos meses”, respondió.

A Alonso tampoco le consta que el documento que Astesiano compartía con empresarios haya ingresado formalmente a la AUF. “Tendría que revisar en el sistema documental de la asociación para ver si llegó algo de esa empresa. A mí no me llegó nada, y tampoco me consta que haya existido algún proceso licitatorio por el tema seguridad. Nosotros la seguridad la licitamos, no la adjudicamos directamente”, aclaró el jerarca.

Alonso informó además que la seguridad y vigilancia en el complejo Uruguay Celeste y el edificio de la calle Guayabos está a cargo de Grupo Gamma.

“Perros adiestrados”

Sixteenth Security Group (SGG) se presenta como una “innovadora organización” que además de brindar los clásicos servicios de “vigilancia, custodia de valores y personas, tiene como diferencial exclusivo la utilización de perros adiestrados”.

El sitio web de la empresa presenta como uno de sus responsables a Darwin Javier Lorenzo, un “analista en información” y exfuncionario de la Dirección General de Información e Inteligencia, que trabajó “tanto para nuestro gobierno, como para las embajadas de Israel y Estados Unidos en nuestro país”. Tras esa experiencia, Lorenzo decidió incursionar en el rubro de la “seguridad corporativa”, se detalla.

Según se desprende de la carpeta judicial, Astesiano tenía diálogos frecuentes con Lorenzo, directamente y en al menos tres grupos de Whatsapp con otros funcionarios de SGG. Allí coordinaban las tareas cotidianas de seguridad para las empresas que tenían como clientes, entre ellas algunos supermercados de la capital.

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