Combatir la discriminación, promover la igualdad, garantizar los derechos y la inclusión son algunas de las premisas contenidas en los programas de gobierno de candidatas y candidatos para las intendencias cuando se trata de diversidad. Con marcadas excepciones, la idea general es que es necesario profundizar el tratamiento de las cuestiones vinculadas a la diversidad sexual y a la población LGBTI en el segundo nivel de gobierno, aunque no son muchas las propuestas concretas sobre cómo hacerlo. El grado de desarrollo de estas temáticas también es muy dispar entre Montevideo y el interior del país: mientras que los programas para la capital incluyen capítulos enteros dedicados a la diversidad, en los del interior suelen priorizarse otros temas.

Si bien las cuestiones vinculadas al género ‒con niveles de profundización bastante dispares‒ aparecen en buena parte de las propuestas de todos los signos políticos y en la mayoría de los departamentos, en materia de diversidad la cantidad de contenido es significativamente menor, y en general los candidatos que abordan el tema lo hacen tangencialmente: la diversidad se identifica como algo importante a trabajar en la órbita del gobierno departamental, pero no hay muchas propuestas para bajar a tierra este concepto.

Es común encontrar referencias a la diversidad en los programas del Frente Amplio (FA), en los que se suele destacar la necesidad de dar continuidad y fortalecer las políticas implementadas en esta materia ‒sobre todo durante sus gobiernos‒, pero hay un énfasis significativamente más fuerte en el programa único que presentaron los candidatos para Montevideo: Carolina Cosse, Daniel Martínez y Álvaro Villar. El programa de la candidata de la coalición bajo el lema Partido Independiente, Laura Raffo, también dedica un capítulo entero al tema e incluye una extensa lista de propuestas orientadas a la población LGBTI.

Para las intendencias del resto del país, las iniciativas de esta índole generalmente se limitan a la creación de una secretaría o división especializada en temas de género o de género y diversidad ‒en aquellos departamentos donde aún no existen‒ o a fortalecer los mecanismos existentes, pero tampoco se suele especificar en qué tareas se concentrarán los recursos y con qué presupuesto se materializarán.

Hacia una ciudad igualitaria

“La Intendencia de Montevideo [IM] promoverá la igualdad y no discriminación, y la celebración de la multiculturalidad y la diversidad, en todos los espacios públicos del departamento”, establece el programa único del FA para la comuna capitalina, que promete “dar un combate permanente a cualquier forma de discriminación” desde las políticas públicas. La coalición de izquierda propone “la construcción de un departamento que celebre su multiculturalidad y su diversidad como un valor –en oposición a una falsa homogeneidad construida por el relato de los sectores dominantes desde lo histórico y cultural–”, con una “perspectiva de izquierda y sus valores de libertad y justicia social”. Estos valores, sostiene, se traducirán en la vida cotidiana para “ser la plena garantía del derecho a la ciudad de todas las personas” y en particular de la “población discriminada”.

En el capítulo “Montevideo de la igualdad” se establece que el abordaje de las “desigualdades emergentes” se realizará desde una mirada “interseccional” con énfasis, dentro de la diversidad sexual y de género, en las personas trans. Se promete dar continuidad al programa Bienvenidxs Todxs, “seguir avanzando en las políticas públicas dirigidas a promover los derechos de las personas LGBTIQ”, procurar la “implementación plena” de la Ley Integral para Personas Trans, así como “combatir toda forma de discriminación por orientación sexual e identidad y expresión de género en los espacios públicos del departamento”.

Por fuera del programa único del partido, Villar elaboró una serie de propuestas que unificó en un documento titulado “#ElAcentoEnLaDiversidad”. Allí, el ex director del hospital Maciel plantea la creación de una Asesoría en Derechos Humanos en el ámbito de la IM “para transversalizar efectivamente la perspectiva de diversidad sexual y diversidad de género en todas las acciones”; el fortalecimiento de la red Montevideo Arcoíris; la concreción de la “Casa Trans” y la fundación del “Consejo Departamental de Participación Social de la Diversidad Sexual y de Género”, integrado por referentes de las organizaciones y colectivos LGBTI de la capital.

Raffo incluye en su programa de gobierno un análisis sobre las políticas públicas y legislativas que ha adoptado el país en materia de diversidad sexual, a la vez que repasa una serie de cifras vinculadas a la población LGBTI y su calidad de vida. La candidata de la coalición señala que “de acuerdo a las últimas cifras disponibles, Uruguay cuenta con una población autorreconocida como LGBTIQ+ de casi 300.000 personas”, y cita encuestas que dan cuenta de la discriminación que aún existe por motivos de orientación sexual, identidad de género y expresión de género.

Si bien destaca el avance que ha tenido Uruguay en la construcción de políticas públicas en materia de diversidad sexual, que ha posicionado a nuestro país como “el mejor destino turístico de Latinoamérica para la comunidad LGBTIQ+”, señala que, según encuestas, el grado de discriminación que sufre esta población es significativo, al punto de que “67% de los encuestados sufrió alguna forma de discriminación y 19% fue víctima de agresiones directas”. Mientras, “48% declaró haber sido amenazado o insultado verbalmente al menos en una oportunidad por su orientación o identidad sexual en espacios públicos abiertos, el sistema educativo y/o el espacio laboral”.

En contrapartida, Raffo promete un “gobierno de Montevideo con un rol proactivo, dedicado a elaborar políticas públicas departamentales en materia de diversidad sexual”, empezando por el “fortalecimiento institucional de la Secretaría de la Diversidad” mediante la “actualización de sus objetivos, estructura y plan operativo”; el desarrollo del “Plan Departamental de Población LGBTIQ+”; una proclama sobre “Reconciliación Histórica con la Comunidad LGBTIQ+”; la instalación del “Observatorio Departamental de Población LGBTIQ+”; la realización del “Censo Departamental de Población LGBTIQ+”; el fomento del “calendario anual departamental de celebraciones de la Población LGBTIQ+”; y la construcción de un “Parque Departamental de la Diversidad Sexual”, entre otras acciones afirmativas. Asimismo, plantea declarar el año 2023 como el “Año del Orgullo”, en el marco del décimo aniversario de la aprobación de la Ley 19.075 (Matrimonio igualitario).

Un caso singular es el de Leonel García, candidato del Partido Verde Animalista, que menciona a la Secretaría de la Diversidad como un ejemplo de lo que la IM no debe promover: “El desdibujamiento de las funciones básicas de la IM, ha llevado a destinar recursos municipales hacia funciones no específicas, involucrándose en actividades ya cubiertas por otros actores del estado”, manifiesta en su programa de gobierno.

Colectivo postergado y nicho de mercado

Entre las propuestas para los departamentos del interior, el escenario es más heterogéneo: mientras que algunos programas destinan capítulos a las cuestiones de género y diversidad, otros no les dedican un renglón. En el medio, muchos mencionan la agenda de género como un tema secundario o accesorio. Son varios los que postulan la creación de una división o secretaría especializada en el área en el segundo nivel de gobierno: tal es el caso de Rodrigo Blás (Partido Nacional) en Maldonado –“Secretaría de Género, Equidad y Diversidad”–, Carlos Moreira (PN) en Colonia –“Secretaría de Género y Generaciones”–, Ricardo Planchón (PN) en Colonia –“Oficina de Género”– y Alejo Umpiérrez (PN) en Rocha –“Oficina de la Diversidad”–.

“Diversidad, género y equidad: una deuda pendiente”: se titula uno de los capítulos del programa de gobierno de Umpiérrez, que propone la creación de una Oficina de la Diversidad “para atender la generación de políticas hacia dicha minoría, sin que ello signifique incremento de gasto ni burocracia mediante redistribución de recursos humanos y materiales”. En el documento, el candidato herrerista analiza la discriminación que históricamente ha recaído sobre “ciertas minorías sexuales” y luego pone el foco en la oportunidad económica que identifica en la población LGBTI, “un segmento de mercado muy importante en materia turística de altos ingresos que debe de hacernos reflexionar para generar una oferta turística dirigida a ellos”. En la misma línea, Moreira plantea continuar promoviendo el turismo LGBT en su departamento.

El candidato único del FA para Canelones, Yamandú Orsi, manifiesta su intención de “seguir avanzando en el respeto a la diversidad sexual e identidad de género”, así como la promoción de “acciones concretas” para afirmar estas temáticas, priorizando “a los sectores más vulnerables” –en referencia a las personas trans–, para “evitar su marginalidad cultural y económica”. Afirma que mantendrá la realización del Mes de la Diversidad en Canelones, a cargo del “Mecanismo de Planificación de la Diversidad: mesa de trabajo y acuerdo permanente entre el Gobierno de Canelones y la sociedad civil organizada”.

Para Salto, Andrés Lima y Soledad Marazzano (FA) proponen capacitar al funcionariado “en todos los temas de la agenda de derechos, haciendo hincapié en género, diversidad y violencia basada en género”, así como “sostener y priorizar políticas de erradicación de la trata y explotación sexual y dar continuidad a los compromisos internacionales asumidos en esta materia”. Además, proponen incorporar una mirada de género a la inversión en obras y servicios, desde la planificación hasta su ejecución y uso.

Mártires Etchechury y Aida Gonzalves (FA), candidatos para Rivera, señalan que las mujeres trans son uno de los sectores más “perjudicados” en el contexto de “avance del neoconservadurismo” en el país: “La influencia que ejercen quienes tienen el poder en todos los sentidos, ligada a estructuras machistas, patriarcales, heterosexuales, dominantes, han hecho crecer la intolerancia a las creencias religiosas, políticas, elecciones de vida, y diversas formas de manifestación”, sostienen. Para contrarrestarlo, proponen fortalecer el “entramado social donde está deteriorado”.

El programa único del FA en Artigas –con las candidaturas de Gerardo García, José González y Ricardo Xavier– propone garantizar las cuotas correspondientes a los colectivos “que históricamente han sido postergados: por capacidades diferentes, por condición sexual, por afrodescendencia, etcétera”, mediante procesos de selección “que aseguren la igualdad de oportunidades”. En Soriano, Inocencio Bertoni, Julio Guastavino y Pablo Ponce plantean “ponderar la participación de artistas locales en los eventos a realizarse en Soriano, considerando equidad de género y generaciones, etnia, raza, LGTB, discapacidad u otros”.