Sólo pasaron 19 días desde que empezó el año, pero México ya registró casi una decena de agresiones contra personas trans. En las primeras dos semanas, cinco mujeres trans fueron asesinadas en distintos puntos del país. Además, otras dos fueron atacadas a golpes. A este panorama de violencia transodiante se suma el episodio que protagonizó el 8 de enero el propio presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, cuando malgenerizó a una diputada trans de su partido al referirse a ella como “señor vestido de mujer”.

El transfemicidio más reciente fue el de Samantha Gómez Fonseca, una activista de 37 años que se había postulado para competir como precandidata al Senado por el oficialista Movimiento Regeneración Nacional de cara a las elecciones generales que se celebrarán en junio. Fue asesinada a balazos el pasado domingo 14 cuando salía de hacer una visita en un reclusorio del sur de Ciudad de México. Cuando la activista tomó un taxi, que había pedido a través de una aplicación, una persona se acercó al auto y le disparó varias veces por la ventana, informaron medios locales. En una conferencia de prensa, el jefe de gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres, confirmó que el ataque fue premeditado.

Tres días antes, en el estado de Michoacán, fue asesinada Miriam Ríos, activista de 38 años y coordinadora del colectivo Respeto e Igualdad. Le dispararon cuando estaba trabajando en un local de venta de ropa. Ríos era comisionada municipal por el partido político Movimiento Ciudadano en Jacona y hace poco había anunciado su intención de participar en el proceso electoral como candidata a regidora del ayuntamiento de esa ciudad, según consignó la agencia Presentes.

El mismo medio también reportó que el 13 de enero en Tlaquepaque, Jalisco, fue hallado el cuerpo de una mujer trans sin identificar que presentaba signos de violencia.

El primer transfemicidio del año se registró el 6 de enero, cuando encontraron sin vida a Gaby Ortiz, una reconocida estilista trans, en un camino rural de Ixmiquilpan, Hidalgo. Al lado de su cuerpo, que tenía signos de violencia, los agresores dejaron una cartulina con un mensaje amenazante.

Esa misma jornada otra mujer trans fue asesinada, junto con su pareja, en Coatzacoalcos, un municipio al sur de Veracruz, informó Presentes con base en reportes de la prensa local.

Las fiscalías de Jalisco y de Veracruz no informaron sobre los casos en ninguno de los canales oficiales. Los otros tres transfemicidios están siendo investigados pero, al momento de cerrar esta nota, no había personas identificadas como responsables y tampoco detenidas.

Activistas LGBTI+ aseguraron en una manifestación convocada en Ciudad de México que las declaraciones del 8 de enero del presidente López Obrador han “contribuido al aumento de violencia contra las personas trans”, en palabras de la activista Victoria Sámano, citada por Presentes.

Agredidas

El 10 de enero, la actriz e influencer trans mexicana Paola Suárez tuvo que ser hospitalizada en Guanajuato tras ser brutalmente golpeada por su pareja. La artista, que apenas pudo denunció al agresor ante la Fiscalía, publicó en su cuenta de Instagram una foto para evidenciar las consecuencias de la golpiza, junto con el texto: “Estoy a punto de perder el ojo, me quebranté dos costillas, me agarraste a patadas en el suelo, nunca pensé que llegaras a esto y un día antes me habías pedido matrimonio”.

Ese mismo día, en Coacalco, estado de México, la activista trans Nicté Chávez fue agredida por un vecino que, según denunció, la violentaba de manera constante y le pedía que lo confrontara como un “hombre”, reportó la edición local de El País de Madrid. Tanto ella como su esposa, que también recibió amenazas, denunciaron al agresor ante la Fiscalía.

El año pasado, la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México señaló que entre 2007 y 2022 se registraron 590 asesinatos de personas trans en el país, lo que da un promedio de 53 casos por año. El organismo aseguró que estas cifras hacen que México sea el segundo país de América Latina con más asesinatos de personas trans –en su mayoría mujeres–, después de Brasil.