“Orgullo francés, mensaje universal”, escribió en su cuenta de X el presidente de Francia, Emmanuel Macron, minutos después de que las dos cámaras del Parlamento, reunidas en una sesión extraordinaria en Versalles, votaran a favor de garantizar el derecho al aborto como una libertad fundamental en la Constitución. Así, el país europeo se convirtió en el primero del mundo en consagrar el acceso a la práctica como un derecho constitucional. La iniciativa había sido aprobada el 29 de enero por la Asamblea Nacional –la cámara baja– y obtuvo la luz verde del Senado el pasado miércoles 28 de febrero.

En concreto, las parlamentarias y los parlamentarios votaron a favor de modificar el artículo 34 de la carta magna francesa, que establece los derechos consagrados por ley en el país, para agregar a la lista “la libertad garantizada de las mujeres de recurrir a una interrupción voluntaria del embarazo”. El texto obtuvo 780 votos a favor, muy por arriba de los 512 que precisaba como mínimo, y 72 en contra.

Una de las exposiciones destacadas del debate, que duró alrededor de tres horas, fue la de la diputada oficialista Yaël Braun-Pivet, presidenta de la Asamblea Nacional, que celebró ser la primera mujer en presidir una sesión extraordinaria del Parlamento. “Estoy orgullosa de poder rendir homenaje a todas las que escribieron, actuaron y también a las que siguen luchando cada día para que escalemos metro a metro el empinado muro que conduce a la igualdad entre mujeres y hombres”, señaló la legisladora, que aprovechó para mandarles un mensaje: “A las mujeres de Francia les decimos que nunca daremos marcha atrás. A las mujeres del mundo les decimos que las apoyaremos y que siempre avanzaremos junto a ellas”.

Otro de los oradores principales fue el primer ministro francés, Gabriel Attal, que empezó su discurso rindiendo homenaje a las mujeres pioneras en la defensa de los derechos sexuales y reproductivos, como Simone Veil, la impulsora de la ley que despenalizó el aborto en Francia en 1975. “Les damos una segunda victoria a Simone Veil y a todas las que allanaron el camino”, enfatizó en ese sentido. Attal dijo que el país tiene “una deuda moral” con todas las mujeres que “sufrieron en carne propia” los abortos ilegales, “a veces hasta el punto de perder la vida”. “Nos atormentan el sufrimiento y la memoria de tantas mujeres que, durante décadas, sufrieron por no poder ser libres”, apuntó.

En Versalles también hubo reconocimientos a la lucha de los feminismos por el aborto legal en Argentina, en momentos en que el gobierno de Javier Milei amenaza con derogar la ley. Ese fue el caso de la diputada oficialista Mathilde Panot, que explicó que estaba vestida de verde “en homenaje a las mujeres argentinas que utilizan este color en la magnífica lucha que les permitió conquistar el aborto en 2020”.

Histórica y pionera

Distintos colectivos feministas siguieron el debate a través de una pantalla gigante que colocaron el ayuntamiento de la capital francesa y la organización Fundación de las Mujeres en la famosa plaza del Trocadero de París, donde las activistas celebraron lo que calificaron unánimemente de decisión “histórica” y “pionera”.

Unos minutos después de que fue aprobada la reforma constitucional, los festejos se trasladaron hacia los alrededores de la Torre Eiffel, emblema nacional, que entre miles de personas se iluminó de color violeta y exhibió un cartel luminoso con el mensaje “Mi cuerpo, mi decisión”.

La votación de este lunes selló un proceso legislativo que empezó en noviembre de 2022, cuando La Francia Insumisa impulsó un proyecto en este sentido, alarmado por la situación que había desatado unos meses antes la anulación del fallo Roe vs. Wade en Estados Unidos. Sin embargo, esa primera iniciativa quedó estancada en el Senado.

En su mensaje en redes sociales, el presidente Macron –que, por ley, no estaba autorizado a participar en la sesión de este lunes– anunció que el acto oficial de inscripción del derecho al aborto en la Constitución tendrá lugar este viernes, que coincide con el Día Internacional de las Mujeres, y que, por primera vez en la historia del país, estará abierto al público, según informó Le Monde.