En un estadio llamativamente vacío, sólo 950 espectadores en un recinto para 68.000, comenzó a las 8.00 de Uruguay la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos Tokio 2020. Al ritmo de canciones de videojuegos, las delegaciones fueron desfilando siguiendo el orden del alfabeto japonés ante unas pocas autoridades del país anfitrión e invitados, además de periodistas y fotógrafos.
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Fueron 5.700 los deportistas que participaron en el desfile, integrantes de 207 delegaciones nacionales, que se presentaron en un periplo que duró dos horas y 20 minutos. Aunque todos usaban tapabocas, los integrantes de las delegaciones saltaban, cantaban y posaban para las fotos.
La delegación uruguaya desfiló cerca de las 9.00 de Uruguay. Los 11 celestes competirán en atletismo, judo, natación, remo y vela. Bruno Cetraro y Déborah Rodríguez fueron los encargados de llevar la bandera uruguaya.
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La madera y la historia de Tokio fueron los ejes de la ceremonia, ya que el material es símbolo de la arquitectura nipona. Los bailarines, vestidos con haori o kimonos, como solían vestirse los carpinteros, hicieron coreografías desde andamios de madera, recordando la historia de Tokio entre 1603 y 1868, cuando la ciudad era conocida con el nombre de Edo.
Liderado por la actriz de teatro japonesa Miji Maya, el grupo llevó los anillos olímpicos hechos de madera y de cuatro metros de diámetro hacia el centro del Estadio Olímpico. La agencia de noticias Efe recordó que en los Juegos de 1964, los primeros celebrados en Japón, atletas de las distintas naciones participantes portaron semillas de árboles que fueron plantados en el país e informó que hoy, 50 años más tarde, la madera de sus árboles, regresa al Estadio Nacional en forma de anillos.
Pero a la vez que la ceremonia apeló a la historia, durante las horas que duró el desfile sonaron canciones de 14 videojuegos conocidos: Tales of, Monster Hunter, Chrono Trigger, NieR, Ace Combat, Sonic the Hedgehog, Pro Evolution Soccer, Phantasy Star Universe, Gradius (Nemesis), SaGa y Soulcalibur.
La llama olímpica
Tras la presentación de las delegaciones, hubo un espectáculo visual y artístico, que incluyó la interpretación, por tercera vez consecutiva, de Imagine, la canción de John Lennon.
Pasadas las 11.30 ingresó al estadio la llama olímpica, que tras varios relevos, incluidos un médico y una enfermera en homenaje a todo el personal de la salud en el marco de la pandemia, llegó a manos de la tenista Naomi Osaka, la encargada de encender el fuego que estaba a la cima de una representación del monte Fuji, símbolo japonés.
Protestas
En Tokio también hubo protestas esta mañana, por parte de cientos de personas que no quieren que se celebren los Juegos Olímpicos. “Cancelen las Olimpíadas”, gritaban subidos en tarimas y rodeados de policías impasibles. “Ya estábamos en contra del evento cuando se anunció en 2013, pero ahora con la pandemia se confirmaron nuestras denuncias”, afirmó una joven que integra la Federación Japonesa de Asociaciones Estudiantiles que participó de las protestas, según recoge Efe.
“Con el coronavirus han salido a la luz problemas de Japón como la pobreza, el estancamiento económico o la situación de las mujeres. Las grandes empresas solo buscan el beneficio, este evento es un ejemplo”, aseguró.