Por la flamante cancha de la calle Barradas, inaugurada este año en Carrasco, transita una ilusión charrúa. Las mujeres que defienden la camiseta de Uruguay en la categoría junior de hockey están a días de vivir su sueño, porque cumplido ya está: ser las primeras en darle al país la chance de disputar un Mundial en esta disciplina.
Con mucho esfuerzo, altibajos y trabajo que aún queda por hacer, las Cimarroncitas viven noviembre de cara a un gran objetivo. Entrenando se las ve muy concentradas, atentas a las indicaciones del técnico, para el que también es un hecho sin precedentes viajar a un Mundial. Mientras desplazan los palos por el suelo, buscando la redonda y pesada bocha, aparece alguna risa cómplice, de esas que denotan que hacer deporte es hacerse bien. Sobre todo cuando se trabaja con objetivos claros, en un grupo unido que comparte una meta.
Una realidad
Por primera vez Uruguay clasificó a un Mundial de hockey sobre césped, en cualquier categoría. Son 22 las jugadoras sub 21 que están entrenando, buscando un lugar para defender a la celeste en esta competencia. La lista final se recortará y quedarán 18 integrantes en el plantel.
El Mundial Femenino Junior de Hockey será del 5 al 16 de diciembre en Bloemfontein, Sudáfrica. Participarán 16 equipos; Países Bajos, Corea del Sur, Zimbabue e Irlanda pertenecen al grupo A; Bélgica, Inglaterra, Canadá y Uruguay, al grupo B; Argentina, India, Rusia y Japón competirán en el grupo C, mientras que Alemania, España, Estados Unidos y Sudáfrica competirán en el grupo D.
Uruguay debutará el 5 de diciembre frente a Canadá, al día siguiente se enfrentará con Bélgica y el 8 de diciembre se medirá con Inglaterra.
Las Cimarroncitas están en la recta final de la preparación que vienen haciendo desde hace meses con Andrés Vásquez como entrenador, quien conforma el cuerpo técnico junto a Diego Laborde como asistente técnico, Matías Núñez en el rol de preparador físico y Nicolás Tixe como head coach.
Es un hito histórico que la selección uruguaya junior de hockey haya clasificado a un Mundial. Se abrió por primera vez una puerta que las celestes no habían logrado destrancar a nivel de juveniles, pero tampoco de mayores.
Lo lograron en el Panamericano de la categoría en Chile, tras vencer en la semifinal 1-0 a Estados Unidos, con gol de Belén Barreiro. Se coronaron subcampeonas tras haber disputado la final con Canadá, ante las que perdieron 1-0. Se trata del mejor resultado que obtuvo la celeste desde el comienzo de la competencia continental en 1986. El anterior había sido en 2016, cuando quedaron en el quinto puesto.
En la recta final
Habitualmente las Cimarroncitas practican cuatro veces por semana; en las últimas tres semanas previas al viaje se aumentará esa frecuencia, ya que dejan de entrenar y jugar por los clubes.
“El grupo está muy unido, muy motivado por lo que van a jugar, y el objetivo siempre es hacer el mejor papel posible. Sabemos que vamos a enfrentar a potencias, como nos pasó en el Panamericano. Estar a la altura es el objetivo primordial”, explicó a Garra el entrenador.
Pero el proceso comenzó mucho antes, en 2019, cuando viajaron a un intercambio en China para entrenar en doble o triple turno, durante 45 días, con entrenadores locales, y disputar amistosos. Posteriormente viajaron a Chile, hasta que llegó la pandemia en 2020. Luego de la pausa, se entrenaron para el Panamericano, al mismo tiempo que competían en sus clubes. Luego de esa instancia, todas las jugadoras se reservaron para la selección.
La movida
Además del apoyo de la Secretaría Nacional de Deporte, de los patrocinadores y de la federación, debieron organizar eventos para costear el viaje. Ventas de tapabocas, rifas, remeras, campeonatos de truco y clínicas fueron algunas de las actividades para alcanzar el objetivo de participar en un Mundial.
Para el entrenador se trata de una experiencia única. “Es lo máximo, fuera de lo que puede ser un Juego Olímpico; estar en un Mundial es tocar el cielo con las manos”, sostuvo.
A su vez, es la primera generación de jugadoras que se prepara en la cancha de sintético de agua que creó la Federación Uruguaya de Hockey sobre Césped, lo que la presidenta Danae Andrada considera de gran importancia, porque cree que la estructura es la base fundamental para el crecimiento de los equipos.
Arco mundialista
Victoria Bate juega al hockey desde los ocho años en el colegio Stella Maris. Es golera de selección desde formativas, y en 2016 fue por primera vez a competir a un provincial. Al año siguiente representó a Uruguay con la selección mayor de hockey sala en un Panamericano.
Como golera del actual equipo que disputará el Mundial en Sudáfrica, está conforme con el proceso que están haciendo, teniendo en cuenta que pasaron de tener un equipo consolidado a formar uno nuevo. Algunas venían jugando juntas desde hacía tiempo y otras hace poco que forman parte del equipo, “por lo que en un principio costaban más las conexiones entre jugadoras, algo que hoy en día hemos mejorado muchísimo”, cuenta Bate.
“La base es la misma pero la gente es distinta y realiza distintos aportes al grupo. No pudieron continuar –por superar el tope de edad– seis jugadoras de las que participaron en Chile y ahora venimos rearmando el grupo, que cada vez está más unido”, explicó a Garra.
En lo deportivo están trabajando “de menos a más”. “Tenemos jugadoras muy completas y jugamos amistosos contra equipos de primera con resultados positivos para nosotras desde ese punto de vista”, agregó.
El desafío es enfrentarse a las mejores del mundo. Las Cimarroncitas demostraron estar al nivel en el Panamericano, instancia en la que solamente perdieron la final, luego de haber empatado con Canadá y Argentina, y de vencer a Estados Unidos.
La golera confía en su equipo porque se están preparando “con cabeza positiva, siendo realistas en cuáles son nuestras fortalezas y debilidades, a defender nuestra área más que nunca y ser lo más eficientes en ataque y estudiar a cada contrincante para poder atacar su punto débil”.
En lo personal, Bate considera que ya cumplió un sueño al haber logrado clasificar a esta competencia, para la que vienen entrenando desde 2017.
“Fueron muchas las experiencias vividas y siempre estuvo intacto ese sueño de dar un salto en el hockey y demostrar que Uruguay está para más, para cosas grandes. Es un proceso y lleva su tiempo. Hay que trabajar mucho, la satisfacción de haberlo conseguido es inmensa. Es para algunas el último proceso de formativas, y siento que lo que queda ahora es disfrutar, porque se viene dejando todo en la cancha para que Uruguay quede lo más alto posible”, finalizó.
Las 22 que se preparan
Agustina Díaz, Agustina Martínez, Agustina Suárez, Carolina Curcio, Elisa Civetta, Federica Turiel, Guadalupe Fernández, Guillermina Borrazás, Josefina Mari, Lola Delafond, Lucia Dieste, Lucía Santucci, Lupe Curutchague, Magdalena Verga, Manuela Quiñones, Manuela Vidal, María Victoria Bate, Martina Rago, Paula Pérez, Pilar Oliveros, Rafaela Cánepa, Sol Myszka.