La muerte de Jorge Larrañaga generó movimientos en la interna de Alianza Nacional, y esto a su vez reavivó el debate sobre si es necesario que los sectores wilsonistas del Partido Nacional (PN) se agrupen en forma orgánica y formen un “polo progresista”. Desde el Herrerismo ven con muy buenos ojos esta posibilidad. “Eso de tener un ala herrerista conservadora y un ala wilsonista progresista es muy bueno para el partido, pero la verdad es que nos está costando cada vez más mantenernos a la derecha del wilsonismo. Creo que si mañana llega un extraterrestre y mira al partido, le va a ser muy difícil determinar cuál es el polo progresista y cuál es el polo de derecha”, declaró un dirigente de Aire Fresco. El lento pero permanente movimiento del wilsonismo hacia la derecha es visto con recelo dentro del Herrerismo. “Ellos no juegan limpio, porque supuestamente deberían moverse en el polo progresista, pero se meten en nuestro terreno todo el tiempo. No es el acuerdo tácito que teníamos. Y esa situación es complicada para nosotros. Creo que hoy por hoy, si a un votante de derecha le dan a elegir entre Jorge Gandini y Graciela Bianchi, no sabría con quién quedarse”.

El dirigente reconoció, de todas maneras, que la posición del wilsonismo es complicada. “Obviamente, es difícil hacerle creer a alguien que un sector político que integra la coalición multicolor es progresista. Pero bueno, que se jodan, ellos eligieron apostar a ser el polo progresista. Ahora no vale cambiar”.