Cuando el mundo empezó a salir de la pandemia, a comienzos de 2022, muchos creyeron que iba a comenzar un período de relativa calma y vuelta a la normalidad. Sin embargo, la invasión rusa a Ucrania y su efecto en los precios y la disponibilidad de alimentos generaron una nueva crisis. “En ese momento los uruguayos pensaron: ¿Cuándo se va a terminar esta mala racha? ¿Después de esto qué viene? Y a los pocos meses vino la versión argentina de Gran Hermano, y se instaló en las personas la sensación de que estaban viviendo en una pesadilla de la que no iban a despertar jamás, y la única posibilidad era seguir cayendo cada vez más bajo”, explicó un sociólogo que está realizando una investigación sobre las perspectivas para el futuro que tienen los uruguayos. “Después de estos tres mazazos consecutivos, cada uno peor que el anterior, la gente ya ni siquiera espera algo de calma. Lo único que siente es curiosidad por saber qué vendrá después. Y, en ese sentido, los temores que aparecen con más frecuencia son una debacle climática, una crisis financiera y el nombramiento de Julio Ríos como nuevo director nacional de Cultura”.

El comunicado de la NASA: “Estamos preparados para neutralizar un meteorito, pero no podemos dejar de tirar plástico al agua. Lo raro es que no haya crisis más seguido”.