Yuriko Koike, gobernadora de la ciudad de Tokio, dijo este martes que en este momento no hay “ninguna circunstancia” que haga pensar que los Juegos Olímpicos de Tokio, previstos para julio y agosto de 2021, puedan cancelarse, pese al aumento de los casos de coronavirus que se están registrando en la ciudad. Según declaró Koike en una entrevista con la agencia de noticias AFP, los Juegos Olímpicos que debieron celebrarse en el verano boreal de este año y fueron pospuestos debido a la pandemia se realizarán, a pesar de que la jerarca reconoció que la mayor parte de la sociedad japonesa está en contra de la iniciativa. Los de Tokio fueron los primeros Juegos Olímpicos en ser postergados en la historia en tiempos de paz, ya que anteriormente eso únicamente había ocurrido durante las dos guerras mundiales del siglo XX.
Respecto de la resistencia de la población a celebrar los Juegos Olímpicos, Koike dijo que “el público japonés y los habitantes de Tokio tienen los ojos puestos en la situación actual, pero nosotros miramos hacia el futuro”.
De acuerdo con el cronograma establecido por el Comité Olímpico Internacional, el comité organizador y las autoridades de Tokio, los Juegos se desarrollarán entre el 23 de julio y el 8 de agosto del año que viene. Posteriormente, entre el 24 de agosto y el 5 de setiembre, la capital nipona albergará los Juegos Paralímpicos.
Koike descartó una nueva postergación o una cancelación, porque entiende que “los ciudadanos del mundo ven los Juegos de Tokio como un símbolo de que la humanidad habrá vencido al coronavirus, que conducirá a los Juegos de Invierno de Pekín y después a los Juegos de París”. “Si Tokio no hace los esfuerzos posibles para luchar contra el coronavirus, ¿qué pasará con París dentro de cuatro años? Pienso que primero debemos hacer de Tokio un éxito. En caso contrario, tendrá un serio impacto sobre París”, añadió, en referencia a la cita olímpica que tendrá lugar en la capital francesa en 2024.
Pese al tono optimista de la gobernadora de Tokio, la opinión apunta en otro sentido. Un sondeo publicado recientemente por la cadena de televisión estatal NHK muestra que sólo 27% de los encuestados está a favor de la celebración de los Juegos, 32% quiere que se anulen y 31% se manifestó a favor de una nueva postergación. La tendencia en las encuestas es la misma desde hace meses, dejando claro el escepticismo de la sociedad respecto de la celebración de los Juegos en el contexto actual.
Koike piensa que eso va a cambiar y subraya la gran cantidad de medidas para evitar la propagación del coronavirus que se implementarán durante el desarrollo del evento. “Estoy convencida de que la gente reencontrará la esperanza una vez que las medidas contra el coronavirus sean firmemente aplicadas”, declaró la gobernadora de Tokio, ciudad en la que viven cerca de 14 millones de habitantes.
El reciente lanzamiento de campañas de vacunación en algunos países reforzó la confianza de los organizadores en la posibilidad de mantener los Juegos Olímpicos de Tokio en 2021, aunque la vacuna no será obligatoria para los deportistas ni para los espectadores, que concurrirán bajo estrictas medidas de bioseguridad.
Japón registró al menos 2.600 fallecimientos desde el inicio de la pandemia, según cifras oficiales, un número extremadamente bajo teniendo en cuenta la población del país, que supera los 126 millones de habitantes, pero en las últimas semanas se registró un fuerte repunte de las infecciones. Teniendo en cuenta esta situación, el lunes, el primer ministro Yoshihide Suga pidió a la población que reconsidere sus proyectos de viajes durante el período de fin de año e incluso ordenó la suspensión de un programa de promoción del turismo interno, muy habitual en estas fechas.
El aplazamiento de los Juegos y la puesta en marcha de medidas contra el coronavirus significaron un enorme esfuerzo para los organizadores en el aspecto de la logística y un serio problema financiero. A principios de diciembre, los organizadores del evento anunciaron que los Juegos costarían 2.550 millones de dólares más de lo previsto, por lo que se estima que en total la organización demandará la inversión de 13.360 millones de dólares.