Según consigna la web estatal, la Comisión de Proyectos Deportivos (Comprode), creada por la Ley 18.833 de Promoción del Deporte, está integrada por un representante de la Secretaría Nacional del Deporte, uno del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), uno del Congreso de Intendentes y un representante del deporte, quienes en conjunto asesoran al Poder Ejecutivo para que haga las declaraciones de proyectos deportivos como proyecto deportivo promovido (Prodep).
Mediante el otorgamiento de beneficios fiscales a los Prodep, la ley pretende estimular la inversión privada en el desarrollo del sistema deportivo de competencia para complementar los aportes del Estado, de particulares y de las propias entidades deportivas.
“Básicamente el gran objetivo que marca la ley es mejorar las infraestructuras y performances de los deportistas, espacios de entrenamiento o concentración. Específicamente refiere al deporte de alto rendimiento, aunque también beneficia a las divisiones formativas de clubes profesionales de básquetbol y fútbol”, explicó a Garra Fabián Álvarez, actual presidente de la Comprode.
Mecenas y patrocinadores
“Los beneficiarios de la ley son las federaciones deportivas, inscriptas en la Secretaría Nacional del Deporte (SND), ya sea mediante la Organización de Fútbol del Interior (OFI), la Organización Nacional de Fútbol Infantil (ONFI), la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) o la Liga Universitaria de Deportes (LUD)”, enumeró Álvarez y complementó: “Otra posible beneficiaria es la Fundación Deporte Uruguay, y hay una asociación civil que no se ha utilizado mucho que es la de la Copa Mundial 2030, que fue una iniciativa en su momento y al final no se creó”.
La ley define a los mecenas y a los patrocinadores, que además de las federaciones y atletas son beneficiarios, ya que obtienen la deducción impositiva por los aportes realizados mediante el mecanismo.
Según la legislación, los mecenas son “personas físicas o jurídicas que realicen donaciones destinadas a financiar los proyectos promovidos, sin ningún tipo de contraprestación”. No pueden depositar como donación más de 5% de la renta neta en el ejercicio fiscal anterior. “Muchas veces vienen y quieren donar una suma mayor, pero controlamos la renta del año anterior y les decimos: ‘Es hasta acá por ley’”, apuntó Álvarez.
El mecenas es quien tiene mayor beneficio fiscal: “Puede imputar 75% de lo que dona, en concepto de Impuesto a las Rentas de las Actividades Económicas (IRAE) e Impuesto al Patrimonio (IPAT), y el 25% restante en concepto de gasto deducible, pero no puede tener ninguna difusión, tiene que pasar desapercibido prácticamente”, desarrolló el presidente de la Comprode.
Por otro lado, los patrocinadores, definidos como “personas jurídicas, públicas o privadas, que realicen aportes destinados a financiar los proyectos promovidos y adquieran, en virtud de tal aporte, el derecho a difundir su condición de patrocinadores”, tienen menos deducción fiscal: “45% de imputaciones en IRAE e IPAT y el 55% restante en gasto deducible”, explicó Álvarez.
Inicios
“En 2011 Fernando Lorenzo era ministro de Economía y Finanzas y Héctor Lescano, de Turismo y Deporte. Juntos tuvieron la idea de volver a implementar este tipo de promociones o donaciones especiales que se habían dejado de implementar porque habían sido señaladas por fraude”, contextualizó Raúl Goyenola, ingeniero agrónomo y expresidente de la Comprode.
Por el contrario, para no hacer un mal uso de la herramienta velaron por seguir los objetivos que la ley marcaba y priorizar la transparencia absoluta. “No tuvimos ningún problema porque ningún proyecto aprobado pudo catalogarse como dudoso en su ejecución posterior”, destacó Goyenola.
La ley original era más compleja y estaba integrada por dos capítulos: el de la promoción deportiva mediante la Comprode y otro que regulaba las transferencias de los deportistas profesionales. “Vimos que lo de las transferencias de deportistas iba a generar un ruido muy grande y, aunque era una muy buena norma, la separamos porque iba a trancar a la parte de la Comprode”, reconoció el ingeniero agrónomo.
“El grupo que ideó la ley lo integrábamos David Eibe, quien en la época era uno de los mejores especialistas en materia tributaria del país; Adrián Leiza, abogado y expresidente de la sala de abogados del Banco República; y yo por la SMD –en aquel momento, Dirección Nacional de Deportes–, que le daba el marco deportivo al asunto”.
Goyenola aseguró que la Comprode se pensó en pos del proyecto de Óscar Tabárez, “por eso habla de las selecciones nacionales. Se trató de generar más recursos para el proyecto de selecciones nacionales, para nosotros un proyecto de equidad territorial muy importante”.
La ley se aprobó en 2012 y el año siguiente comenzaron a ejecutar la evaluación y el otorgamiento de los beneficios tributarios cuando correspondiera. “Como representante de la Dirección Nacional de Deporte, la presidencia de la Comprode naturalmente recayó en mí desde sus inicios hasta el 29 de febrero de 2020 y fue un placer. Era muy disfrutable conocer los proyectos, ayudar a los muchachos a ordenar sus proyectos para que tuvieran los fondos, entrenar y poder mejorar sus condiciones de competencia y estado físico para clasificarse a competencias importantes”, recordó el expresidente de la Comprode.
Sueldo no, viático sí
El deportista que reciba una donación de un mecenas o patrocinador mediante la herramienta de Comprode y a través de la federación a la que esté afiliado tiene derecho a usar ese dinero “para pagar un lugar donde entrenar, tener un mejor entrenamiento por un tiempo –no permanente: no se pagan sueldos–, pero además se implementó el viático diario, por el que pueden usar hasta 30 dólares por día en América o 50 dólares en el resto del mundo, más allá de los gastos de alojamiento y traslados”, explicó Goyenola, y aclaró que “no los tienen que rendir con ninguna boleta”, ya que usualmente son gastos cotidianos de alimentación.
Modificaciones
“Primeramente podían presentar proyectos sólo los clubes de fútbol profesional, pero en el Parlamento se agregaron los de básquetbol profesional y todos los demás clubes de otros deportes y disciplinas. Pueden hacerlo en la medida en que estén federados, a través de las federaciones, ya que son las se hacen cargo de los proyectos”, detalló Goyenola.
En retrospectiva, Goyenola reconoció dos vulnerabilidades que podrían ser mejoradas para potenciar la herramienta: la escasez de recursos humanos, lo que influye en una estrategia de comunicación dedicada, y salir del área metropolitana e ir al interior. “Recuerdo haber hablado con las federaciones para que tomaran proyectos como propios y que se negaran”, sostuvo.
Frente a esto, Álvarez coincidió en que “no había mucha difusión y conocimiento de la herramienta. Creo que con un poco de marketing y personal lo solucionamos”. Para el actual presidente de la Comprode “se necesitaban funcionarios que estuvieran a cargo de la Unidad de Apoyo al Desarrollo del Deporte [Unadep], ahora los tenemos y también contamos con un asesor financiero, un contador que se encarga de analizar los egresos e ingresos que presentan los clubes”.
Para implementar los cambios, se idearon “sugerencias de modificaciones al Decreto reglamentario 308/2015 y así se acortaron algunos plazos, se aumentó el tope fiscal de 64 a 80 millones de pesos a partir de 2021 y se convirtió la unidad de valor a unidad indexada, ya que antes estaba en unidad reajustable. Esto último fue para alinearse con los otros sistemas de donaciones que tiene el Estado”, resaltó Álvarez.
En la Ley 19.924, de Presupuesto Nacional, se modificó la unidad de valor y se introdujo la posibilidad de que los clubes afiliados a las federaciones pudieran calificar como beneficiarios de la ley. Además, la modificación implementada por el Decreto Reglamentario 131/2021, del 4 de mayo de 2021, implicó también que se abrevien los plazos de estudio que tiene la Comprode para analizar proyectos a 60 días, y después a 30 días, para promover el proyecto por parte del Poder Ejecutivo. “Es decir, en 90 días debería estar sellado el trámite si todo está bien”, puntualizó el presidente de la Comprode.
Estadísticas
“El primer año de funcionamiento fue como se está aplicando actualmente: recibíamos proyectos durante una ventana de tiempo, los analizábamos en el año y para el año siguiente se promovían los proyectos aprobados y comenzaban a funcionar. Nos dimos cuenta de que era una locura y abrimos la ventana de punta a punta del año, extendiendo los plazos, que ahora se redujeron”, relató Goyenola.
Según el expresidente de la Comprode, de esa forma evitaban los casos en los que, por ejemplo, 15 días luego de cerrada la ventana se consigue una empresa que va a apoyar pero tiene que esperar ocho meses para que abra otra ventana y se pueda presentar el proyecto ingresado.
“Los deportistas que arman su calendario de entrenamiento para llegar a una competencia para poder clasificarse no pueden esperar una cantidad de meses sin saber si les consiguen que el proyecto se les apruebe para que entonces se haga la inversión, porque están entrenando y tienen gastos. Hay que tratar de hacerlo casi a tiempo real, y este mecanismo lo dificulta”, opinó.
En total fueron 50 Prodeps efectivamente aprobados desde la creación de la Comprode hasta el 2018. “Excluyo los proyectos que quedaron stand by hasta que vino el nuevo gobierno. De todos esos, 37 implicaban inversión en la infraestructura deportiva, ya sea nueva o una mejora de la existente”, desglosó Goyenola, y completó: “Los 13 restantes involucran proyectos de gestión, entrenamiento y formación”.
Hasta 2018, acorde a los datos brindados por Goyenola, 3,7 millones de pesos correspondieron a inversiones en la AUF o clubes asociados a ella, lo que representa 34% del total en ese período. También se destaca 8% de las inversiones en proyectos vinculados a la OFI, por lo que en suma el fútbol profesional concentró alrededor de 42%, mientras que el restante 58% correspondió a Prodeps de otros deportes y disciplinas.
“La inversión total en esos 50 proyectos (la inversión sumada a la exoneración fiscal) fue de 313 millones de pesos y la exoneración fiscal implicó 110 millones de pesos. Es decir, por cada peso de renuncia fiscal que el país invirtió, en esos seis años, se invirtieron 2,87 pesos más”, resaltó el expresidente de la Comprode.
Según documentación aportada por Álvarez, en 2020 se promovieron dos proyectos presentados en 2018, 15 ingresados en 2019 y uno de 2020. En 2021 lograron promover 12 proyectos presentados en 2020 y 17 de 2021. Entre ambos años de gestión suman 47, casi la misma cantidad que en el período 2013 a 2018, lo que auspicia un creciente uso de la herramienta.
La inversión total en los Prodeps promovidos en 2020 y 2021 suma 220 millones de pesos uruguayos, y el monto de los beneficios fiscales otorgados llega a 115 millones de pesos; según aseveró el actual presidente de la Comprode, el aporte estatal representa “cerca de 53%” del total.
Para 2022 quedaron diez proyectos recomendados pero aún no promovidos como Prodeps por el Poder Ejecutivo, nueve presentados en 2021 y uno de 2020.