Si bien aún no se ha anunciado en qué fecha se concretará el divorcio entre el gobierno y el Grupo Asesor Científico Honorario (GACH), creado para asesorar a las autoridades en el manejo de la pandemia, todos los involucrados coinciden en que falta poco para que esto ocurra. De todas maneras, el presidente Luis Lacalle Pou confirmó ayer que mantendrá un “teléfono rojo” con los coordinadores del GACH luego de que el grupo deje de funcionar. “Honestamente, no quiero dejar de experimentar cada tanto esa sensación de omnipotencia que me invade cuando no le doy pelota a un grupo de científicos de primer nivel. Tener un teléfono rojo al que ignorar cuando los doctores Rafael Radi, Henry Cohen o Fernando Paganini me llamen va a ser una tranquilidad para mí”, declaró el mandatario.

Lacalle Pou aclaró, de todas maneras, que esta línea abierta entre él y los coordinadores del GACH no sólo servirá para ignorarlos. “De noche dos por tres me aburro y me dan ganas de hacer una cachada, pero como soy el presidente no puedo llamar a cualquiera. Con los muchachos del GACH hay confianza. Imagínense que después de haber salido en una entrevista diciendo que hice caso a casi todas sus recomendaciones, es claro que son capaces de bancarse cualquier cosa de mi parte. Sé que si los llamo para hacerme pasar por un presidente extranjero que busca recomendaciones para manejar la pandemia, ellos se lo van a tomar con buen humor”, consideró el mandatario.