Florencia Somma, Sabina Belllo y Fiorella Martinelli pasaron a ser jugadoras profesionales del equipo playero. Además, las basquetbolistas de 18 a 23 años recibirán un viático y las de formativas no tendrán que abonar la cuota social.
“Más allá de todo el apoyo que el club ha brindado a las mujeres, todo se lo han ganado en base a su propio esfuerzo en lo deportivo. Lo tomamos como forma de apoyar y abrir puertas a la igualdad de género para generar las mismas oportunidades para todos. Es muy importante ser el primer club del Uruguay que profesionaliza a su equipo femenino”, dijo a Garra el vicepresidente del club, Guillermo Testorelli.
El dirigente explicó que, si bien no es el mejor momento económico por el contexto de pandemia, las deportistas lograron este paso porque los patrocinadores se están interesando en el básquetbol femenino. “El club no tiene posibilidades, del club no sale el dinero; ellas mismas generaron interés en empresas que antes no tenían en cuenta al femenino” explicó.
La realidad de las mujeres en el deporte en Uruguay, como en la mayoría de los países, es clara: lo practican por pasión, ya que no es una posibilidad dedicarse a este al 100% ciento y tomarlo como actividad laboral, a diferencia de los varones.
El mes pasado el equipo femenino de fútbol de Nacional profesionalizó a todas sus jugadoras y se transformó en el primer equipo de fútbol de mujeres en esta situación. En el basquetbol no había ningún equipo en el que todas sus jugadoras tuvieran vínculo laboral con la institución hasta hoy, cuando Malvín anunció el comienzo de su camino hacia la profesionalización, lo que marca un hito en la historia del básquetbol de mujeres del Uruguay.
No postergar lo urgente
Con el eslogan “no postergar lo urgente”, Malvín salió a la cancha para exponer esta nueva realidad. El jueves al mediodía el presidente de la Federación Uruguaya de Basketball, Ricardo Vairo, la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, y el presidente del club, Sergio Somma, junto con la periodista Tania Tabárez, estuvieron presentes en el evento que quedará registrado para siempre en la memoria de todas las playeras.
“Desde chicas nos ilusionábamos con algo inalcanzable, algo que no parecía estar en nuestro destino. Lo que era común para los demás para nosotras era sencillamente inexistente. Pero nos atrevemos a soñar, no paramos ante dificultades, trabas o estereotipos. Pusimos la pasión por delante, luchamos por nuestro lugar. Hoy nos toca disfrutar, a partir de hoy somos lo que siempre hemos sido: profesionales” expusieron las jugadoras malvinenses en un audiovisual difundido públicamente.
Estamos muy felices y orgullosos de presentarles uno de los pasos más importantes de nuestra historia.#NoPostergarLoUrgente #MalvínFemeninoProfesional #SigamosSoñando pic.twitter.com/Gm4vvXnp2h
— Club Malvín (@ClubMalvin) July 28, 2021
“Necesitamos seguir fomentando el deporte femenino con recursos que permitan su crecimiento, Malvín hace más de 30 años que cuenta con un proyecto sostenido”, agregaron.
El club fue precursor del básquetbol femenino en la década del 40. En 1949 disputó el primer encuentro internacional ante el Club Independiente, de Dolores, Argentina. Con el entrenador Ruben Botari y la profesora Nelly Milich, las playeras ganaron por 14 tantos.
Malvín fue campeón en 2017, año en que se fundó la Liga Uruguaya de Básquetbol Femenino, y en 2019. En 2018 y 2020 obtuvo el segundo puesto. Las playeras siempre contaron con integrantes extranjeras en el plantel.
Florencia Somma se mostró muy emocionada, al igual que sus compañeras. Dijo sentir orgullo y agradecimiento por quienes son parte de esta decisión. “Es un paso súper importante que trasciende al club, que vuelve a ser referente en el básquetbol femenino. Es una conquista que abarca a mucha más gente y, sobre todo, a aquellas personas que en otra realidad durante mucho tiempo fueron quienes empujaron desinteresadamente para que crezca; este logro que se da hoy es algo de lo que mucha gente se tiene que sentir parte” dijo a Garra.