El título quedó largo. Pero no tan largo como el camino que viene recorriendo la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol, por su sigla rara: CONfederación SudaMEricana de FútBOL; no la tenían a esa, eh) para destruir el balompié en el subcontinente.
Un mojón más en la dirección señalada ut supra (te metí un latinismo o latinazgo, ya no sé qué inventar para llenar caracteres) es la organización de una tercera competencia de clubes “para los uruguayos, los chilenos, los paraguayos y todos esos países al pedo que nunca ganaron nada o no ganan nada hace mil años”.
“Sí, hay que darles algo a estos... Argentina y Brasil que jueguen las de verdad y estos que jueguen esta boludez”, explicó Basura Humana, vocero de la pérfida entidad.
Según el portavoz, los nombres propuestos para el torneo que debutaría en 2023 son “copa de fracasados”, “a ver si por lo menos ganan esta mierda” y “salgan campeones de esto y no rompan más las pelotas”.