Después de distintas advertencias públicas, la Comisión Europea anunció este jueves que inició un procedimiento de sanción contra Hungría y Polonia por promover políticas homófobas que restringen los derechos de la población LGBTI. El organismo envió cartas a las autoridades de ambos países en las que detalla los motivos de preocupación y habilita un plazo de dos meses para solucionar la situación. Si la respuesta es considerada insuficiente, la comisión puede decidir enviarles un dictamen motivado, que es el paso previo a ir al Tribunal de Justicia de la Unión Europea. También puede imponer sanciones económicas.

La medida de infracción contra Hungría surge a raíz de la ley, aprobada recientemente por el Parlamento, que prohíbe la promoción de contenidos sobre “identidad de género, cambio de sexo y homosexualidad” para niñas, niños y adolescentes. Para el organismo, si bien la protección de la infancia y la adolescencia es un “interés público legítimo”, Hungría “no ha explicado por qué la exposición a contenido LGBTI puede ser perjudicial para su bienestar”.

En el caso de Polonia, la sanción es por las llamadas “zonas libres de ideología LGBTI”, establecidas a partir de 2019 por un centenar de autoridades locales bajo el argumento de “proteger a las familias tradicionales”. Según la Comisión Europea, Polonia ignoró varias peticiones para detallar la base legal de la instalación de esas zonas, que a su entender constituyen una “violación de la legislación europea sobre no discriminación con base en la orientación sexual”.

La polémica norma aprobada en Hungría, y respaldada por el gobierno del ultraderechista Viktor Orbán, había generado malestar entre los socios europeos. El mes pasado, 13 países del bloque manifestaron su rechazo y exigieron a la comisión que utilice “todas las herramientas a su alcance para garantizar el pleno respeto de la legislación europea”. Unos días después, la presidenta de la entidad, Ursula von der Leyen, aseguró que trasladaría al gobierno húngaro las “dudas legales” ante una ley que “va en contra de todos los valores fundamentales de la Unión Europea”.