La intersección entre los bulevares Artigas y España fue el punto de encuentro pautado por colectivos y feministas autoconvocadas para movilizarse en la tarde de este viernes “contra la cultura de la violación”, bajo la premisa de que “justicia es que no pase”, como se leía en una inmensa pancarta blanca con letras pintadas en negro y fucsia.
Originalmente, la concentración fue pensada como un “escrache” frente a la casa del exsenador Gustavo Penadés, imputado en octubre de 2023 por 22 delitos sexuales contra adolescentes, después de que la semana pasada la Justicia definiera la prisión domiciliaria con tobillera electrónica por considerar que no había riesgo de fuga ni de entorpecimiento de la investigación penal. Sin embargo, la iniciativa cambió de formato cuando este miércoles, horas después de que se difundiera la convocatoria, un tribunal de apelaciones revocó la medida y el exlegislador retornó a la cárcel.
Cerca de las 19.30, y bajo lluvia, las participantes marcharon por Bulevar Artigas hasta el puente de la calle Sarmiento, donde colgaron la pancarta mientras coreaban “Yo sabía, yo sabía, que a los violadores los cuida la Policía y la Justicia”.
Luego siguieron el recorrido hasta llegar a la casa de Penadés, a unas cuadras, donde leyeron una proclama que se titulaba “¡Alerta! Pedófilo en la zona”. “No nos conformamos y seguimos en las calles”, leyeron al unísono. “No esperamos una revancha penal o una condena ejemplificante, nuestra demanda y denuncia son un llamado a tomar conciencia del problema”, agregaba el texto que previamente circuló en las redes sociales de la Coordinadora de Feminismos y otros colectivos.
Las manifestantes hicieron un “llamado urgente a visibilizar la violencia y la revictimización que viven una y otra vez quienes son víctimas y sobrevivientes del abuso y la violación, por el sistema de ‘justicia’, los medios hegemónicos de comunicación y una sociedad indiferente, mientras se sostienen pactos heteropatriarcales que cuidan a los perpetradores de la violencia”. “Este llamado es a cuestionar y a desaprender la cultura de la violación instaurada en el seno de nuestros vínculos y relaciones”, señalaron.
Por otro lado, aseguraron que el de Penadés “no es un caso aislado y genera mucha indignación, porque no pudo esconder los impunes manejos de los más poderosos; pero en este momento una mujer, una niña, un niño, una lesbiana, una persona trans, una travesti están siendo abusados por un tío, un vecino, una pareja, un abuelo o su papá”.
“Por esto seguimos en alerta” –continuaba la proclama–, “ante la cultura del ‘no te metas’, del ‘guardá el secreto para no romper la familia’ y tantos otros ‘argumentos’ a los que este sistema heteropatriarcal intenta someternos. Seguimos en alerta ante esta cultura de violación que naturaliza el abuso sexual y encubre sistemáticamente a los violadores y abusadores. ¡Justicia es que no pase más!”.