El pasado 24 de junio, la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos derogó el histórico fallo Roe vs Wade. A partir de ese momento, los estados, de forma individual, son quienes tienen competencia para determinar su propia legislación sobre el aborto. Mientras que Kansas fue el único estado en ratificar este derecho mediante un referéndum el 3 de agosto, son ocho los estados que han aprobado nuevas restricciones al aborto.
Este jueves, Texas, Idaho y Tennessee se sumaron a esa lista. De esta forma, se incrementó a 21 millones la cantidad de mujeres que tienen prohibido o severamente restringido el acceso al aborto en Estados Unidos, de acuerdo a datos obtenidos por el censo de ese país, informó The Guardian. Esto equivale a una de cada tres mujeres de entre 15 y 44 años de edad.
Aunque los tres estados ya prohibían el aborto a partir de las seis semanas de embarazo y tras el fallo de la Suprema Corte se desmantelaron varios servicios de salud sexual y reproductiva, ahora comenzaron a aplicar leyes que profundizan las barreras en el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo, como castigos a los profesionales que lo practiquen.
En setiembre de 2021 Texas aprobó una de las leyes de aborto más restrictivas del país. La norma prohíbe el aborto después de las seis semanas de embarazo y no ofrece excepciones por violación o incesto. Con las nuevas disposiciones aprobadas el jueves, el aborto se considera ilegal desde el momento de la concepción y establece multas que pueden llegar a los 100.000 dólares o, incluso, cadena perpetua en prisión para los profesionales de la salud que practiquen el procedimiento.
La única excepción que se mantuvo son los abortos en casos en que la vida de la persona embarazada corre peligro. No obstante, la ley no aclara qué se entiende como “peligro” de vida. En consecuencia, en muchos casos los médicos no se animan a prestar el servicio por miedo a las represalias o buscan asesoría legal alargando el proceso, lo que puede terminar en la muerte de la mujer o en la superación del tiempo legal para interrumpir el embarazo.
En el caso de Tennessee, la norma que comenzó a aplicarse el jueves es similar a la de los estados anteriores. La “Ley de protección de la vida humana” establece “multas”, “tiempo en prisión” y “pérdida del derecho al voto” para quienes practiquen un aborto. La única excepción que se mantuvo es en caso de riesgo de vida de la mujer embarazada o casos en los que el embarazo implica “lesiones permanentes graves”, de acuerdo al periódico británico.
En Idaho la ley que entró en vigor prohíbe casi totalmente el aborto. Sin embargo, a diferencia de Texas y Tennessee, los médicos que lo practiquen y argumenten ante la corte que accedieron a brindar el servicio por el riesgo de vida de la persona embarazada o en casos de violación e incesto no tendrán ningún tipo de sanción.