El gobierno chino retrasó la publicación de las cifras sobre la evolución del PBI durante el tercer trimestre y hasta el momento no hay una fecha para la difusión de esa información. Según varios analistas, la economía china está creciendo a un ritmo mucho menor que el proyectado por las autoridades. Ante esta situación, varios líderes occidentales advirtieron a Beijing que si la economía se estanca, el gobierno deberá empezar a combatir las violaciones a los derechos humanos. “China tiene que entender que una cosa es meter personas en campos de concentración para torturarlos y matarlos cuando la economía crece al 10%, y otra cosa es hacerlo con un crecimiento de 3%”, declaró el presidente francés, Emmanuel Macron. El canciller alemán, Olaf Scholz, advirtió por su parte que “por cada punto porcentual que desciendan las exportaciones de Alemania hacia China, Beijing va a recibir cien condenas por violaciones a los derechos humanos. Esto tiene que quedar muy claro: si Alemania no le puede vender automóviles a China, entonces China va a tener que cerrar sus campos de concentración para uigures”.

La justificación de Xi Jinping: “Firmar un preacuerdo con Lacalle Pou para un TLC nos secó”.