Bajo el lema “Cuidar derechos, construir futuro”, el Ministerio de Salud Pública (MSP) presentó el jueves los objetivos y lineamientos principales de lo que será la Estrategia intersectorial para la eliminación del embarazo en niñas y prevención del embarazo en adolescentes 2025-2030. El evento estuvo encabezado por la ministra de Salud, Cristina Lustemberg, que aseguró que la iniciativa “se fundamenta en el reconocimiento de que el embarazo en niñas y adolescentes es un problema relevante de salud, derechos humanos y justicia social”.

El nuevo plan –que, en principio, sería presentado antes de fin de año– constituye una segunda fase de la Estrategia intersectorial y nacional de prevención del embarazo no intencional en adolescentes, implementada en el período 2016-2020, y que logró bajar “notablemente” la tasa de fecundidad adolescente, recordó Lustemberg. En esta nueva etapa, se suma al objetivo de prevenir el embarazo adolescente (de 15 a 19 años) el de erradicar los embarazos en niñas de 14 años o menos, un problema que “constituye una grave vulneración de derechos humanos” y “está directamente asociado a la violencia sexual, la pobreza y la desprotección social”, enfatizó la jerarca.

El diseño, monitoreo y evaluación de esta política pública, que cuenta con el apoyo del Fondo de Población de las Naciones Unidas, estarán a cargo de una mesa de trabajo liderada por el MSP e integrada por los ministerios de Desarrollo Social y Educación y Cultura, la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, la Administración Nacional de Educación Pública, el Instituto del Niño y el Adolescente (INAU), la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) y las facultades de Psicología y Medicina de la Universidad de la República (Udelar). Además, participarán por primera vez la Fiscalía General de la Nación, el Ministerio del Interior, la Suprema Corte de Justicia y la Institución Nacional de Derechos Humanos.

Durante el lanzamiento de la estrategia, la ministra de Salud recordó que en 2024 Uruguay registró un total de 29.899 nacimientos, de los cuales 37 fueron en niñas de 14 años o menos, mientras 2.353 fueron en adolescentes de 15 a 19. Para completar el panorama, se refirió también a los datos de la “Estrategia de notificación y análisis de niñas y adolescentes menores de 15 años en situación de embarazo” de ASSE, que entre 2021 y 2024 identificó 190 embarazos en niñas de 11 a 14 años. Ese diagnóstico reveló otras realidades preocupantes: de ese total, 60% de esos embarazos fue producto de abuso sexual confirmado o sin posibilidad de descartarlo; 48% de las niñas tenían antecedentes de haber vivido violencia y 25% se encontraban institucionalizadas.

“Esta realidad visibiliza una situación compleja y multifactorial que requiere la articulación urgente de los distintos sectores: educación, salud, protección social, justicia, comunidad y comunicación”, resaltó Lustemberg.

La jerarca dijo que para eliminar el embarazo en niñas y prevenir el embarazo en la adolescencia en Uruguay, se trazaron siete objetivos específicos. Para erradicar específicamente el embarazo infantil, se propone el “fortalecimiento del sistema de protección y la prevención de la violencia sexual”, así como “escalar” la Estrategia de Notificación de ASSE a todos los prestadores del sistema de salud.

En tanto, para prevenir el embarazo en adolescentes, la propuesta es “asegurar el acceso a servicios de salud integrales, educación sexual integral y protección de trayectorias educativas”, e involucrar a los varones adolescentes “fortaleciendo su corresponsabilidad sexual y reproductiva”. La ministra dijo que la iniciativa “Si yo fuera Juan”, que coordina desde 2023 el Programa de Género, Sexualidad y Salud Reproductiva de la Facultad de Psicología, “es un ejemplo de estrategia innovadora en este sentido”.

Los demás objetivos tienen que ver con “asegurar el acceso oportuno a la interrupción voluntaria del embarazo, ofreciendo estrategias de acompañamiento integral durante todo el proceso”, “fortalecer la coordinación para aquellos adolescentes que ejercen la maternidad y la paternidad, apoyando su inserción laboral y sus trayectorias educativas” e “implementar sistemas de monitoreo y evaluación para medir el impacto y realizar ajustes dinámicos”.

Virginia Cardozo, Pablo Caggiani, Rodrigo Arim, Cristina Lustemberg, Álvaro Danza, Andrea Venosa y Alejandra López, este jueves, en el anexo de Torre Ejecutiva.

Virginia Cardozo, Pablo Caggiani, Rodrigo Arim, Cristina Lustemberg, Álvaro Danza, Andrea Venosa y Alejandra López, este jueves, en el anexo de Torre Ejecutiva.

Foto: Gianni Schiaffarino

Novedades en ASSE e INAU

El lanzamiento de la estrategia contó con los comentarios de autoridades de organismos públicos involucrados, que ratificaron su compromiso y que, en algunos casos, anunciaron iniciativas que están trabajando a la interna de las respectivas instituciones para aportar a la temática. En esa línea, el presidente de ASSE, Álvaro Danza, adelantó que en 2026 el prestador público “concretará un anhelo” con la implementación de la Dirección de Salud Sexual y Reproductiva, “transformando la referencia técnica que hoy tenemos en una dirección técnica, con el objetivo de velar por los derechos sexuales y reproductivos, consolidar esta y otras estrategias de similar tenor, y reconocer el trabajo que los equipos vienen realizando en un tema de enorme sensibilidad social”.

Danza aseguró que ASSE “será la primera institución del país en implementar esta estrategia y en tener una Dirección de Salud Sexual y Reproductiva”. “Confiamos en que esta herramienta sea valiosa para profesionales, instituciones y actores comunitarios comprometidos con la población y el bienestar de las niñas de nuestro país y que ASSE siga siendo pionera en esta línea de trabajo y acción”, agregó.

La otra novedad llegó de la mano de la directora general de INAU, Andrea Venosa, que hizo dos anuncios. Por un lado, comentó que junto con el Centro de Formación y Estudios están trabajando en un plan de capacitación para el abordaje y la detección precoz de embarazos en los servicios del instituto, teniendo en cuenta que, como reveló la estrategia de ASSE, 25% de las niñas y adolescentes embarazadas están institucionalizadas.

Por otro lado, dijo que está en marcha la elaboración de un plan intersectorial para el abordaje de la educación sexual integral, porque “el trabajo con las masculinidades, con los varones, el trabajo con las mujeres y con las adolescentes en el autocuidado es fundamental y eso tiene que impregnar desde la primera infancia hasta la adolescencia”.